Pocas cosas lograban hacernos felices en la infancia tanto como salir del colegio, pasar por una vitrina repleta de dulces y tortas, y elegir nuestro favorito. Era una recompensa extraordinaria por un largo día de estudio, y ese tipo de satisfacción rara vez se puede describir con palabras. Felizmente, no hace falta ser un niño de nuevo para volver a vivirla; tan solo es necesario ceder ante el antojo para regalarnos un momento dulce, sin muchas excusas —y ninguna culpa— en un lugar diseñado y pensado para generar ese tipo de experiencias.
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La repostera peruana Alejandra Cendra sabe muy bien a quién apunta con sus postres tradicionales y sus recetas cercanas, con técnica y buen manejo de ingredientes, pero siempre prácticas y caseras. Lo suyo es la pastelería clásica en un mundo donde las tendencias suelen marcar la pauta —a veces, sin mucho sustento— de un rubro que en nuestro país avanza a pasos agigantados gracias a las nuevas plataformas y las ‘dark kitchens’.
Cendra se mantiene firme en su esencia y acaba de abrir su tercer local. Su propuesta incluye la insuperable torta húmeda de chocolate, además de crocante de manzana, torta de maná, suspiro de limeña, tartaletas de durazno o fresa, torta de zanahoria, turrón de Doña Pepa, crema volteada y alfajores, por nombrar algunas de sus opciones más tradicionales. Evidentemente, dentro de ese menú de sabores confortables también hay espacio para propuestas un tanto más novedosas, que llegan en la forma de cheesecakes de nutella, oreo, o de maní con praline; además hay blondies de frambuesa, torta red velvet, cupcakes o un intenso espresso brownie. Su nuevo espacio de Miraflores también sirve de cafetería, con varias mesas para el consumo en el local y una carta bastante más extensa, pensada no solo para gozar del lado más dulce de su cocina, sino también de algunos antojos salados.
Este es el primer —y de momento único— local de los tres que Ale Cendra tiene con su nombre en Lima, donde se ofrecen platos variados como ensaladas o sánguches. Desde butifarras o triples, hasta croissant de pollo con pecanas o un tostón de palta y hummus: la misma línea de tradición se mantiene por aquí, con ciertas licencias. Hay ensaladas de quinua, césar, capresse o vegana (con nuggets hechos a base de garbanzos), y varias opciones de quiches, pasteles y empanadas, todo hecho en casa salvo el pan. Otra de las novedades de este nuevo espacio miraflorino está en los helados, elaborados artesanalmente por Cendra en su taller. Una mesa completa que pinta muy bien. //
Con estilo
Alejandra Cendra encontró su nuevo local a fines del año pasado en la que había sido una bodega miraflorina, y la remodelación fue veloz. La idea sobre el espacio la tenía clara desde el principio: estaría inspirado en las famosas pastelerías de la británica Peggy Porschen en Londres, donde el rosado es el tono clave, al igual que la presencia de flores y hasta una bicicleta en la puerta. Incluso han colocado una banca afuera.
Para llevar
Si no puede visitar ninguna de las pastelerías de Ale Cendra (tiene tres, en Miraflores, Chacarilla y San Borja), muchos de sus postres se pueden encontrar en las plataformas de delivery Rappi y PedidosYa.
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