Al peruano le gusta el cine de horror. Cada película de sustos que se estrena nos lleva, por miles, a las salas; da igual si son cintas extranjeras o locales, aclamadas por la crítica o vapuleadas. Ese es el caso de “”, que llegó a la cartelera a días de Halloween, con el título en inglés y que traducido sería algo como “Cinco Noches en Freddy’s”. Solo en su primer fin de semana fue vista por más de 466,000 peruanos, convirtiéndose en el cuarto mejor estreno del año y la cinta de horror con mejor desempeño en sus primeros días de estreno de toda la historia del país.

El éxito de la cinta no solo es local. Internacionalmente, ha recaudado más de 130,5 millones de dólares. La película habría costado solo 25,1 millones de dólares, convirtiéndose así en el sueño de todo productor de Hollywood: invertir poco, cosechar en grande. Para ponerlo en perspectiva, es también el mejor estreno para una película de Blumhouse, productora acostumbrada a los éxitos, superando incluso a su aclamada “Halloween” (2018).

¿Pero de qué va la película? Necesitado de trabajo, Mike Schmidt (Josh Hutcherson) acepta ser el vigilante de un centro de entretenimiento familiar abandonado, una pizzería con juegos animatrónicos donde, años atrás, cinco niños fueron asesinados. Conforme pasan las noches, Mike, pero también su hermana menor Abby (Piper Rubio), entran en contacto con elementos sobrenaturales, representados por muñecos de tamaño adulto con intenciones nada santas.

El éxito de “Five Nights at Freddy’s” tiene varias explicaciones, todas vistas de una manera u otra en los últimos años, en otras cintas. Se basa en un videojuego, lo cual garantiza cierta base de aficionados que irán a verla y pueden recomendarla a otras personas. Aquí destaca además que una buena parte de estos fans o son niños o fueron niños cuando el juego original salió a la venta (2014), algo aprovechado por el estudio: la película es apenas apta para mayores de 14 años, el límite para atraer a una audiencia joven sin supervisión paterna, lo que a su vez implica otra cosa: da miedo, pero tampoco tanto. Y como es común con los niños de la posmodernidad, difunden sus gustos en internet, hacen memes que se viralizan y generan curiosidad por el producto.

"Five Nights at Freddy's" se basa en un videojuego de amplia popularidad.
"Five Nights at Freddy's" se basa en un videojuego de amplia popularidad.
/ Patti Perret/Universal Pictures

Por si fuera poco, tiene a su favor el factor iconográfico: los muñecos diabólicos Freddy, Chica, Foxy y Bonnie combinan lo horrendo con lo adorable y llaman la atención lo suficiente como para justificar comprar las entradas. Estos ‘Timoteos’ del mal entran en la misma tendencia de las cintas que subvierten algo “bueno” hasta transformarlo en maldad. Ejemplos similares: la muñeca de “Annabelle”, el payaso Pennywise de “It” y la monja de “La monja”.

“En el 2014 Scott Cawthon, un desarrollador totalmente desconocido de videojuegos indie (independientes) crea este juego y, en su primer entrega, tiene un impacto grande en la comunidad. Explotó en YouTube”, contó a El Comercio Lucía Escudero, miembro del grupo de cosplay Tres Gatos. Ella, junto a sus amigas Andrea Puclla y Zamira Portocarrero, han participado en actividades para promocionar la película, empleando para ello disfraces de los muñecos de la saga, trajes elaborados por ellas mismas con material reciclado y que tomaron unos tres meses de elaboración cada uno.

Según ella, la película está gustando en todo el mundo por el ansia de los fans, que esperaron por años a pesar de anuncios previos y cancelaciones. “Cuando la anunciaron no lo creí verdad. Fue una experiencia increíble verla, que esa niña interior que estaba en 2014 jugando el primer título había podido verla”. La nostalgia y el horror también van de la mano.