Haga un pequeño ejercicio de memoria: ¿recuerda desde cuándo se come -y se ofrece en restaurantes- el cebiche fresco y crudo? La respuesta podría sorprenderlo: hace 30 años lo usual era dejarlo cocinar en el limón. Así eran las cosas en un Perú distinto, aunque no lejano. Uno que relegaba la quinua a un consumo humilde, donde el whisky y el coñac ocupaban un lugar que debía merecer el pisco y donde ningún joven apostaba por quedarse. En los 80, los limeños guardaban la cocina criolla para el consumo en el hogar y recurrían a la europea cada vez que querían sentirse importantes.
¿En qué momento cambiaron las cosas en nuestras mesas? ¿Qué productos han definido el boom culinario? ¿Quiénes son sus protagonistas? ¿Cómo llegó a convertirse la cocina en un arma social? Hoy en Somos, acompáñenos en un recorrido por tres décadas de gastronomía para probar todos los sabores de la fusión que llamamos Perú.