Milenka Duarte

Actualmente, llevamos un ritmo de vida bastante acelerado, en donde los días cada vez nos resultan más cortos por lo que requerimos de horas adicionales para cumplir con todas las exigencias de una sociedad dominada por la cultura de la inmediatez. Por esta razón, nuestra salud ha pasado a un segundo plano, pues ciertas funciones biológicas, como el sueño han quedado en el olvido, ya que la falta de tiempo muchas veces resulta ser la excusa perfecta para colocar a esta necesidad primaria en el último lugar de nuestra lista de prioridades diarias.