Nora Sugobono

Qué bien hace salir de la rutina (o salir de Lima, que muchas veces es lo mismo) y qué bueno que podamos hacerlo sin necesidad de desplazarnos grandes distancias. La comida siempre va a ser un viaje, una vivencia, y este lugar no es la excepción. Lo sabemos desde que ingresamos por la puerta de

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Una vez que se conoce y se prueba lo que es la Amazonia peruana, dicho recuerdo rara vez abandona el espíritu. Puede ser un olor, una melodía, un color o, como nos concierne en este espacio, un sabor el que nos transporte hasta allá. El chef Freddy Panduro es heredero de una tradición iniciada por sus padres, Freddy y Hermelinda, 25 años atrás en un mercado de Tingo María.

En el 2019, decidieron abrir un local en Lima, mucho más ambicioso y con espacio para la vanguardia culinaria (conservando las bases de la tradición), pero la pandemia frenó sus planes y algunas cosas tuvieron que ponerse en pausa. La operación no es sencilla: los productos son fundamentales para la experiencia, y para Freddy es clave que lleguen a su mesa limeña directamente de la chacra.

Canastitas de plátano rellenas con chalaquita amazónica y cecina ahumada. Atrás, coctel kotomono, a base de ron, lulo, maracuyá y leche de coco.
Canastitas de plátano rellenas con chalaquita amazónica y cecina ahumada. Atrás, coctel kotomono, a base de ron, lulo, maracuyá y leche de coco.

Cacao, hoja de bijao, ajíes, pescados como el paco o la doncella, cecina, chonta y otros insumos. Hasta el menaje tiene denominación de origen: platos de arcilla de la región Amazonas elaborados por la comunidad awajún y tejidos de Loreto, entre otros. Así de importantes son los detalles por aquí.

En el 2019, decidieron abrir un local en Lima, mucho más ambicioso y con espacio para la vanguardia culinaria .
En el 2019, decidieron abrir un local en Lima, mucho más ambicioso y con espacio para la vanguardia culinaria .

Canastitas de plátano, minibrochetas de cecina con patacones, tequeños amazónicos (rellenos con chorizo), cebiche amazónico con doncella y ajíes amazónicos, entre otros platillos, dan comienzo a esta visita. Hacia los fondos el balance entre lo clásico y lo innovador se siente en una fiesta tingalesa (contundente ronda amazónica, ver foto de la derecha); un combinado del tunche, con chaufa de chorizo y tallarines de cecina; o un mojadito amazónico con arroz ‘revolcado’, especias amazónicas y más trozos de cecina. Imposible quedarse con hambre por aquí. La de Freddy es una mesa a la que siempre provoca volver.//


Además…
Travesía culinaria

Uno de los ejes más importantes del concepto actual es la coctelería. La propuesta de autor creada por el bartender Édgar Cuenca combina destilados como el ron, el gin o el whisky con frutas de estación, sodas y otros ingredientes frescos. Los nombres son suficientes para despertar la curiosidad: Huarapero, Pischota, Llanasita -entre otros- dan forma al menú del bar. 


Que siga la fiesta

Constantemente, a través de sus redes sociales, encontramos concursos, promociones y otros incentivos para visitar el espacio (hay uno en marcha por San Valentín). El encanto de la selva atiende de lunes a domingo, en horario corrido: desde el mediodía hasta las 6 p.m.

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