Con la llegada del invierno, nuestras mascotas requieren de una serie de cuidados especiales para poder enfrentar los desafíos que trae consigo esta estación del año. En definitiva, nuestros engreídos de cuatro patas van a sentir el impacto del cambio de temperatura y las condiciones ambientales, como el aire, la humedad o las corrientes de frío. Además, si tomamos en cuenta que cada raza tiene sus propias necesidades específicas cuando se trata de las variaciones climáticas. Desde perros con pelo grueso hasta gatos de pelaje corto, es importante adaptar el cuidado según las características individuales de nuestros pequeños, con la finalidad de estar preparados y así, poder garantizar su confort y su salud durante estos meses.
“Las mascotas tienen una temperatura corporal de alrededor de 39°C, a diferencia de las personas que mantenemos unos 37°C en promedio. Si bien la gran mayoría de perros y gatos suele contar con un pelaje natural; sin embargo, al ser de diferentes tamaños y razas, esto los hace tener diversos factores predisponentes para enfrentar estos aspectos del clima, motivo por el que, no todos están igualmente preparados para resistir temperaturas más bajas, presentando así una mayor sensibilidad al frío. Por ello, es fundamental enfocarnos en la prevención, es decir, controlar su refugio, verificar que la dieta sea la adecuada, realizarle sus chequeos médicos y estar correctamente asesorados por un especialista, entre muchas otras medidas”, expresó Consuelo Rojas Melgar, médico veterinaria de Aristocat a Hogar y Familia.
¿Qué enfermedades son más propensas a desarrollar las mascotas en invierno?
En invierno, las mascotas son más propensas a desarrollar ciertas condiciones médicas que van desde resfriados y gripes hasta otros procesos respiratorios más complejos, como la faringitis o la neumonía, pero el más común-en el caso de los perros-, es la traqueobronquitis infecciosa canina, que se caracteriza por una tos seca constante, la cual requiere de atención veterinaria para iniciar con el tratamiento antibiótico y antiinflamatorio, señaló el doctor Anghelo Centeno, médico de las veterinarias de Acvet.
“Otra enfermedad que pueden experimentar nuestros compañeros cuadrúpedos por la exposición prolongada a temperaturas frías, es la hipotermia, que se manifiesta a través de una serie de signos, como temblores, letargo y piel fría al tacto. Ante la sospecha de que la mascota está sufriendo de esta condición, es vital acudir con un veterinario de manera inmedita, pero como una especie de primeros auxilios podemos brindarle calor con un calefactor o ropa”.
Asimismo, como aseguró la médico veterinaria, al igual que los humanos, algunas mascotas pueden desarrollar alergias estacionales a medida que cambian las temporadas, lo que puede provocar síntomas, tales como la picazón en la piel y estornudos. También el clima frío puede empeorar algunos signos de la artritis en mascotas mayores o en aquellas con problemas articulares.
¿Cómo afectan los cambios climáticos al bienestar de las mascotas?
Además de los problemas respiratorios y las alergias estacionales, como precisó el doctor Centeno, estas condiciones meteorológicas pueden afectar su bienestar, puesto que pueden presentar alteraciones en su estado de ánimo, producto de los cambios de clima y en la rutina, los cuales pueden causar estrés en algunas mascotas, especialmente, en aquellas que son más sensibles a variaciones ambientales. De igual modo, estas pueden volverse menos activas durante el clima frío, repercutiendo así en su apetito, por lo que en algunos casos, pueden aumentar de peso y desarrollar ciertos problemas de salud relacionados si no se ajusta su dieta y su nivel de ejercicio.
“Es importante saber que, si bien en ocasiones, estos cambios pueden impactar en su bienestar integral, incluso a nivel emocional, en general, en los animales no se da de forma tan marcada como en las personas, quienes, por ejemplo, pueden llegar a sufrir de una depresión estacional. En realidad, en las mascotas es más por la influencia que el clima puede ejercer sobre su rutina como tal, ya que, si el cuadrúpedo está en el mismo ambiente, rodeado de las personas que quiere y que, a su vez lo aman, en otras palabras, con la misma dinámica familiar y la rutina, no debería producirse mayores problemas”, recalcó la especialista de Aristocat.
¿Qué razas de mascotas son más sensibles al clima frío?
Definitivamente, hay algunas razas de mascotas que son más sensibles al clima frío que otras debido a factores, como su tamaño, tipo de pelaje y origen geográfico. Por ejemplo, el husky siberiano, el malamute de Alaska, el san bernardo y el boyero de Berna, son razas que están adaptadas a climas fríos y pueden tolerar temperaturas más bajas, a deferencia de aquellos con pelaje más corto o menos denso. Por ello, como afirmó Rojar Melgar, tanto el chihuahua o el yorkshire terrier son razas friolentas por naturaleza, ya que no poseen una gran cantidad de masa muscular.
“Otro grupo de mascotas que tienen una mayor sensibilidad al frío, son las razas braquicefálicas, como el bulldog francés, bulldog inglés, pug, boston terrier, boxer, pekinés o shih tzu, que presentan características faciales distintas, como cráneos cortos y achatados y hocicos aplanados. Sin duda, estos rasgos anatómicos afectan su capacidad para regular la temperatura corporal de manera eficiente, por lo que el aire que ingresa a las vías respiratorias es mucho más frío y denso en el invierno”.
¿Qué cuidados especiales necesitan las mascotas mayores o aquellas con condiciones preexistentes?
De acuerdo con el médico de las veterinarias de Acvet, con las mascotas mayores hay que tener más cuidados con respecto a los cambios bruscos de temperatura y corrientes de aire, pues para ellos puede resultar más difícil regular su temperatura corporal, motivo por el cual, es fundamental proporcionarles un lugar cálido para dormir, como una cama con mantas suaves. Igualmente, los animales senior pueden presentar problemas de artritis u otras enfermedades articulares que suelen empeorar con el clima frío. Por lo tanto, es importante brindarles suplementos para sus articulaciones, siempre bajo la supervisión de su veterinario, así como evitar las superficies resbaladizas que pueden incrementar el riesgo de posibles lesiones.
“Es crucial cuidar de su alimentación, dado que pueden tener alguna condición de salud adicional. Por consiguiente, es relevante consultar con el especialista sobre la dieta durante esta temporada, pues en algunos casos, puede ser posible que requiera de más calorías para mantenerse caliente y saludable durante los meses más fríos. Asimismo, es vital garantizar el acceso a agua fresca en todo momento, ya que la deshidratación puede ocurrir incluso durante el invierno”.
¿Qué cuidados requieren las mascotas de pelo corto y las de pelo largo frente al frío?
Las mascotas de pelo corto como tienen menos pelaje para mantenerse abrigados, pueden necesitar de algún tipo de ayuda adicional para guardar el calor corporal, como un abrigo o ropa, sobre todo, cuando están al aire libre durante los días más fríos. En cambio, como refirió la doctora Rojas, con los animales de pelo largo es primordial priorizar el mantenimiento del pelaje, puesto que son más propensos a desarrollar nudos, lo que puede retener la humedad y hacer que se enfríen más rápidamente. Por esta razón, es sustancial cepillar regularmente su pelaje para eliminar el pelo muerto y prevenir la formación de enredos, medida que también los ayudará a mantenerse secos y más abrigados.
“Las mascotas de pelo largo a diferencia de las de pelo corto, no necesitan utilizar ropa, ya que su pelaje es como su abrigo; sin embargo, en caso de lluvia o en contacto con la nieve, sí es esencial protegerlos, justamente para evitar que su pelo se moje y desarrollen algún problema de salud”.
¿Es importante ajustar la dieta de las mascotas durante el invierno?
La dieta se define en alimentación y nutrición, en otras palabras, lo que se le brinde de alimento a la mascota debe contener todos los nutrientes necesarios para tener unas defensas altas y un correcto funcionamiento del organismo. Por este motivo, si se mantiene ese concepto relacionado con el tipo de actividad, no sería necesario cambiarlo en cada estación, a no ser que su necesidad energética sufra variaciones. Por ejemplo, si un perro de la costa se traslada al frío intenso de la sierra, sus necesidades y metabolismo se modificarán, por lo que, si se cambia de hábitat y de actividad, lo más probable es que sea indispensable una reevaluación de su plan alimentario, el cual debe determinarse en base a las calorías que la mascota va a gastar, explicó la experta.
“Desde luego, en ciertos casos es importante aumentar la cantidad y el valor calórico que se le ofrece, puesto que nuestros patas de cuatro patas necesitan más de estas calorías para mantener su temperatura corporal, aunque si padecen de sobrepeso u obesidad, es fundamental pasar previamente por una consulta veterinaria para establecer el régimen nutricional. Sin lugar a duda, mantener un buen aporte de proteínas, incluir grasas saludables, dar alimentos ricos en agua y todo aquello que sea una fuente de energía, es vital para asegurar su salud y bienestar. También su dieta puede contener premios para incrementar la cantidad de calorías, siempre y cuando, estén controladas las proporciones y sean lo más saludables y naturales posibles”, mencionó Anghelo Centeno.
¿Qué medidas preventivas se deben considerar durante el invierno?
Es importante recalcar la empatía que los seres humanos debemos mantener con nuestras mascotas y los animales en general, razón por la cual, tenemos que brindarles una serie de cuidados para garantizar su bienestar integral. Por eso, el profesional de Acvet destacó algunas medidas preventivas que hay que considerar para proteger a nuestros fieles amigos del frío:
- Brindarles un refugio adecuado, con mantas que lo abriguen y si es necesario, un calefactor o una cama térmica.
- Ponerles ropa para protegerlos y ayudarlos a mantener el calor corporal, evaluando siempre su tolerancia, sus características y reacciones alérgicas.
- Colocarles botas para proteger sus almohadillas si la temperatura es muy baja o está lloviendo.
- Realizar paseos cortos y regulares, asegurando que mantenga su peso y esté caliente.
- Hacer un ligero cambio en su alimentación, ya que quemaran más calorías durante esta temporada.
- Mucho cuidado con los cambios bruscos de temperatura, al salir o llegar a casa. Por lo tanto, es importante ayudarlos a que su organismo se adapte y se termorregule correctamente de forma progresiva.
- Disminuir la frecuencia de baños, puesto que los aceites naturales de su piel, ayudan mucho a mantener su pelaje saludable y enfrentar las temperaturas bajas.
- Tener al día su plan de vacunación y desparasitación, así como realizar los chequeos médicos de forma periódica para asegurar un buen estado de salud y bienestar.
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