Probablemente, el verano es la estación del año más esperada por la mayoría de personas. A quién no le encanta gozar de un día soleado en la playa, con una vista espectacular del mar, comer un helado y lucir nuestros mejores looks veraniegos en una tarde con amigos. Sin embargo, las altas temperaturas pueden generar una serie de enfermedades en la piel que son bastante comunes durante esta época.
Definitivamente, una de las afecciones más conocidas son las quemaduras solares. No obstante, existen otros problemas de la piel, de los cuales también debemos protegernos. Este es el caso de la foliculitis, un tema del que creo no se habla mucho, a pesar de que, es bastante frecuente tanto en hombres como en mujeres.
¿Qué es la foliculitis?
La dermatóloga Yaril Moreyra, de la Clínica Ricardo Palma, la define como un trastorno de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se inflaman y por lo general, es causada por bacterias; es decir, nace porque el pelo no puede romper la barrera de la epidermis y no consigue salir al exterior. Muchas veces puede ser confundida con el acné, ya que en apariencia son bastante similares, con los característicos granos rojos, los cuales en ocasiones pueden llenarse de pus y causar picazón, irritación y dolor.
Esta enfermedad cutánea puede aparecer en diversas partes del cuerpo: cuero cabelludo, barba, axilas, extremidades, espalda, entre otros. Debemos saber que, si es leve desaparecerá en pocos días con ciertos cuidados básicos y sin dejar cicatrices. Aunque cuando es grave o recurrente, lo que recomienda Moreyra es que acudamos a un médico dermatólogo, puesto que sí es necesario tomar medicamentos para evitar posibles cicatrices y la caída del cabello.
¿Cuáles son las principales causas de esta afección?
La especialista refiere que algunos factores pueden incrementar el riesgo de sufrir foliculitis, tales como el uso frecuente de prendas sintéticas que atrapan el calor y sudor, ropa muy ajustada, baños de inmersión en tinas, jacuzzis o piscinas sin un buen mantenimiento, daños en los folículos pilosos por depilación o rasuración, el uso de peinados con tracción, pelucas y aceites. Igualmente, la ingesta de ciertos medicamentos, sudoración excesiva (hiperhidrosis) y enfermedades como diabetes, VIH, obesidad, etc.
Además, las personas con piel grasa y piel atópica pueden ser más propensas a sufrir de foliculitis, dado que en el primer caso las glándulas sebáceas son de gran tamaño y tienden a segregar más grasa, dando lugar a un mayor número de obstrucciones foliculares. Por su parte, en el segundo grupo, las pieles suelen sufrir sobreinfecciones por estafilococos.
¿Cómo podemos prevenir la foliculitis?
Como destacó previamente la dermatóloga, existen diferentes niveles de gravedad de la foliculitis. Por esta razón, es probable que los casos más severos sean un poco más difíciles de evitar, puesto que hay cierta predisposición para la aparición de estos quistes. Pero si no es tu caso en particular, te invito a que revises las siguientes recomendaciones:
- Lava la piel regularmente: usa una toalla limpia para secarte y jamás la compartas.
- Evita la fricción o presión en la piel: en especial el uso de mochilas pesadas y ropa ajustada o que no sea de algodón.
- Deja crecer la barba: esto es lo más recomendado para personas con foliculitis facial.
- Rasura con mucho cuidado: hazlo con menos frecuencia, lava la piel con agua tibia y jabón antes de afeitarte. Asimismo, ponte una generosa cantidad de crema para afeitar, rasúrate en dirección del crecimiento del vello.
- Navajas limpias y afiladas: siempre debes enjuágalas con agua tibia después de cada pasada.
- Exfoliación: debes realizarlo días antes de la depilación para preparar la piel.
- Usa solo jacuzzis y piscinas limpias: después de salir del agua debes quitarte el traje de baño, lavarlo y luego ducharte con abundante agua tibia y jabón.
- Desodorantes específicos: para la zona de las axilas debes utilizar un producto que sea para pieles sensibles.