El bullying genera gran preocupación en la sociedad contemporánea, pues es un fenómeno que impacta de forma significativa en la vida de una persona, especialmente a nivel mental y emocional. Pese a los diversos esfuerzos para crear conciencia y combatir esta situación en los colegios y las comunidades, aún persisten importantes desafíos sobre su prevención y mitigación. Esta situación ha llevado a un aumento en los casos de acoso escolar en los últimos años.
En el Perú, el Ministerio de Educación (MINEDU), a través del portal SíseVe, registró más de 13 mil casos solo en el 2023, mientras que desde el 2013 hasta febrero del presente año, el total de casos reportados escala a una cifra alarmante de 72.714.
Hogar&Familia de El Comercio conversó con dos especialistas para explorar diversas estrategias útiles para abordar y prevenir el bullying en los colegios, dado que es una problemática que merece una atención prioritaria y una acción colectiva inmediata.
¿Qué es el bullying?
El bullying o acoso es un comportamiento agresivo, repetido y deliberado que ocurre entre estudiantes en el contexto escolar. Básicamente, los estudiantes que ejercen bullying suelen intimidar, acosar, humillar y agredir, convirtiendo en su víctima a uno o más alumnos, los cuales son visualizados como débiles o vulnerables, precisó Karen Pérez Maraví, psicoterapeuta y docente de la escuela de posgrado de la Universidad Continental.
Además, el bullying puede manifestarse de diversas formas, por lo que es importante aprender a reconocerlas para abordar el problema de manera efectiva.
Tipos más comunes de bullying |
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Bullying verbal: Insultos, burlas, apodos ofensivos, rumores difamatorios, amenazas verbales, etc. |
Bullying físico: Golpear, empujar, pellizcar, lanzar objetos, dar patadas, entre otros actos físicos agresivos. |
Bullying social o relacional: Excluir, ignorar, difundir chismes, divulgar secretos, aislar a la víctima de su grupo de amigos, etc. |
Ciberbullying: Acoso a través de medios electrónicos, como mensajes de texto, correos electrónicos, redes sociales, foros en línea, etc. Además, puede incluir la difusión de imágenes o videos humillantes, comentarios hirientes, etc. |
Bullying sexual: Comentarios o gestos de naturaleza sexual no deseados, tocamientos no consensuados, acoso sexual, etc. |
¿Cómo sé si mi hijo sufre bullying en la escuela?
Identificar si un niño está siendo víctima de bullying puede representar un verdadero desafío para la intervención y prevención de este fenómeno, ya que a menudo los menores no suelen informar directamente sobre lo que están experimentando. Sin embargo, hay ciertas señales de alerta que tanto los padres como los docentes deben tomar en consideración. Entre las señales que pueden advertir sobre un posible caso de bullying, la psicoterapeuta destacó las siguientes:
- Cambios en el comportamiento: El niño se muestra retraído, ansioso, deprimido o agresivo. Por consiguiente, evita asistir al colegio, es poco comunicativo y no habla sobre las situaciones en el ámbito escolar.
- Problemas físicos inexplicables: Se evidencian lesiones, como moretones, cortes, rasguños o quemaduras. Algunos estudiantes víctimas de bullying somatizan el miedo y la angustia, por lo que pueden presentar dolores de cabeza, dolores de estómago, etc.
- Dificultades académicas: Demuestra una falta de interés en la escuela y bajo rendimiento, producto del ausentismo o la negación a asistir al colegio.
- Cambios en los hábitos alimenticios o de sueño: Dificultades para conciliar el sueño, incremento o disminución del apetito.
- Problemas emocionales: Presenta signos de tristeza, irritabilidad, miedo, desesperanza, angustia y estrés.
- Autolesiones o pensamientos suicidas: En casos extremos, el estudiante puede comenzar a lastimarse a sí mismo o expresar pensamientos de autolesión o suicidio.
¿Cuál es la importancia de la intervención temprana en casos de bullying?
Cuanto antes se intervenga en situaciones de bullying, menor será el impacto negativo en la víctima, tanto a corto como a largo plazo. Asimismo, como mencionó Antonella Galli, psicóloga y psicoterapeuta de la Clínica Ricardo Palma, la intervención temprana permite brindar apoyo inmediato al estudiante afectado, ayudándolo a sentirse seguro y protegido. De igual modo, esto puede ayudarlo a reducir el trauma emocional y promover su recuperación de forma más rápida.
“Desde luego, el poder abordar los casos de bullying de manera precoz permite enviar un mensaje claro de que el acoso no será tolerado en el entorno escolar, lo que a su vez favorece a crear un ambiente escolar más seguro para todos los alumnos. También brinda la oportunidad de modificar los comportamientos de los acosadores antes de que se conviertan en patrones arraigados, aprendiendo así nuevas maneras de relacionarse con los demás y desarrollar una mayor empatía hacia sus compañeros”, explica Galli.
Por su parte, la experta de la Universidad Continental recalcó la importancia de la intervención temprana, pues los efectos del bullying pueden ser devastadores y afectar de forma significativa el bienestar del niño, ya que puede experimentar ansiedad, depresión, baja autoestima, sentimientos de soledad y desesperanza, trastorno de estrés postraumático, dificultad para entablar relaciones interpersonales saludables, bajo rendimiento, problemas de concentración, falta de motivación e incluso pueden manifestar problemas a nivel físico, como dolores de cabeza, de estómago, trastornos del sueño, así como ciertos comportamientos de riesgo, tales como el abuso de sustancias, el consumo de alcohol, la autolesión o el suicidio.
¿Qué debería hacer un niño que está siendo víctima de bullying?
Como señaló Galli, es esencial que un niño que está siendo víctima no se quede callado y que pueda hablar con alguien de confianza sobre lo que le está sucediendo, con el fin de expresar con total libertad cómo se siente. Adicionalmente, es importante que reporte el caso de bullying a un adulto en la escuela, ya sea un consejero, profesor o director. Además, nunca debe recurrir a la violencia para contraatacar, ya que esto podría agravar la situación y exponerlo a un mayor peligro. Por ello, es primordial que siempre mantenga la calma, priorice su seguridad, se aleje del acosador e inmediatamente después, busque ayuda de otros compañeros o adultos, quienes puedan intervenir y frenar el bullying.
“Es fundamental que los niños recuerden que el acoso no es culpa de ellos y que no merecen ser maltratados de ninguna manera; al contrario, merecen respeto y seguridad en todo momento. Sin duda, el papel de los padres es vital, especialmente cuando sus hijos son víctimas de bullying. Por ello es sustancial que se muestren comprensivos y validen sus sentimientos, y mantengan una comunicación abierta y frecuente con ellos que les permita estar al tanto sus experiencias en la escuela. También es importante que los padres conciban este problema como algo serio y que reconozcan su gravedad, tomando medidas que permitan abordar de manera efectiva esta terrible situación. Asimismo, los padres deben instruir a sus hijos en el desarrollo de habilidades de afrontamiento, al igual que, deben fomentar su autoestima y resiliencia, con el objetivo de ayudarlos a superar las dificultades asociadas al acoso escolar”, aseguró la psicóloga Pérez Maraví.
¿Cómo prevenir el bullyng en las escuelas?
Ciertamente, es necesario abordar el bullying en los colegios y centros educativos, con el fin de promover el bienestar integral de todos los alumnos y que puedan desarrollarse en un ambiente seguro y saludable, lo que facilita y favorece a un aprendizaje más positivo y a una mayor motivación. Por lo tanto, como refirió la experta, es fundamental que las escuelas implementen una variedad de medidas de prevención, las cuales estén enfocadas en:
- Desarrollar normas y protocolos contra el bullying.
- Investigar y abordar los casos de bullying.
- Programas educativos, como talleres, charlas y actividades en el aula para sensibilizar a los estudiantes, maestros y personal sobre el bullying, sus efectos y cómo prevenirlo.
- Programas de tutoría entre pares, actividades de construcción de equipos y proyectos que promuevan un clima escolar positivo, y que además, fomenten la colaboración y el respeto mutuo.
- Promover la empatía, la tolerancia y la inclusión.
- Brindar apoyo emocional para las víctimas de bullying.
- Facilitar los primeros auxilios psicológicos.
- Desarrollar alianzas con centros psicológicos especializados.
- Establecer consecuencias claras, como medidas disciplinarias, educativas y de intervención para los acosadores.
- Participación de los padres, maestros, personal escolar y estudiantes en la prevención y abordaje del bullying.
- Crear comités escolares contra el acoso y prevención del bullying.
“En efecto, para el éxito de estas estrategias y medidas de prevención es esencial el papel que desempeñan los maestros y el personal escolar en general. Por ello, deben realizar un monitoreo constante, sobre todo, en los entornos escolares que son más vulnerables a ser escenarios de acoso, como el patio de recreo, los pasillos, a la salida, entre otros. Igualmente, los compañeros de clase y el resto del alumnado son también piezas claves para mitigar esta situación, ya que pueden brindar apoyo a las víctimas, intervenir de manera segura, promover la inclusión y la diversidad, rechazar el comportamiento de acoso y principalmente, participar activamente en crear un ambiente escolar seguro y respetuoso para todos por igual”, expresó la psicoterapeuta de la Clínica Ricardo Palma.
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