Dispepsia Funcional: una enfermedad gastrointestinal que se puede desarrollar debido a trastornos de la salud mental

Según la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO, por sus cifras en inglés), aproximadamente el 20% de la población mundial sufre de dispepsia, una enfermedad que afecta a la salud digestiva. Debido al Día Mundial de la Salud Digestiva Bienestar del Diario El Comercio conversó con la Dra. Edith Villafuerte, gastroenteróloga de la Clínica Stella Maris nos comenta todo acerca de esta enfermedad.

“La dispepsia funcional es una enfermedad crónica que se reconoce por sus síntomas. Entre ellos, la dolencia en el abdomen de manera recurrente, dolor o ardor en la parte superior del abdomen, hinchazón del abdomen, eructos, náuseas, saciedad rápida al comer”, explica Villafuerte.

Factores de riesgo de la Dispepsia

No se tiene claro las causas específicas de la enfermedad, sin embargo, según MayoClinic, Biblioteca de medicina de Estados Unidos, se considera que los principales factores de riesgo son:

• La bacteria Helicobacter Pylori.
• Estrés, depresión o ansiedad, “generan ácidos” que producen estas afecciones”.
• Ser mujer.
• Usar determinados analgésicos de venta sin receta médica. Algunos son la aspirina y el ibuprofeno, los que pueden causar problemas estomacales.
• Fumar.
• Tener antecedentes de abuso físico o sexual en la infancia.

4 consejos para prevenir la Dispepsia

La doctora nos menciona algunos consejos para prevenir esta enfermedad crónica. Recordemos que la Dispepsia puede desencadenar cáncer de estómago si es que no se trata.

1. Consumir alimentos saludables y de fácil digestión: Para prevenir el cáncer de estómago, esta es una de las principales recomendaciones. Como resultado, debe dar prioridad al consumo de frutas, verduras y granos integrales, evitando los alimentos procesados, picantes, altos en grasa y las bebidas con mucha azúcar agregada. Los alimentos fáciles de digerir incluyen, por ejemplo, yogur, patatas, zanahorias, pescado, pollo, papaya, peras y sopas caseras.
2. Controlar con fármacos procinéticos:  También se pueden utilizar antiácidos o protectores de la mucosa gástrica si se comen ocasionalmente alimentos que provocan malestar estomacal para mejorar el proceso digestivo.
3. Realizar actividades físicas: Pueden ser actividades físicas, baile o cualquier otra forma de movimiento que libere dopamina, la hormona que hace que las personas se sientan bien. Estas actividades también ayudan a reducir los niveles de estrés y preocupación. Además, se ha demostrado que el ejercicio puede ayudar a reducir el riesgo de hasta 13 tipos de cáncer diferentes.
4. Evitar el consumo de alcohol y tabaco: Para reducir la posibilidad de accidentes o muertes, se debe enseñar un comportamiento responsable. Recuerde que los cambios genéticos y las reacciones provocadas por la descomposición del alcohol afectan las células y hacen que se vuelvan cancerosas.

¿Cuándo consultar con el médico?

Hay síntomas que son graves, a los cuales debemos prestarles mayor atención y consultar a un médico de inmediato.

• Vómitos con sangre.
• Heces oscuras o alquitranadas.
• Falta de aire.
• Dolor en la mandíbula, el cuello o el brazo.
• Pérdida de peso sin causa aparente.

¿Cuál es la mejor manera de tratarla?

Para evitar desarrollar cáncer de estómago, se debe prestar atención al tratamiento. Por ello, Villafuerte nos brinda las maneras de tratarla.

1. Corregir los factores desencadenantes con pastillas: Se recomienda acudir a un experto para ser recetado, pero la doctora recomienda omeprasol o sus derivados. Hay un grupo de fármacos también que se denominan prosinéticos que estimulan el tránsito gastrointestinal.
2. Antidepresivos en dosis bajas: El médico puede recomendarle dosis bajas de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y antidepresivos tricíclicos. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la actividad de las neuronas que regulan el dolor abdominal.
3. Terapia Conductual: Trabajar con un psicólogo o consejero puede ayudar a aliviar los síntomas si es que no mejoran con medicamentos. Un consejero o terapeuta puede enseñarte técnicas de relajación que te ayuden a lidiar con tus síntomas. También puedes aprender maneras de reducir el estrés para controlar los síntomas, mediante la meditación y otras técnicas de relajación.