Definitivamente, la salud sexual y reproductiva desempeña un rol fundamental en nuestro desarrollo y proyecto de vida personal. Es tal su importancia que, forma parte de lo objetivos de desarrollo sostenible aprobados por los estados miembros de las Naciones Unidas. Sin embargo, debemos ser conscientes que, actualmente, la edad promedio para iniciar una vida sexual es entre los 12 y 16 años. Por ejemplo, en el Perú, la Encuesta Demográfica y de la Salud Familiar determinó que más del 25% de las mujeres entre los 15 a 19 años mantenían una vida sexual activa y habían tenido más de una pareja sexual.
Lamentablemente, la sexualidad aún es un tema tabú en nuestra sociedad, por lo que las personas, en especial, los jóvenes no reciben una educación sexual adecuada, es decir, una orientación profesional que les permita tener toda la información en torno a los cuidados necesarios para vivir su desarrollo sexual de forma saludable. Cabe señalar que, esto puede generar una serie de consecuencias derivadas de conductas o comportamientos sexuales de riesgo, como los embarazos no planeados, infecciones de transmisión sexual (ITS), abortos, entre otras afecciones.
Probablemente, una de las ITS más común a nivel mundial sea el virus del papiloma humano (VPH), ya que la mayoría de hombres y mujeres se infectan poco después de iniciar su actividad sexual. Por esta razón, en el 2018 la Sociedad Internacional del Virus del Papiloma proclamó el 4 de marzo como el Día Internacional de la Concientización sobre el Virus del Papiloma Humano, con la finalidad de sensibilizar a la población sobre el riesgo potencial de padecer de esta enfermedad, así como la necesidad de aplicar las medidas de prevención pertinentes.
¿Qué es el virus del papiloma humano?
Según explicó Alida Oblitas, ginecóloga obstetra de la Clínica Ricardo Palma a Bienestar de El comercio, son un grupo de virus relacionados entre sí, que se contrae al tener relaciones sexuales, orales, vaginales y anales con una persona que tenga el virus.
Existen más de 100 serotipos del virus de papiloma humano; sin embargo, dos de los cuales pueden derivar en cáncer de cuello uterino, específicamente, los de tipo 16 y 18, ya que provocan casi el 50% de las lesiones precancerosas de gran malignidad en esta zona. Mientras que, el serotipo 6 y 11 producen verrugas en el cuello del útero, la vagina, la vulva y los genitales externos. Si bien es cierto, estas no son peligrosas, sí pueden volver a brotar en cualquier momento si es que el sistema inmunológico está muy bajo, planteó la especialista.
Como destacó la ginecóloga, este es un virus asintomático; no obstante, cuando existe algún tipo de signo o señal pueden ser producto de la presencia de la enfermedad del cáncer. Por esta razón, es fundamental que las mujeres recurran a los servicios de salud para realizarse una prueba de Papanicolau, la cual facilita la detección de cambios anormales en las células del cuello uterino.
¿Cómo es el diagnóstico del virus del papiloma humano?
En general, los profesionales de la salud pueden diagnosticar las verrugas al observarlas; no obstante, para hacer una evaluación más profunda que detecte cambios cervicales que pueden convertirse en cáncer, como comentó previamente Oblitas, es necesario realizar un Papanicolau. Además, existen otros exámenes más específicos, como la prueba del virus del papiloma humano, el cual consiste en un estudio de ADN que permite la búsqueda de 14 tipos diferentes de VPH, en especial el 16 y 18, que están más estrechamente relacionados con el cáncer cervical.
¿En qué consiste el tratamiento del virus del papiloma humano?
Si hablamos solamente de la medicina ortodoxa, aparentemente no hay tratamiento porque es un virus, pero la ginecóloga obstetra afirmó que, desde el punto de vista de la medicina funcional, esto tiene mucho que ver con el estilo de vida, el tipo de alimentación y cuántas parejas sexuales hemos tenido. No cabe duda que, desde los 15 o 20 años se realizan mayores encuentros sexuales causales y si bien, la protección de los preservativos en su mayoría es efectiva, cuando la persona ya presenta una displasia cervical o algunos cambios celulares es necesario recurrir a tratamientos diferentes.
En estos casos, los tratamientos son generalmente quirúrgicos, por lo que muchas veces se debe recurrir a una histerectomía, es decir, la extirpación del útero junto con otros órganos o tejidos o también sin estos. Sin embargo, las verrugas pueden ser tratadas de forma tópica o en casos más complicados pueden ser quemarlas o extirparlas, señaló Oblitas.
Igualmente, la especialista manifestó la importancia de algunos tratamientos complementarios, como la ozonoterapia o la aplicación de cocteles vitamínicos, orientados a mejorar el sistema inmunológico.
¿Cómo podemos prevenir el virus del papiloma humano?
Claramente, no podemos evitar las relaciones sexuales, pero sí se puede prevenir con la vacuna contra el virus del papiloma humano. La doctora indicó que, lo ideal es inocularse antes del inicio de la vida sexual, aunque también es muy recomendada en mujeres que son activas sexualmente, ya que permite una mayor protección ante el virus.
De igual manera, es muy importante someterse a un chequeo preventivo, en el caso de las mujeres, es necesario que se realicen todos los años la prueba de Papanicolau. Además, debemos tomar en cuenta que, al ser un virus, la clave para la prevención es mantener un sistema inmunológico adecuado, por ello debemos procurar evitar situaciones muy estresantes que puedan afectar nuestras defensas.