Un equipo multidisciplinario de la Clínica San Pablo Surco, realizó con éxito la implantación de una endoprótesis vascular por vía percutánea para el reemplazo de la aorta ascendente, cayado aórtico y aorta descendente por primera vez en Latinoamérica.
Un equipo multidisciplinario de la Clínica San Pablo Surco, realizó con éxito la implantación de una endoprótesis vascular por vía percutánea para el reemplazo de la aorta ascendente, cayado aórtico y aorta descendente por primera vez en Latinoamérica.
Milenka Duarte

La ha logrado marcar un antes y un después, especialmente en el , pues gracias a ella se han podido desarrollar más efectivos y menos invasivos para abordar diversos , como los . Se trata de una dilatación de la aorta a nivel de las arterias cerebrales y de los miembros inferiores. Antiguamente se trataban mediante una abierta con una mortalidad mayor del 20%, mientras que, en la actualidad con un riesgo menor del 2% se emplea como metodología central, la .

El pasado 4 de julio, un equipo multidisciplinario de la Clínica San Pablo Surco liderado por el doctor Giafar Abuhadba, llevó a cabo por primera vez en Latinoamérica, la implantación de una endoprótesis vascular por vía percutánea con un innovador sistema que permite reemplazar la aorta ascendente, cayado aórtico y aorta descendente en un paciente varón de 56 años, el cual fue diagnosticado con un aneurisma del arco aórtico.

“Contar con esta tecnología de vanguardia representa un gran avance en el tratamiento de las distintas patologías que comprometen la aorta, pues si bien desde hace una década venimos realizando endoprótesis para la corrección de los aneurismas a nivel visceral, aún no contábamos con un dispositivo que nos permita trabajar la parte torácica, por lo que la única alternativa que teníamos eran las cirugías a tórax abierto con parada circulatoria en el paciente”, destacó Giafar Abuhadba, cirujano vascular y endovascular de la Clínica San Pablo Surco a de El Comercio.

“Dichas cirugías toman entre 4 a 6 horas, además de que supone complicaciones posteriores y requiere de un mayor tiempo de recuperación. Este nuevo sistema permite un mayor alcance y por medio de estas endoprótesis, que son injertos rectos con un stent o malla metálica comprimidas, ingresan por vía percutánea mediante pequeñas incisiones a nivel de la ingle. Al autoexpandirse, logran sellar por dentro el aneurisma”, añade.

La cirugía con este innovador dispositivo supone una mortalidad de menos del 2%, así como una hospitalización de tres días, pues al ser una técnica mínimamente invasiva, incrementa las posibilidades de una pronta mejora y que el paciente pueda recuperar su calidad de vida.
La cirugía con este innovador dispositivo supone una mortalidad de menos del 2%, así como una hospitalización de tres días, pues al ser una técnica mínimamente invasiva, incrementa las posibilidades de una pronta mejora y que el paciente pueda recuperar su calidad de vida.

¿Cuáles son los beneficios de la endoprótesis vascular por vía percutánea?

Sin duda, uno de los principales beneficios de esta cirugía endovascular es que es mínimamente invasiva, y su tiempo operatorio es inferior a una cirugía convencional, pues esta dura 3 horas aproximadamente. La recuperación es más rápida y presenta un menor riesgo de complicaciones intraoperatorias, por lo que se reduce el requerimiento de transfusión sanguínea. Al ser una técnica con una mortalidad menor del 2%, no supone riesgos postoperatorios, refirió Abuhadba.

La recuperación que va a tener el paciente es prácticamente inmediata, pues en estos casos es de dos o tres días postoperatorios, a diferencia de una cirugía convencional que requiere de un mes como mínimo. Lo más importante de este tipo de cirugía es que la persona puede retomar su vida con normalidad a los pocos días, puesto que no existe ningún tipo de restricción en cuanto a alimentación o actividad, lo único que sí es necesario es realizar un buen seguimiento para observar el comportamiento de la prótesis dentro del organismo”.

¿Cuáles son los criterios para determinar si un paciente es candidato para la endoprótesis vascular por vía percutánea?

Si bien es cierto, con esta endoprótesis vascular se puede reemplazar prácticamente toda la aorta por vía percutánea, permitiendo así tratar diversos tipos de aneurismas; sin embargo, es importante tener en cuenta algunos criterios para determinar si un paciente es candidato para someterse a una cirugía con este innovador sistema. En primer lugar, como precisó el cirujano vascular, es esencial considerar el tamaño, forma y localización del aneurisma, así como también evaluar las comorbilidades del paciente, es decir, determinar cuáles son sus principales factores de riesgo. Además, un criterio fundamental para la implantación de este tipo de prótesis es el diámetro y la longitud del tronco braquiocefálico, el cual debe ser de unos 2 o 3 centímetros aproximadamente.

Antes de la cirugía, el paciente debe someterse a una evaluación médica exhaustiva que incluye pruebas como tomografías, las cuales confirman el diagnóstico del aneurisma y determinan su tamaño y ubicación.
Antes de la cirugía, el paciente debe someterse a una evaluación médica exhaustiva que incluye pruebas como tomografías, las cuales confirman el diagnóstico del aneurisma y determinan su tamaño y ubicación.

¿Cómo es la cirugía con la endoprótesis vascular vía percutánea?

En principio, como indicó el médico endovascular, es sustancial estudiar al paciente mediante una tomografía, la cual ayuda a determinar si el paciente es un candidato idóneo para someterse a la cirugía bajo este nuevo sistema. Una vez demostrada la factibilidad, se realizan unas derivaciones del flujo sanguíneo de los troncos supraaórticos a través de unos bypasses, que permiten que las otras arterias cerebrales sean perfundidas.

Luego de unos cinco días, el paciente está listo para ser intervenido, por lo que se le coloca una anestesia general e inmeditamente después, se realizan dos pequeñas incisiones de dos centímetros en la ingle y la otra a nivel de la axila, mediante las cuales, se inserta un catéter flexible con un dispositivo de imagenología, como la fluoroscopia, con la finalidad de poder observar el recorrido interno de la endoprótesis hasta llegar al sitio en el que se localiza el aneurisma.

Una vez que el catéter está bien ubicado, se libera la endoprótesis, la cual se direcciona hacia la parte del brazo, y cuando se genera la apertura de la misma, la primera zona en la que se ramifica es en el tronco braquiocefálico, seguida de otra rama que va hacia la aorta ascendente, así como también al cayado aórtico y finalmente, a la aorta descendiente, por lo que este nuevo sistema brinda un mejor alcance de la aorta en general, permitiendo así reforzar la zona debilitada del aneurisma y evitar el riesgo de una posible ruptura, explicó el especialista.

“Este tipo de cirugía requiere de un equipo multidisciplinario, por lo que se necesita de la intervención de un anestesiólogo y de especialistas en el área cardiovascular, ya que antes de iniciar con la cirugía, se debe colocar un marcapasos temporario para poder hacer un adecuado despliegue del dispositivo y evitar así, que este se movilice o se desvíe a otra zona del organismo, producto de las contracciones y latidos que realiza el corazón, puesto que se trabaja a unos escasos 5 o 6 centímetros del mismo”.

Tras la cirugía, es importante realizar un seguimiento médico por medio de una serie de tomografías, con el fin de observar la adaptación del dispositivo en el organismo y así poder garantizar que el aneurisma está presurizado.
Tras la cirugía, es importante realizar un seguimiento médico por medio de una serie de tomografías, con el fin de observar la adaptación del dispositivo en el organismo y así poder garantizar que el aneurisma está presurizado.

¿Cuáles son los resultados a largo plazo con la endoprótesis vascular por vía percutánea?

Gracias a la tecnología, actualmente no existe un riesgo de fractura del dispositivo, pues son fabricados para durar prácticamente toda la vida; sin embargo, lo único que podría interferir tras la implantación de la endoprótesis y causar una reintervención, es la propia anotomía del paciente, pues tras la cirugía esta se ve alterada y se produce un cambio en la misma, por lo que podría movilizar el stent. Por esta razón, es crucial realizar un seguimiento permanente a través de tomografías para observar cómo el organismo se va acomodando ante la presencia de la endoprótesis, señaló.

De acuerdo con Giafar Abuhadba, se debe llevar a cabo un control tomográfico para garantizar que el aneurisma esté presurizado y que no existe riesgo de ruptura, al igual que, para verificar que la rama que va hacia el tronco braquiocefálico tenga un flujo adecuado para que mantenga una perfusión cerebral. Por consiguiente, se debe hacer una tomografía postoperatoria, al mes, a los seis meses y al año.

“Sin duda, esto no solo marca un hito para la medicina latinoamericana, sino también para el Perú, ya que esto nos demuestra que, nuestro país está a la vanguardia y a la par de muchos otros países en cuanto a tecnología, infraestructura y personal capacitado, siendo estos recursos fundamentales para poder realizar este tipo de procedimientos complejos e importantes que pueden cambiar y mejorar drásticamente la calidad de vida de miles de pacientes”.

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