“Disfraces que dan miedo”, por Pedro Canelo
“Disfraces que dan miedo”, por Pedro Canelo

Este sábado 31 de octubre disfrázate de encuesta presidencial. Leer esas intenciones de voto, con los mismos nombres y apellidos de hace 20 años, es entregarse al pánico más inquietante. En la poca variedad (de candidatos) está el susto. Nada puede dar más miedo que eso.

También te puedes disfrazar de cualquiera de los personajes que nos entregan un capítulo diario de esa serie del terror llamada “Tráfico en Lima”. Podrías ser un semáforo que no funciona, un policía de Tránsito despistado, un chofer de combi (un cobrador de combi), un taxista sin licencia. Podrías recortar cajas de cartón, pintarlo con paciencia y convertirte en uno de los buses del corredor azul.

Ni la versión más maliciosa de Freddy Krueger, ni una máscara de Jason podrían compararse a un disfraz de postulante al Congreso o a un dirigente del transporte. Las promesas de un paraíso mejor de los políticos peruanos y los paros de transportistas pueden competir con cualquier película de Vincent Price. Asustan más que Darth Sidious de “La guerra de las galaxias” o que Voldemort de “Harry Potter”. Horrible oye.

Hay disfraces también que son un masoquista homenaje a un pasado de terror. Anda a tu fiesta del sábado vestido de jefe del SIN o de conductor de ‘talk show’. Otras son variantes más modernas: ‘troll’ de Twitter, ‘troll’ de Facebook (estos, si se molestan de verdad, son capaces hasta de cerrar una cadena de comida rápida), hacker de correos electrónicos. Disfrázate del ‘check’ azul del WhatsApp.

Propuestas más originales podrían acercarse al fútbol peruano, que muchas veces es puro espanto. Disfrázate de ex presidente de la FPF, de hincha molesto después de la enésima eliminación mundialista. También puedes ser una calculadora blanquirroja para las matemáticas. Acumula algunos boletos viejos de conciertos pasados, usa la camiseta de la selección y di que eres un revendedor de entradas. De esos no nos libramos ni con 50 exorcismos.

No olvidar que somos bien peruanos y que festejar el Día de la Canción Criolla es lo más conveniente, es lo que toca. Pero si quieres vivir la experiencia “” puedes ensayar transformarte en un ministro de Economía de los años 90 o en un ministro del Interior de los últimos tiempos. Conviértete en un lobbista o un asesor presidencial. Con eso no hay pierde, harás temblar a todos. Ya si quieres ganar el concurso, disfrázate de almanaque 2016 con una marca sobre el 10 de abril, el día de las elecciones presidenciales del Perú. Un día solo apto para valientes. Un día para vivirlo con los ojos cerrados, en cama, tapado de la cabeza a los pies con una frazada. Siempre en abril, cada cinco años, la historia que ya vivimos. Casi todas las películas de terror tienen varias secuelas y el Perú lo sabe.