Rusia 2018 será el Mundial más caro de la historia
Rusia 2018 será el Mundial más caro de la historia
Agencia Bloomberg

(Por V. Andrade, Bloomberg). Cada cuatro años, cuando los fanáticos del fútbol se preparan para la , los investigadores participan en su propio juego: tratar de determinar qué tan costoso es el torneo para los empleadores y las economías. Nuestra propia contribución a este género sugiere que el cálculo es un poco más complejo de lo que generalmente se reconoce.

Para calcular el número de horas productivas en riesgo en el torneo de este año, asumimos que el horario de la oficina local es entre 9:00 a.m. y 5:00 p.m., y que el 50% de la fuerza de trabajo de cada país estará interesada en ver los partidos. Estimamos que un total de US$14.500 millones en producto interno bruto en todo el mundo podría estar en riesgo en las primeras dos semanas del torneo.

A partir de ahí, sin embargo, la historia se vuelve más complicada.

Quizás contrario a la lógica, ver fútbol en realidad podría aumentar la en un día de trabajo. Como demuestra un reciente estudio, ver fútbol puede afectar la felicidad de un fanático una hora antes del inicio del partido y hasta tres horas después de que los jugadores desaparecen por el túnel. 

Otra investigación demostró que aumentar la felicidad de las personas puede hacerlas alrededor de un 10% a 12% más productivas en el trabajo, lo que implica que un buen día en la cancha dará lugar a un buen día en la oficina. La trampa es que el efecto negativo de ver perder a su equipo es el doble que el aumento en la felicidad de verlos ganar.

Entonces, ¿qué nos dice esto sobre la Copa del Mundo?

Usando estas cifras como base, calculamos cuánto afectaría la productividad de los trabajadores el resultado esperado de cada partido, sobre la base de las probabilidades de los corredores de apuestas británicos. En total, encontramos que la mitad de los 48 partidos de la fase de grupos podría tener consecuencias. Aunque dichos cálculos son intrínsecamente especulativos, nos pueden contar una historia económica útil. Y en este caso, no se ve bien.

Veamos el juego entre Francia y Perú. Ese partido está programado para las 2:00 pm (hora de Francia) de un jueves, lo que significa que los trabajadores franceses estarán en el trabajo una hora antes y después del juego. 

Francia versus Perú
Francia versus Perú

Dado que Francia tiene una alta probabilidad de ganar este partido, estimamos que los trabajadores franceses serán un 4,4% más productivos ese día, lo que implica un aumento de US$354 millones en el PIB. Esa puede parecer una buena noticia. Sin embargo, este aumento no está cerca de compensar los US$2.000 millones que se perderán durante las dos horas del partido, por no hablar del impacto en el trabajo productivo si Francia pierde.

Brasil ofrece otro ejemplo aleccionador. Los partidos del país contra Serbia y Costa Rica probablemente serán costosos, ya que interrumpirán días de trabajo. Aunque Brasil es uno de los favoritos para ganar la Copa, la mayor productividad de estos triunfos no sería lo suficientemente significativa o duradera para compensar las horas de trabajo perdidas.

Una pérdida inesperada, mientras tanto, podría ser un desastre: si Brasil fuera derrotado por Costa Rica, la productividad podría disminuir un 14,4% en las horas posteriores al partido.

Dado que es probable que estos juegos actúen como un freno neto en la productividad, ¿qué medidas deberían tomarse para prepararse?

El gobierno de Brasil ha ideado una estrategia. Dijo recientemente que permitirá a los trabajadores estatales ajustar sus horarios cuando el equipo nacional compita. Para los partidos de la primera ronda, la mayoría de las reparticiones públicas permitirán que los empleados se vayan temprano cuando haya un partido en la tarde o lleguen más tarde cuando Brasil juegue en la mañana, un enfoque que al menos reconoce la realidad económica.

La selección de Brasil es la gran favorita para llevarse el título de Rusia 2018 y así convertirse en el único equipo hexacampeón de la historia del fútbol. (Foto: AFP)
La selección de Brasil es la gran favorita para llevarse el título de Rusia 2018 y así convertirse en el único equipo hexacampeón de la historia del fútbol. (Foto: AFP)

Sin embargo, fuera del Brasil –una nación que es loca por el fútbol--, es probable que pocos países tomen esas medidas. Entonces, dependerá de los empleadores decidir cómo enfrentar los partidos. Considerando lo que sabemos sobre cómo los deportes afectan la felicidad y la productividad, ¿qué deberían hacer?

Una opción es simplemente ignorar todo y esperar que los empleados se presenten como de costumbre. Otra podría ser negociar: deje que los trabajadores ajusten sus horarios para ver los partidos a cambio de recuperar el tiempo perdido de alguna otra manera. Estas dos tácticas minimizarían las interrupciones de la jornada laboral. Pero también podrían ser una oportunidad perdida.

Un tercer enfoque es seguir el ejemplo de la leyenda del fútbol holandés Johan Cruyff, quien una vez dijo: "El ataque es la mejor defensa". En ese espíritu, ¿por qué no encender la televisión de la oficina e invitar a los empleados a ver los partidos juntos? Es cierto, no se hará mucho trabajo. Pero piense en ello como una oportunidad para mejorar el compromiso, cultivar un mayor sentido de comunidad y construir una buena voluntad para el largo plazo.

Los beneficios de ese enfoque serían más difíciles de cuantificar que horas de trabajo perdidas. Pero recuerde que las altas satisfacciones del fútbol, y de los deportes en general, habitualmente son intangibles, y que los verdaderos costos y beneficios del Mundial casi con certeza no se puede medir en dólares.

*Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.