En definitiva, el estar conectados e informados permanentemente es un lujo, puesto que tenemos acceso inmediato al contenido más actual y relevante. No obstante, debemos ser responsables sobre qué y cómo estamos asimilando la información, sobre todo en el plano de la salud. Existe una fuerte tendencia al autodiagnóstico, y otra aún más peligrosa: la automedicación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la automedicación como la selección y el uso de medicamentos por los individuos para tratar enfermedades o síntomas autoreconocidos, es decir, sin la prescripción de un médico.
Como manifiesta Josefa Pari-Olarte en el artículo científico, “Factores asociados con la automedicación no responsable en el Perú” en el portal web Scielo, este fenómeno constituye un importante problema de salud pública en todo el mundo y conduce al uso no contralado de los medicamentos, influenciado por los medios de comunicación, el entorno y la familia que ocasiona baja efectividad e inseguridad en los tratamientos, daños a la salud e insatisfacción del paciente, así como el uso inapropiado de los recursos médicos.
¿Cuáles son las causas principales de la automedicación?
Por lo general, las personas tienden a confundir el autocuidado con la automedicación, ya que la segunda acción involucra el uso indiscriminado de fármacos, los cuales pueden tener un efecto nocivo en el bienestar de los individuos.
Como se mencionó previamente, el acceso a la información es una de las principales causas; sin embargo, es importante reconocer que la venta de medicamentos sin receta médica, la falta de educación sanitaria y el costo excesivo de una atención médica, son serios problemas a nivel de salud pública que impulsan a las personas a automedicarse. Por esta razón, es fundamental una buena gestión en las instituciones para que las personas puedan acceder a una salud de calidad.
¿Cuáles son los peligros de automedicarse?
Según refiere el doctor Julio Cachay, especialista en medicina interna de la Clínica Ricardo Palma, este mal hábito puede complicar seriamente el cuadro del paciente, y en caso extremo, provocar la muerte; sobre todo, si se ingieren antibióticos, ya que puede causar una epidemia de súper bacterias.
Por este motivo, el especialista explica seis razones, por las cuales debemos abandonar esta peligrosa práctica.
1. Enmascaramiento de enfermedades: al disminuir los síntomas, algunos fármacos dificultan el diagnóstico de la afección. Por ejemplo, los antiespasmódicos alivian los cólicos abdominales y retardan el tratamiento quirúrgico en caso de apendicitis. Además, supone una pérdida de tiempo valioso para el tratamiento y recuperación del paciente.
2. Adicción: ciertos fármacos pueden provocar dependencia como los antitusivos (fármacos para disminuir la tos) con codeína, sin que la persona se percate. Aquí radica la importancia de pasar por consulta médica y no dejarse llevar por las recomendaciones de un amigo o familiar.
3. Todos los medicamentos, incluso aquellos de venta libre pueden generar efectos secundarios: en ocasiones, las reacciones adversas son más incómodas que los propios síntomas de la afección (alergias, intoxicaciones, entre otras), incluso pueden disminuir los efectos de otras medicinas, si se trata otras afecciones.
4. Cuadros graves: al tomar antibióticos sin control puede generar resistencia bacteriana. Los microorganismos al estar expuestos constantemente al medicamento mutan y desarrollan mecanismos de defensa. Esto ocasiona la pérdida de su eficacia y es necesario el empleo de antibióticos más potentes.
5. Falta de efectividad debido a condiciones inadecuadas: la elección de la medicina debe tener criterios clínicos. Existen cuadros que pueden ser confundidos por las personas con malestares previos y bajo este criterio tomar pastillas que no deberían. Por ejemplo, tomar antibióticos para tratar procesos virales.
6. Puede dañar sus órganos: la dosis de la medicina debe ser calculada por el doctor en la consulta. Si es muy baja no da resultados; si es alta puede tener serias consecuencias, en especial, si se sufre de enfermedades crónicas.
Finalmente, el médico advierte que, si consumimos medicamentos a la ligera, el remedio puede resultar peor que la enfermedad. Por este motivo, es muy importante siempre acudir a una consulta médica para tener un diagnóstico y tratamiento correcto.