¿Sabías que sentarte a la mesa sin compañía puede hacer que comas más rápido, peor y de forma menos saludable? Al menos esto es lo que señala un estudio de la Universidad de Oviedo, España, según indica el portal Eroski Consumer. Además, se afirma que esta es una tendencia creciente, que tiene mayor incidencia en hombres que en mujeres.
De acuerdo con la investigación, cuando se come solo se suele incluir menos verduras, hortalizas y legumbres en el menú, mientras que se agregan carnes, pasteles o dulces y snacks. El hecho de comer solo implica que queramos comer más rápido y práctico, por lo que muchas veces optamos por comida pre-hecha o que se puede comer sin preparar, como quesos, embutidos, etc. En consecuencia, no solo comemos mal, sino que tenemos mayor tendencia a ganar peso y aumentar los niveles de colesterol y glucosa.
Por otra parte, se ha demostrado que quienes viven solos tienen menos motivación para hacer las compras y, por tanto, tienen una despensa menos variada y con pocos alimentos saludables. La soledad genera pereza para comprar y cocinar, además de una búsqueda de practicidad y menor tendencia a mantener horarios, todo lo cual afecta negativamente la alimentación.
¿Qué se puede hacer?
- Agárrale gusto a la buena alimentación y confía en tu capacidad de preparar una buena comida. Métete a clases de cocina o participa en foros de cocina en Internet: haz de ello un hobbie. Invita a tus amigos a casa para que prueben las cosas que aprendes a preparar. Genera un ambiente agradable a la hora de comer solo: pon música, busca una iluminación adecuada, abre las ventanas y disfruta.