Cuando se trata de las fiestas de fin de año, no podemos evitar hacer referencia al estrés que todos los preparativos y actividades pueden generar. Por eso, es importante escuchar lo que tu cuerpo y tu mente te dicen.
Para aprender a lidiar con estas emociones, primero debes preguntarte por qué te sientes así y considerar qué es lo que puedes hacer para manejar mejor lo que estás sintiendo. Estos consejos te ayudarán a limitar los factores estresantes de las fiestas y te permitirán disfrutar de las fiestas un poco más.
- Acepta tus sentimientos. Si alguien cercano o un familiar ha fallecido recientemente, o si no puedes estar con tus seres queridos, recuerda que es normal sentir tristeza y angustia. Está bien tomarte el tiempo para llorar o expresar tus sentimientos. La temporada de fiestas no significa que debas estar feliz todo el tiempo.
- Busca apoyo. Si te sientes solo o aislado, busca eventos o grupos que puedan ofrecer apoyo y compañía. Hablar con un amigo o un familiar sobre lo que te preocupa también puede ayudarte. Por otro lado, ser voluntario o hacer algo para ayudar a los demás también es una buena idea para darte ánimo y hacer nuevas amistades.
- Sé realista. Las fiestas no tienen por qué ser perfectas o exactamente como las del año anterior. Al cambiar y crecer las familias, las tradiciones y los rituales con frecuencia también cambian. Elige algunos que quieras conservar, y acepta crear algunos nuevos.
- Planifica con anticipación. Planea días específicos para salir de compras, hornear, conectarte con amigos, y otras actividades. Eso te ayudará a evitar contratiempos en cualquier situación que se presente.
- No abandones tus hábitos saludables. Evita los excesos e intenta ser consciente con todo lo que consumas. Come alimentos saludables, duerme bien e incluye actividad física en tu rutina diaria. Considera limitar el tiempo que pasas en redes sociales o leyendo noticias, las cuales te pueden afectar de forma negativa.
- Está bien tomar un respiro. Encuentra una actividad que disfrutes y tómate un tiempo solo para ti. Pasar 15 minutos solo, sin distracciones, puede refrescarte lo suficiente para enfrentar todo lo que necesites. Puedes dar un paseo por la noche y mirar las estrellas, escuchar música suave o leer un libro.
No olvides buscar ayuda profesional si crees que la necesitas. Si los sentimientos que estás experimentando son muy abrumantes, contáctate con tu médico o con un profesional de salud mental.