Actualmente, el cáncer sigue siendo un enigma en muchos aspectos, a pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento, pues aún es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Básicamente, al ser una enfermedad que ataca de forma agresiva a cualquier parte del cuerpo, esto incrementa notablemente su incidencia, ya que se estima que, una de cada cinco personas a nivel mundial desarrollará cáncer a lo largo de su vida, es decir, los casos aumentarán entre un 64% y un 95%, según el informe Globocan, realizado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
Sin duda, uno de los tipos de cáncer más común es el colorrectal, el cual a nivel nacional es la quinta neoplasia de mayor incidencia en ambos sexos, motivo por el cual, el Ministerio de Salud reporta alrededor de 4600 a 5000 diagnósticos nuevos cada año, mientras que, aproximadamente 2000 a 3000 personas fallecen por cáncer de colon.
¿Qué es el cáncer de colon?
Es una neoplasia maligna que se origina en la mucosa de las paredes del recto y el colon. Como refirió Rafael Garatea, Coordinador de los Servicios de Cirugía General y Cirugía Oncológica de la Clínica Ricardo Palma a Bienestar de El Comercio, en la mayoría de los casos es causado por un crecimiento de pólipos, el cual es una alteración del reparo celular que se forma en el revestimiento del colon. En un primer momento, estos pueden ser inofensivos; sin embargo, con el paso del tiempo pueden transformarse en cáncer.
“Por lo general, los síntomas iniciales son muy parecidos a una mala digestión, dado que pueden haber cólicos, alteraciones en el ritmo evacuatorio, que va desde diarrea, estreñimiento o cambios en la consistencia de las heces. Además, es muy común que la materia fecal presente un sangrado rectal, ya sea como una hemorragia o pequeñas gotas de sangre. De igual forma, el paciente puede manifestar cansancio y falta de vitalidad, producto de una anemia, así como una pérdida de peso inexplicable”, indicó el especialista.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
En efecto, hay tres factores principales que pueden presentarse de forma independiente o mixta, incrementando así el riesgo de esta afección, como la obesidad, el tabaco y el alcohol. Es evidente que, estos hábitos nocivos van de la mano con el sedentarismo y una alimentación poco saludable, pues la ingesta de comidas muy procesas y carnes rojas, sumado al consumo casi inexistente de frutas y verduras, puede perjudicar a la salud. No obstante, también existe cierta predisposición por una carga genética.
“El factor hereditario en el Perú es muy bajo, estamos hablando que no más del 5%- 8% de los pacientes están relacionados a los antecedentes familiares. Sin embargo, es muy importante que las personas que tienen algún pariente que haya sufrido de cáncer, especialmente, el colorrectal, deben realizarse una evaluación para descartar la enfermedad. Igualmente, aquellas que han tenido algún tipo de neoplasia previa, como cáncer de mamá, ovario, cuello uterino o gástrico, e inclusive una afección intestinal inflamatoria: colitis ulcerativa o la enfermedad de Crohn, es importante que acudan a un especialista”, señaló Garatea.
¿A qué edad debemos realizarnos un examen preventivo?
Tanto en nuestro país como en el mundo, en los últimos años, el cáncer colorrectal ha tenido una mayor incidencia en personas jóvenes. Normalmente, la edad recomendada en ambos sexos para realizar un despistaje, es a los 50 años; sin embargo, con el aumento de casos, debe ser a partir de los 45 años, dado que los pacientes tienen una mayor predisposición para desarrollar pólipos, que un futuro pueden convertirse en cáncer. “Hoy los médicos contamos con tecnología de punta que nos permite detectar lesiones de hasta menos de 6 milímetros, tan pequeñas como un punto, y se logra un buen pronóstico para el paciente. La salud es todo y la detección temprana puede salvar sus vidas”, explicó Alfredo Aguilar, Director Médico de Oncología de la Clínica Internacional.
¿Cómo se realiza un diagnóstico de cáncer de colon?
El cáncer de colón es una neoplasia que en el fondo permite un diagnóstico temprano. Según Garatea esto supone tanto una ventaja como una desventaja, pues al desarrollarse lentamente el tumor, se puede actuar de forma inmediata, ya que existe más de un 90% de posibilidad de curación; no obstante, esto depende en gran medida, de la accesibilidad que tengan las personas a un sistema de salud.
En concreto, los exámenes que se realizan para detectar un posible cáncer colorrectal son: la prueba de sangre oculta, una colonoscopía completa, un estudio radiológico del colon a doble contraste y la colonoscopía virtual.
¿En qué consiste el tratamiento de cáncer de colon?
Definitivamente, es muy importante evaluar el estadio clínico en el que se encuentra el paciente para determinar qué tipo de tratamiento es el más recomendable; sin embargo, el más común para afrontar este tipo de neoplasia es la cirugía, la cual puede realizarse de manera tradicional, laparoscópica o robótica, según las características del tumor y del paciente, detalló el cirujano oncólogo de la Clínica Ricardo Palma.
Por otro lado, se puede administrar una quimioterapia para destruir las células malignas, ya sea antes o después de la operación. Adicionalmente, se suele realizar una radioterapia, con el fin de reducir el tumor y mejorar los síntomas.
¿Cómo podemos prevenir el cáncer de colon?
Sin lugar a duda, alrededor de un tercio de las muertes por cáncer colorrectal son causadas por los tres factores principales mencionados anteriormente, es por esta razón que, el doctor Aguilar brindó las siguientes recomendaciones para su prevención:
No fumar: Cuando una persona fuma tabaco, se transportan carcinógenos al colon, lo que puede provocar un aumento del tamaño de los pólipos. Además, diversos estudios han demostrado que los fumadores tienen 18% más de probabilidades de desarrollar cáncer colorrectal y un 25% más de probabilidades de morir a causa de la enfermedad.
Realizar ejercicio diario: Reduce el riesgo de cáncer de colon hasta en una cuarta parte. Por este motivo, se debe realizar algún tipo de actividad física por un periodo de 30 a 60 minutos, cinco días a la semana.
Alimentación saludable: La obesidad aumenta el riesgo de cáncer de colon, especialmente, si hay un exceso de grasa abdominal alrededor de la cintura. En esos casos, lo más importante es mantener un régimen nutricional balanceado, es decir, incrementar la ingesta de fibra y disminuir el consumo de grasas saturadas y azúcares.
Consumo de alcohol moderado: El alcohol es una causa conocida de varios tipos de cáncer, por ello se recomienda evitar su ingesta en exceso.
Conocer los antecedentes familiares: Si un paciente tiene un familiar directo que ha padecido de cáncer colorrectal, tiene dos o tres veces más riesgo de desarrollar la enfermedad.
“Es fundamental estar alertas ante cualquier molestia digestiva o alteración, en especial, en las heces, pues es muy común el sangrado, sean de color negro o rojo, así también como los cambios en el ritmo evacuatorio. Además, las personas no deben dejar de acudir a un especialista por el temor a una colonoscopía, ya que hoy en día existen profesionales capacitados para realizar este y otros procedimientos que brindan excelentes resultados”, declaró Garatea.
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