Insuficiencia venosa: ¿Qué medidas preventivas nos ayudan a reducir el riesgo de desarrollar una mala circulación sanguínea?

El corazón de una persona adulta bombea aproximadamente cinco litros de sangre a todo el cuerpo cada minuto; no obstante, en ocasiones este líquido rojo puede tener dificultades para subir y seguir su curso nuevamente hasta el corazón, razón por la cual, suele acumularse en una parte específica del cuerpo, básicamente, esto se genera por una afección denominada insuficiencia venosa o como se le conoce coloquialmente, mala circulación. Desde luego, es una patología vascular que constituye probablemente la enfermedad crónica más común que afecta a los seres humanos, pues suele presentarse con gran frecuencia, es de carácter progresivo y puede llegar a generar invalides en sus estadios avanzados.

¿Qué es la insuficiencia venosa?

Esta enfermedad es una alternación funcional del retorno venoso, debido a una insuficiencia valvular venosa con o sin obstrucción venosa. Como explicó José Antonio Chávez Peche, cirujano vascular de la Clínica Ricardo Palma a Bienestar de El Comercio, esto hace referencia a una debilidad de la pared de la vena, la cual es el conducto que permite la subida de la sangre desde los pies hacia el corazón, es decir, contra la gravedad, por lo que, al no tener fuerza para mantenerse firme a la subida, esto termina congestionando las piernas, especialmente, los tobillos.

“De acuerdo a los reportes médicos esta suele presentarse en el 60% de la población; sin embargo, considero que en la práctica podría padecerlo más del 80% de la misma. Cabe mencionar que, la insuficiencia venosa suele presentarse con mayor frecuencia en mujeres, además de manifestarse con síntomas, como hinchazón, adormecimiento, calambres, hormigueo, pesadez y una serie de molestias en la zona de las piernas. En los casos más avanzados, los pacientes comienzan a tener lesiones, tales como, la aparición de arañas vasculares o telangiectasias que son unas rayitas bajo la piel que pueden ser de color rojo, morado o verde, dependiendo de la causa de las telangiectasias, así como se observan várices e incluso pueden formarse úlceras”.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la insuficiencia venosa?

Según el especialista vascular, para entender esta condición y qué es lo que lo agrava, es fundamental saber que todo el fundamento físico es lograr que la sangre suba al corazón de regreso. Si bien es cierto, el bombeo es fácil porque el corazón late y la dispara, pueden surgir dificultades para el regreso de la sangre, a pesar de la presencia de la gravedad. Por consiguiente, se considera como factor de riesgo todo aquello que hace que empeore o que limite el recorrido de la sangre por lo que, en principio, el tener sobrepeso, que uno cargue demasiado peso o realice mucho esfuerzo físico pueden repercutir significativamente.

Asimismo, la falta de actividad física puede impactar, ya que hay un concepto de bombeo muscular en el cual, el movimiento de las piernas hace que la contracción de los músculos provoque una presión en las venas de entre 200 y 300 mmHg, lo que hace que la sangre suba más fácil hacia el corazón. “Si uno mueve menos las piernas, ya sea porque está todo el día sentado o parado la sangre va a subir con dificultad, generando así una mayor congestión”¸ señaló Chávez Peche.

De igual manera, como destacó el médico, las temporadas de calor pueden ser un factor de riesgo, puesto que con las altas temperaturas las venas tienden a dilatarse, lo que incrementa las molestias y síntomas en el paciente. Por otro lado, el embarazo puede generar más dolores, ya que todo aquello que aumente el peso a nivel abdominal va a agravar la situación.

“Definitivamente, la edad siempre va a representar un riesgo, pues al ser una enfermedad crónica e incurable, cuantos más años tiene una persona, hay una mayor progresión de la condición; no obstante, en la actualidad se ha observado casos de pacientes muy jóvenes de 20 años, por lo que cada vez está dejando de ser una afección exclusiva para personas mayores, antes la media era 70 años, mientras que, hoy en día es alrededor de los 40″.

¿Cuáles son las mayores complicaciones o riesgos de padecer insuficiencia venosa?

En primer lugar, es importante saber que no es una enfermedad mortal, ya que tiene poca o mínima mortalidad y también el riesgo de pérdida de extremidad es bastante bajo, aunque es un padecimiento que puede complicarse y desencadenar trombosis o varicorragia, pues hay una várice abultada que se revienta y comienza a sangrar espontáneamente hacia afuera. Igualmente, pueden generarse úlceras, las cuales pueden causar infección, hinchazón y mucho dolor, además de ser muy sangrantes y difíciles de sanar, expresó el cirujano vascular.

¿Cómo debe tratarse la insuficiencia venosa?

En efecto, esta enfermedad debe ser evaluada por un cirujano de tórax y cardiovascular, puesto que es esencial determinar el estadio del paciente para poder pautear y comenzar con el tratamiento más adecuado, ya sea con una intervención quirúrgica o un tratamiento preventivo con pastillas o principalmente con medias de compresión, las cuales mejoran el flujo sanguíneo, manifestó el profesional de salud.

“Es importante recalcar que, ningún tratamiento es curativo, simplemente lo que se pretende es aliviar los síntomas y prevenir la progresión de la enfermedad. Por ejemplo, si un individuo de 45 años que está en estadio 1, lo ideal sería que se mantenga así con el paso de los años y que lleve un tratamiento preventivo y de control. En caso el paciente se encuentre en estadio 3 o 4, lo más recomendable es la cirugía que puede hacer que la enfermedad retroceda de estadio, pero tampoco es curativa”

¿Hay manera de prevenir la insuficiencia venosa?

Esta es una enfermedad que predomina el factor genético, motivo por el cual, si tenemos algún familiar que padezca de várices, lo más pertinente sería vivir de forma saludable, en otras palabras, llevar una alimentación balanceada y baja en condimentos, en especial, de picante. Adicionalmente, es fundamental evitar subir de peso, por ello es necesario realizar alguna actividad física de forma regular, pues la falta de movilidad puede ser un factor de riesgo importante.

“Ciertamente, es clave acudir a un especialista, pues la mala circulación es bastante frecuente y debemos estar aún más alertas si existen casos en la familia con esta enfermedad. Es importante un diagnóstico precoz, además de saber cómo cuidarnos a futuro porque usualmente, esto no solo pasa con los pacientes, sino también con los médicos, quienes creen que hay que esperar a tener las piernas llenas de lesiones para ser operados. Sin embargo, al ser una afección que no tiene cura, siempre pueden aparecer nuevas molestias y lesiones, por esta razón, es necesario seguir las medidas preventivas y adoptar hábitos saludables”, comentó el especialista.

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