La carrera más dura del mundo ha cobrado la vida de 25 de sus participantes, pero sigue siendo una de las que más expectativa genera en el planeta. (Foto: AFP)
La carrera más dura del mundo ha cobrado la vida de 25 de sus participantes, pero sigue siendo una de las que más expectativa genera en el planeta. (Foto: AFP)
Redacción DT

La aventura dakariana se inició en 1977. El francés Thierry Sabine se extravió con su moto en el desierto de Libia en pleno Rally Abidjan-Niza. Él no recuerda muy bien cómo lo encontraron pero tenía en la memoria que, ni bien se recuperó de la deshidratación, un desvarío lo había mantenido inmune: el raid más largo del mundo.

De esta manera, Sabine le contó a todos sus amigos pilotos los espectaculares paisajes que había visto. “Recuerdo que me miraban como si contara la historia de un tesoro”, indicó. A cada uno de ellos les explicó lo maravilloso de presenciar cada duna y aprovechaba las servilletas de los cafés donde se reunía para trazarles el recorrido de ensueño que atesoraba aún en su mente.

La idea era sacada de los pelos, en gran medida porque nacía de Thierry, un espíritu deportivo ingobernable que todos reconocían como un piloto temerario que siempre buscaba un reto mayor para sentirse vivo. La curiosidad del resto e convirtió en un proyecto y es así como un año después, tras todos los reconocimientos pertinentes, se presentó un recorrido que partía de Europa, pasaba por Alger, Agadez y terminaba en Dakar. Un reto que se inició el 26 de diciembre de 1978 con la espectacular partida simbólica en la plaza del Trocadero, frente a la torre Eiffel, y donde 182 vehículos solamente tenían en claro el lema del creador de la prueba: “Un desafío para aquellos que parten. Un sueño para quienes se quedan”.

En Lima, el 6 de enero, se cumplirán 40 años de la conversión del sueño de Thierry en este reto que hoy sobrevive.

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