Hogar sin estrés: ¿Cómo las feromonas sintéticas ayudan a la adaptación de la mascota a una nueva casa?

La llegada de un nuevo miembro a la familia, siempre implica una serie de cambios, esfuerzos y aprendizajes necesarios para garantizar la armonía en el hogar. En definitiva, la adopción de una mascota es un momento muy especial, pues es el inicio de uno de los vínculos más fuertes que podemos llegar a desarrollar; sin embargo, un factor a tomar en cuenta es el período de adaptación del animal, por lo que es fundamental practicar la empatía y respetar el proceso de cada perro o gato. Así, evitamos generarle estrés.

Los primeros días son claves para el proceso de adaptación, por lo que se requiere de mucha paciencia y compresión, ya que va a depender del animal y sus experiencias pasadas para poder gestionar el cambio. Por ejemplo, en el caso de un cachorro, ir a una nueva casa puede producirle estrés, pues experimenta la falta de seguridad que sentía con la madre a través de la leche y las feromonas que emitía, por lo que va a tener que enfrentarse a nuevos olores, sonidos, espacios, personas y animales y, un mal manejo emocional en el animal puede generar bajas defensas, por ende, enfermedades, expresó Erika Quintana, médica veterinaria de Gabrica a Bienestar de El comercio.

“Siempre debe haber un período de adaptación en el cual, se le brinde a la mascota la oportunidad de explorar con cierta libertad el hogar, con el fin de que pueda ir descubriendo nuevos olores y que poco a poco se vaya sintiendo más cómoda. Además, recorrer la casa le permite identificar cuáles son las zonas seguras donde puede estar o refugiarse en caso sienta temor por algo en particular. Asimismo, es importante que, desde un principio se le asigne un espacio para que pueda dormir, comer y; sobre todo, es vital proporcionarle un ambiente relajado y calmado que la haga sentir protegida para poder afrontar esta nueva etapa, así como establecer rutinas, las cuales la ayudan a irse adaptando a su nuevo ritmo de vida”.

De acuerdo con la especialista, las señales más comunes de estrés en los perros suelen ser el ladrido excesivo sin razón aparente, morder los objetos, llorar o gemir, temblores, esconder la cola, bajar el lomo y orinarse en diversos lugares de la casa, mientras que, en el caso de los gatos, ellos tienden a miccionar sobre las cosas que les molestan o si va una persona extraña a la casa, se esconden.

“El estrés en la mascota puede ser provocado por diversos motivos, como un cambio de ambiente, la llegada de un nuevo animal o persona al hogar, ir al veterinario, cambios en la rutina o ruidos muy fuertes, tales como los fuegos artificiales. Ciertamente, este es un tema que hay que considerar, ya que los animales suelen ser más sensibles, por ejemplo, un perro puede oír entre 60 Hz y 45 kHz, mientras que un gato, entre 45 Hz y 64 kHz y en cuanto a la intensidad, este tipo de ruidos pueden ubicarse entre los 85 y 150 decibeles, motivo por el que, estos animales pueden oírlos tres veces más alto que una persona”.

Actualmente, existen productos a base de feromonas de perro o gato, que son sustancias químicas naturales que los animales liberan para comunicarse entre sí. Estas aportan grandes beneficios, especialmente, durante el proceso de adaptación, puesto que las feromonas sintéticas de apaciguamiento felino o canino, favorecen a la reducción del estrés y la ansiedad en la mascota, generando que se sienta más segura y relajada. Igualmente, ayudan a crear un ambiente familiar para el animal recién adoptado, ya que, al liberarse estas sustancias en el entorno, se puede imitar la presencia de feromonas de otros animales o de la madre, aportándoles una mayor sensación de familiaridad y seguridad, destacó Quintana.

“También desempeñan un papel crucial en el marcaje de territorio, pues al emplearse las feromonas, ayuda a la mascota a reconocer el nuevo hogar como su territorio y disminuir los niveles de estrés y ansiedad asociados al entorno desconocido, así como facilita la socialización en caso hayan varios animales en casa. En realidad, estos son los mejores aliados ante una situación de cambio o estrés en general, como viajes, visitas al veterinario o alteraciones en el entorno. Este tipo de productos tienen un olor imperceptible para los humanos, ya que es específico para la especie y pueden venir en diversas presentaciones, como spray, collares o difusores”.

De igual manera, se pueden utilizar las flores de Bach que ayudan a abordar desequilibrios emocionales y de comportamiento, por lo que se le puede dar varias gotas al día directamente en el hocico o en el agua. En concreto, estas plantas permiten modificar específicamente un tipo de conducta o emoción, pues trabajan a nivel de la energía del animal. Por ejemplo, si el problema de nuestro amigo cuadrúpedo es de ansiedad, se le debe administrar gotas especiales de ansiedad.

“Tanto las flores de Bach como las feromonas pueden ser empleadas para ayudar en las terapias de comportamiento; no obstante, es importante recordar que, ambos son tratamientos complementarios y su efectividad puede variar según la mascota y la situación, aunque por lo general, se suelen obtener muy buenos resultados, siempre se debe consultar previamente con un especialista para desarrollar un plan de tratamiento integral y que se ajuste a las necesidades de cada pequeño”.

En primer lugar, el animal siempre debe contar con agua limpia y consumir un alimento que sea de acuerdo a su etapa de vida, ya sea cachorro, adulto o senior, al igual que, los juguetes que deben ser especiales para su edad y tamaño, con el objetivo de prevenir que se los coman, asfixien o lastimen sus dientes. Como recomendó la experta en mascotas, se debe evitar los huesos de carnaza, los cuales pueden generar una obstrucción estomacal, infección gastrointestinal o perforación de los intestinos, por consiguiente, es mejor optar por productos, como los smartbones que son más digeribles y saludables.

Además, para garantizar su seguridad, se pueden colocar unas mallas que protejan las ventanas o que restrinjan el acceso de la mascota a zonas peligrosas, como el techo. Definitivamente, al sacar a nuestro perro o gato, es sumamente necesario que esté con correa en todo momento, para evitar que sea atropellado, se pierda o haya algún problema con otra persona o animal, recalcó Quintana.

“Es importante educar e irle enseñando progresivamente, por ejemplo, si queremos reforzar un comportamiento positivo, podemos darle un snack como premio y en caso sea necesario llamarle la atención, siempre debemos hacerlo en el momento y sin necesidad de gritar o castigarlo, con un simple no, comprenderá. Desde luego, es esencial velar por su bienestar integral, darle mucho amor y transmitirle seguridad, así como comprometernos con su esterilización.

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