El nuevo local de Gianfranco Caffé en Miraflores ha renovado su propuesta -sin perder su esencia- de mucha maneras, empezando por el espacio. La cafetería de estilo de italiano acaba de mudarse a una casa ubicada al lado de la Huaca Pucllana, consolidando así su cocina como un referente de confort, calidad y estilo. Otra de sus novedades tiene que ver con lo más básico, algo que a veces pasa desapercibido para muchos comensales: la carta física.
Las opciones siguen siendo igual de abundantes en el menú tras la mudanza, y encontramos casi una veintena de pastas, once tipos de pizza, incontables variedades de café y otras tantas de helados, por nombrar algunas alternativas. Pero la gran diferencia está en que, gracias al trabajo de la Asociación Educativa Kallpa y la Asociación Vuela Colibrí, hoy son más las personas que pueden formar parte de la experiencia gastronómica en esta mesa. Gianfranco Caffe ofrece dos tipos de cartas creadas para que los clientes con discapacidad tengan mayores oportunidades de accesibilidad cognitiva.
Ximena Otero, directora de Vuela Colibrí, fundó la asociación inspirada en el ejemplo de vida de su hijo Santiago, quien nación con síndrome neurológico y múltiples desafíos motores y cognitivos. “Tras su partida, renuncie a mi trabajo para fundar junto con Anité Puente Arnao, directora de Asociación Educativa Kallpa, la asociación sin fines de lucro Vuela Colibrí”. Desde hace año y medio han unido esfuerzos para intervenir espacios con la finalidad de favorecer la accesibilidad recreativa de muchos niños. “Tenemos tres juegos recreativos inclusivos instalados, que permiten que niños en sillas de ruedas tengan la posibilidad de subirse, puedan ejercer su derecho y ser protagonistas del juego. Esto les abre un mundo de oportunidades sociales, sensoriales y recreativas, pero también abre un espacio de convivencia sana, enseñando a todos a valorarnos los unos a los otros, respetando la diversidad”, cuenta Otero.
El segundo pilar de Vuela Colibrí tiene que ver con la acesibilidad cognitiva, para lo cual se desarrollan materiales que generen oportunidades de integración. El trabajo con restaurantes es clave: el objetivo es adaptar y desarrollar sus cartas en sistema braille y en pictogramas (signos o dibujos que representa figurativamente un objeto real) para favorecer la comunicación de las personas con desafíos cognitivos o sin lenguaje verbal. “Esto no solo les da acceso a la información, sino también mayor autonomía e independencia”, explica Otero. A la fecha tienen 3 restaurantes con cartas adaptadas a ambos sistemas de comunicación, entre ellos los dos locales de Gianfranco Caffé.
El tercer objetivo es la capacitacion y concientizacion para desarrollar capacidades humanas que favorezcan a tener una sociedad mas inclusiva, justa y solidaria. En ese sentido, Gianfranco Caffé ofrece posibilidades de trabajo para los jóvenes del Programa Manos Peruanas de Kallpa, asociación educativa que tiene por objetivo contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con diversidad funcional y sus familias. La inclusión activa en la sociedad es fundamental. El grupo de jóvenes de programa asiste varias veces por semana al local de Surco y apoya en diferentes tareas identificadas y adaptadas para las habilidades personales de cada uno.
Ambas cartas ya se pueden encontrar en ambas sedes de la cafetería. El personal está capacitado para atender cualquier duda.
Gianfranco Miraflores:
Dirección: Calle Ayacucho 390, Miraflores
Teléfono: 446-9518 / 242-4973
Gianfranco Surco:
Dirección: Calle Sta Elena Nte 1859 (alt. Av. Primavera 1899) Surco
Teléfono: 329-9524