Actualmente, existe una amplia variedad de enfermedades y, gracias al avance de la ciencia y la tecnología, es posible conocer la causa y los síntomas, lo que permite abordar de forma satisfactoria muchas de ellas, ya sea con una vacuna o un adecuado diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, hay afecciones, como la fibromialgia, que a pesar de, ser reconocidas por instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún genera mucho escepticismo, por la carencia de patrones lesionales objetivos; no obstante, es más común de lo que pensamos, ya que afecta a un 6% de la población mundial, cuya calidad de vida disminuye significativamente.
¿Qué es la fibromialgia?
El nombre fibromialgia deriva de: “fibros” = tejidos blandos del cuerpo, “mios” = músculos y “algia” = dolor, es decir, dolor musculoesquelético. Básicamente, es un síndrome doloroso crónico sin una etiología orgánica totalmente conocida, que se caracteriza por el dolor musculoesquelético generalizado, aumento de la sensibilidad al dolor, rigidez y fatiga, entendida como cansancio continuo y sueño no reparador de manera que, tienen una sensación de no haber descansado durante la noche al ser un sueño superficial y de mala calidad, expresa Manuel López Espino en un artículo de la revista Clínica y Salud.
¿Cuál es la causa de la fibromialgia?
Si bien, no se conoce el origen de este padecimiento, se considera multifactorial, combinando factores genéticos y ambientales, los cuales condicionando una alteración persistente en la regulación del dolor. Como explica Óscar Chigne, reumatólogo de la Clínica Ricardo Palma, el riesgo de padecer fibromialgia está modulado por múltiples factores, destacando el sexo femenino, agregación familiar (riesgo 8 veces mayor en familiares de primer grado) y los aspectos ambientales como: infecciones, estrés prolongado, enfermedades autoinmunes, alteraciones psicosociales, enfermedades que cursan con dolor crónico, etc.
¿Cuáles son los síntomas de la fibromialgia?
Definitivamente, la identificación de sus síntomas permiten diferenciarla de otras patologías, como la artritis reumatoide, y de esta manera, facilita un tratamiento multidisciplinar más eficaz. Cabe señalar que, los síntomas pueden presentarse de forma permanente u ocasional, además de no afectar a todos los pacientes por igual.
Síntomas de la fibromialgia |
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Dolor musculoesquelético crónico |
Fatiga |
Alteraciones del sueño o rigidez matutina |
Hinchazón de manos y extremidades |
Sensación de hormigueos o calambres |
Cefaleas |
Mareos |
Bruxismo (rechinar los dientes) |
Dolor de la articulación mandibular |
Dolor abdominal, torácico y pélvico |
Problemas de piel |
Intolerancia al frío |
Síndrome de piernas inquietas |
Hipersensibilidad ambiental (luz, ruidos, olores, etc.) |
Estados de angustia o depresión |
¿Cómo impacta la fibromialgia en la vida de las personas?
Lamentablemente, el malestar físico y emocional que está vinculado con sus síntomas y la limitación que puede llegar a generar, obstaculiza el desarrollo de las actividades cotidianas, de forma que, impacta significativamente en la calidad de vida de los pacientes, pues altera sus relaciones personales familiares, sociales y laborales, destaca Chigne.
“Aunque la fibromialgia no produce daño y destrucción articular o muscular, desde luego puede generar una discapacidad funcional derivada de trastornos de sensibilización a nivel del sistema nervioso central y periférico al incrementar patológicamente la sensación de dolor y afectar el modo en que estas señales son procesadas”.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de la fibromialgia?
En concreto, el diagnóstico se logra por medio de una historia clínica y un examen físico, los cuales son invaluables, especialmente, por la naturaleza de los síntomas y los hallazgos tras la exploración física. Según el reumatólogo, el factor principal que se requiere para llevar a cabo el diagnóstico es el dolor generalizado, pero asociado a problemas de sueño, memoria y/o fatiga durante al menos tres meses, siendo posible que, se hayan observado periodos de remisión y actividad a lo largo de la evolución.
Adicionalmente, el médico de la Clínica Ricardo Palma indica que, la diversidad de síntomas musculoesqueléticos y factores complementarios y moduladores, definen muchas veces variaciones en el cuadro clínico, lo cual puede complicar el diagnóstico de la fibromialgia. Por esta razón, surge la necesidad de realizar un descarte de otros posibles trastornos, ya que puede coexistir con síndromes dolorosos, tales como tendinopatías, síndrome de hipermovilidad articular, polimialgia neumática u osteoartritis.
¿En qué consiste el tratamiento de la fibromialgia?
Es importante tener en cuenta que, la fibromialgia es una enfermedad que no tiene cura; sin embargo, el tratamiento tiene como principal objetivo, reducir sus síntomas, es decir, el dolor difuso crónico, fatiga, insomnio y disfunción cognitiva, con la finalidad de mejorar el estado de salud de los pacientes. Básicamente, consiste en el uso de medicamentos que están dirigidos a gestionar el dolor muscular generalizado, al igual que, se emplean acciones no farmacológicas enfocadas en estrategias de cuidado personal, como terapia de rehabilitación física, apoyo psicológico y asesoría nutricional, recalca el especialista.
Recuerda que, ante cualquier síntoma o malestar que persista, es fundamental acudir a un médico para realizar un evaluación, con el fin de obtener un diagnóstico precoz y preciso y, en caso sea necesario, un tratamiento adecuado y monitoreado por un especialista de la salud.
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