La primera visita al dentista es un hito importante en la vida de un niño, ya que ayuda a sentar las bases para una buena salud bucal a lo largo de su vida. Sin embargo, para muchos infantes, la idea de ir al odontopediatra puede ser aterradora y generar cierto grado de ansiedad. Por esta razón, es necesario que los padres preparen adecuadamente a sus hijos, para que la experiencia sea más llevadera y agradable e incluso se logre establecer una relación positiva con la atención dental. Esto resulta beneficioso para su salud oral y su bienestar general.
¿Cuál es la importancia de la primera visita al dentista en la vida de un niño?
El cuidado de la salud bucodental es crucial desde las primeras etapas de vida, por lo que mantener una boca y unos dientes en perfectas condiciones desde la infancia evita no solo el desarrollo de problemas o incomodidades en dicho período, sino que también previene la aparición de patologías en edades adultas, las cuales son afecciones que pueden llegar a ser más difíciles de tratar si se espera hasta entonces. Por ejemplo, unas caries no curadas podrían dar lugar a una endodoncia si no se tienen los cuidados preventivos, explicó la doctora Inés Dammert Silva, especialista en ortodoncia y ortopedia funcional de los maxilares a Hogar y Familia.
“Si bien es ideal poder programar una primera visita con el dentista tras la erupción del primer diente de leche, es importante tener en cuenta que desde los 2 o 3 años de edad, el niño tiene la mayoría o todas las piezas dentales, siendo este el momento más oportuno para diagnosticar problemas bucodentales. Además, es fundamental saber que estas alteraciones a nivel oral pueden repercutir significativamente en las funciones básicas y fisiológicas del organismo, como la masticación, la deglución y hasta la respiración, motivo por el cual es indispensable atenderlas de forma precoz”.
¿Cómo es la primera visita al dentista?
La primera visita es integral, pues su principal objetivo es permitir una adecuada adaptación del niño, que establezca una buena relación con el dentista. Así se promueve la buena salud bucal desde una edad temprana. Como mencionó Dra Snalleska Hernández, odontopediatra de IntegraSalud Perú, en primer lugar, se examina los dientes del niño para detectar cualquier problema dental, como caries, maloclusiones, entre muchos otros.
Asimismo, se determina qué tipo de crema dental y cantidad de flúor se va a emplear, lo cual va a depender de la edad de cada paciente. También se brindan una serie de consejos de higiene bucal y de alimentación, así como se explican las distintas técnicas de cepillados, con la finalidad de mantener unas piezas dentales y encías saludables.
“En esta primera consulta se le solicita una radiografía panorámica para explicarle a los padres cómo erupcionarán los próximos dientes y/o si existen más dientes de lo normal. Además, se suele recomendar la aplicación de selladores dentales que permanecen en las superficies de masticación de los dientes para evitar que se formen y se extiendan las caries. Otro de los tratamientos es el flúor, con el cual las piezas dentales aumentan su fuerza y refuerzan su esmalte, lo que hace que sea mucho más fácil combatir el ácido y las bacterias que causan las caries. Igualmente, se considera la profilaxis o la limpieza dental, así como los mantenedores de espacio que son dispositivos que ayudan a preservar el lugar destinado a los dientes permanentes cuando se pierden prematuramente las piezas primarias o de leche”, indicó la especialista en ortodoncia.
¿Cómo puede afectar el miedo al dentista al cuidado dental a largo plazo?
Los niños suelen tener miedo a lo desconocido, razón por la cual, pueden mostrar recelo e incluso agresividad y aprensión cuando acuden a su cita con el dentista, pues lo cierto es que, el infante está ingresando a un sitio que no conoce y no sabe lo que le van a hacer. Por lo tanto, es fundamental que el ambiente que perciba en la clínica sea positivo y agradable, ya que, si se llega a desarrollar este temor, esto podría impactar gravemente en el cuidado de su salud bucal, repercutiendo así en el tratamiento tardío de las caries y ocasionándole una serie de problemas de mayor complejidad, como pulpotomías y/o pulpectomías, es decir, una endodoncia en niños que se realiza retirando la pulpa dentaria porque las caries abarcaron toda la pieza dental.
“Lamentablemente, los temores con respecto al dentista suelen originarse en el hogar, dado que, en ocasiones, los padres pueden decirles a sus hijos que si se portan mal, los llevarán al médico, situación que les produce miedo, pánico e inseguridad. Por esta razón, es primordial que tanto los padres como los especialistas puedan ser más empáticos y transmitirles la calma que necesitan. Actualmente, gracias a la tecnología, los tratamientos son mínimamente invasivos en niños, por lo que no debería despertar ningún tipo de miedo en los pequeños”, precisó la odontopediatra.
¿Cómo preparar a mi hijo para su primera visita al dentista?
Preparar a un niño para su primera visita al dentista puede ayudar a reducir la ansiedad y hacer que se sienta más cómodo y tranquilo durante la cita. Por consiguiente, es vital que los padres puedan hablar positivamente sobre la consulta, en otras palabras, debe decirle que es algo normal y que el dentista está para ayudarlo a cuidar sus dientes y mantenerlos sanos. Asimismo, es importante que, antes de la visita, se le pueda explicar qué esperar durante esta experiencia, por lo que tal vez, se le puede describir de forma simple los procedimientos para que no se sienta asustado.
“Los padres también pueden jugar con el niño a ser el dentista y el paciente en casa, pues esta dinámica de roles los ayudará a familiarizarse con la idea de que el profesional revisa y cuida los dientes de manera amable. Además, pueden buscar libros infantiles sobre ir al dentista o incluso pueden colocarles videos animados en YouTube, con el fin de poder normalizar la experiencia y que el niño se sienta preparado. Definitivamente, un punto clave en este proceso de preparación es el evitar emplear palabras negativas, tales como dolor o inyección, las cuales pueden generarle miedo o ansiedad. En su lugar, utilizar términos más neutros y tranquilizadores. De igual manera, en la medida de lo posible, es ideal si ambos padres acompañan al niño durante la cita, pues su presencia puede brindarle seguridad y tranquilidad”, expresó la doctora Hernández.
Por su parte, como señaló Inés Dammert, una buena estrategia que pueden aplicar para familiarizar a un niño con el entorno de la clínica dental antes de la cita, es que el pequeño pueda acompañar a alguno de sus padres al dentista. Desde luego, esto le permite entrar en contacto con el ambiente, los muebles y los instrumentos que se encuentran en el consultorio, además de poder observar la reacción tranquila que manifiesta su progenitor frente a esta situación.
¿Qué medidas puede considerar el odontopediatra para crear un entorno más acogedor?
Los odontopediatras pueden aplicar diversas estrategias para crear un entorno más acogedor y menos intimidantes para los niños en su consultorio. Por ejemplo, como refirió la experta en ortopedia funcional de los maxilares, se puede emplear una decoración colorida y con temática infantil, la cual puede ayudar a crear un espacio más agradable y de confianza. Asimismo, se puede tener una zona de juegos con juguetes y libros que logren distraer a los menores y se sientan más relajados antes de la cita.
También es importante que el personal del consultorio, desde la recepcionista hasta el odontólogo sean amables, comprensivos y pacientes con los niños, puesto que un trato cálido y respetuoso puede hacer que los pequeños se sientan más cómodos y seguros. De igual forma, ayuda mucho que los especialistas vayan explicando los procedimientos de manera simple y tranquilizadora para que los infantes puedan entender lo que está sucediendo. Además, es vital poder reconocer y premiar el buen comportamiento de los pequeños pacientes durante la visita, ya que esto puede incentivarlos a seguir siendo valientes en las próximas consultas, recalcó la profesional de IntegraSalud Perú.
¿Por qué es importante establecer una relación positiva entre el niño y el dentista desde la primera visita?
Según Snalleska Hernández, establecer una relación positiva entre el niño y el dentista desde la primera visita es fundamental por las siguientes razones:
- Construye la confianza entre el niño y el dentista.
- Reduce la ansiedad.
- Fomenta hábitos de cuidado dental.
- Promueve la cooperación durante los tratamientos.
- Facilita la detección de problemas bucodentales de forma precoz.
¿Cómo mantener una rutina dental positiva después de la primera visita?
La primera visita al dentista también es una oportunidad para educar tanto a los niños como a los padres sobre la importancia de una buena higiene bucal. Por este motivo, la doctora Dammert Silva recomendó lo siguiente:
- Cepillado adecuado: Se puede lograr una técnica correcta de cepillado dental, utilizando un cepillo de dientes suave y pasta dental con flúor. Debe lavarse los dientes al menos dos veces al día, especialmente, después de las comidas y antes de acostarse.
- Uso del hilo dental: A partir de la edad en que las piezas dentales están juntas, generalmente alrededor de los 2 o 3 años, los padres pueden empezar a enseñarles a sus hijos cómo usar el hilo dental. Esta importante herramienta ayuda a eliminar la placa y los restos de alimentos entre los dientes y debajo de la línea de las encías.
- Dieta saludable: Es importante limitar el consumo de alimentos y bebidas azucaradas, dado que pueden aumentar el riesgo de desarrollar caries. Por ello, es fundamental promover una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, lácteos y proteínas magras, así como evitar los biberones de jugo o leche antes de acostarse, puesto que pueden causar caries en los dientes de leche.
- Uso de selladores dentales: Son importante para proteger los dientes posteriores de los niños contra las caries. Se aplica sobre las superficies masticatorias de los dientes y ayudan a prevenir la acumulación de placa y bacterias.
- Visita dental regular: El dentista establecerá la frecuencia adecuada de las citas de seguimiento, usualmente, son cada seis meses, con el objetivo de poder mantener un monitoreo constante de la salud bucal del menor y realizar limpiezas profesionales periódicas.
“Es esencial que los padres no minimicen la importancia de los dientes de leche, pues muchas veces suelen pensar que como van a mudar para dar paso a los permanentes, no existe ningún problema si se extraen a la fuerza o no se cuidan adecuadamente. La realidad es que, estos dientes también tienen su tiempo de vida y es sustancial conservarlos, ya que, si se acelera el proceso, esto podría generar maloclusión. Sin lugar a duda, es crucial mantener un buen cuidado desde una edad temprana porque a medida que los niños van creciendo y se hacen adultos, ya no van a tener que someterse a tantos tratamientos de curación, sino únicamente a tratamientos preventivos que les permitirán gozar de una salud bucal durante toda su vida”, destacó Hernández.
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