Concurso Cocina Optimista: historias culinarias desde la prisión

Afuera del establecimiento penitenciario (EP) Anexo Mujeres de Chorrillos, algunos periodistas aguardaban la posible liberación de Nadine Heredia. Tiempo perdido, porque nada pasó. Y aunque esa historia no prosperó, una noticia se cocinaba tras los muros del penal.

Desde muy temprano 16 mujeres encendían el fogón para liberar su creatividad en ocho platos presentados en el certamen Cocina Optimista, organizado por el INPE y Ccori: Reciclaje Culinario, organización que busca crear conciencia sobre el desperdicio de alimentos y la inseguridad alimentaria. Tras cumplir tres talleres sobre técnicas de reciclaje impartidos por el chef Palmiro Ocampo (1087 Bistro), las reclusas aplicaron lo aprendido en una serie de recetas aderezadas con optimismo. El sabor y sus historias personales clamaban por una nueva oportunidad.

—Saber compartido—
En un año Verónica Rilo saldrá del penal, y quizá su futuro esté en la cocina, pues tiene potencial. La joven preparó en dupla con Liliana Dávila un caldo de huesos de pavo y verduras que además sirvieron como relleno de un wantán. Su sopa da utilidad a los huesos que en Navidad descartamos, y que llevan en el tuétano ese umami fundamental que reemplaza al glutamato monosódico, que aficionadas como Verónica suelen usar. Con su plato, obtuvo el segundo lugar.

Igual sentido de reciclaje culinario tuvieron Bertha Reyes y Carlita Jiménez, creadoras de África picante, plato que rescata la receta del ají relleno. Reconocida con el primer lugar del concurso, esta dupla se inspiró en la cocina de sus ancestros afroperuanos, quienes con las sobras del amo crearon buena parte de la cocina que disfrutamos hoy. Tras usar plátano en el relleno, dispusieron de la cáscara para crear un snack que es el emblema de Ccori. Porque en la cocina y en la vida, siempre habrá una nueva oportunidad.

África picante ganó el primer lugar
La cáscara de plátano fue el insumo utilizado por todas las reclusas del concurso, incluso por la dupla ganadora, que creó un ají relleno con plátano. Ellas aprovecharon las cáscaras del plátano preparando un nutritivo snack: cortado en tiritas, arrebozado con chuño y harina, y luego frito en aceite, este potencial desecho se transforma en un piqueo divertido.