(Foto referencial: Vania Asc/ Unsplash)
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Verónica De Loayza

¿Con antojo de postre? Hoy te enseñamos a preparar un clásico: una tarta de queso, pero usando un instrumento de cocina como el microondas. Toma nota y diviértete con este retador, pero delicioso antojo dulce.

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Ingredientes:

Para la base de galletas:

  • 1 paquete de galletas de vainilla
  • 60 gr de mantequilla fundida.
  • 55 gramos de huevo

Para la crema de queso:

  • 300 gr. de queso crema
  • 110 gramos de huevos
  • 2 vasitos de yogures, puede ser del sabor de la fruta o naturales
  • 150 gr. de azúcar blanca.
  • 40 gr. de harina de maíz (Maicena).
  • Fruta de temporada para decorar.
  • Azúcar Invertida o mermelada de fruta para barnizarla y darle brillo.
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Preparación:

Para la base de galletas:

Lo primero que vamos hacer es trituramos las galletas hasta obtener una harina fina, puedes hacerla con un procesador de alimentos, licuadora o mano con un palo de amasar colocando las galletas en una bolsa y presionándolas contra una mesa, posiblemente esta última opción te tome un poco más de tiempo, pero si es posible hacerlo.

Luego mezclamos con la mantequilla fundida y el huevo, es importante mezclar bien hasta formar una masa para luego colocarla en el molde apto para microondas y con la ayuda de una cuchara o tus manos bien limpias comenzar a extender en el molde de forma uniforme. Y lo llevamos al refrigerador mientras preparamos la crema de queso.

Para el queso crema

Colocamos todos los ingredientes en la batidora, si no tienes una puedes hacerla con batidor globo, es importante batirlos todos muy bien. Cuando tengamos una crema muy fina y sin grumos sacamos la base de la nevera.

Ponemos la crema y alisamos con una espátula para que la crema quede homogénea. Metemos en el microondas y cocinamos a máxima potencia durante 15 minutos. Pinchamos para comprobar que está hecho, pero si queda un poco blanda en el centro, con el calor que queda se terminará de cuajar.

Dejamos enfriar completamente, le ponemos papel film por encima, y la metemos en el refrigerador al menos una noche. Al día siguiente, desmoldamos y decoramos con la fruta escogida. Dándole un poco de brillo con el azúcar invertido o con la mermelada. Lista para consumir. Es una tarta muy fácil de preparar y lo mejor de todo es deliciosa.

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