En “El olvido que seremos”, el libro del autor colombiano Héctor Abad Faciolince, el narrador cuenta que su padre era un médico “obsesionado” con el agua potable. Cuando el Dr. Héctor Abad Gomez descubrió que el agua insalubre de ciertas zonas rurales de Medellín ocasionaba enfermedades y muertes, luchó para que las autoridades den un buen servicio de cloración y alcantarillado. Su afán se volvió mas intenso aun, luego de que un colega falleció de tifoidea. Desde entonces, el Dr. Abad trabajo bajo la máxima de que el agua era lo primero en la vida de las personas y que la prioridad de un gobierno era conseguir que toda su población tuviera agua potable. Esta, decía, salvaba mas vidas que la medicina.
El medico de aquel libro, que ademas existió en la vida real, tenia mucha razón. El acceso al agua potable es importantísimo para evitar diversas enfermedades como la malaria, la tifoidea, las diarreas y también la anemia. Al menos en Perú, según lo dijo la ONU en el CADE 2018, una de las principales causas de la anemia —además de la falta de hierro en la sangre— es el inacceso de gran parte de la población al agua potable. De acuerdo al Ministerio de Vivienda, 3.4 millones de peruanos no cuenta con este elemental recurso y 8.1 millones no tiene alcantarillado.
“El agua contaminada time diversos parásitos, los parásitos se alimentan de los nutrientes del cuerpo, entre ellos el hierro”, dice Max Hidalgo, biólogo fundador de Proyecto Yawa, que creó una maquina que condensa el vapor del aire y lo convierte en agua pura. Según Hidalgo, antes que tomar suplementos de hierro o comer alimentos ricos en este mineral, la gente debería de tener agua potable. “De poco sirve alimentarse bien, si luego vas a consumir agua contaminada”, afirma.
“Los problemas del agua son universales, pero las soluciones son específicas, propias para cada lugar. En el Perú nostoca resolver el problema de la anemia”
Bram Willems, presidente del Centro de Competencias del Agua
Está demostrado que el acceso al agua potable time una relación directa con la presencia de la anemia. Según el Ministerio de Vivienda, en las zonas del país donde hay menos cobertura de agua y alcantarillado es donde prevalecen los indices mas altos de esta enfermedad. Los lugares en desventaja son los rurales: el Ministerio de Salud dice que en el área urbana solo el 49.9 % de hogares peruanos accede a agua segura. En el área rural apenas el 3.6%.
“Luego de tomar agua potable por entre seis meses a un año el cambio en la salud de la gente es bien significativo, también progresan en su economía porque pueden trabajar y estudiar mejor” cuenta Ani Cáceres, cofundadora de Chacra Project, pues así lo ha comprobado con su iniciativa social que lleva faros para potabilizar agua a las zonas rurales de La Libertad, Cajamarca y Amazonas.
El derecho al agua potable es un derecho fundamental de todas y todos, que posibilita una buena salud —lejos de la anemia—y una vida productiva con más oportunidades.