La práctica de dietas estrictas que busquen una pérdida de peso rápido, sin una debida supervisión profesional puede causar serios daños a la salud, advirtió el Seguro Social de Salud (EsSalud).
Marco Taboada García, nutricionista del EsSalud, indicó que el principal problema en hacer dietas "rápidas" es el efecto rebote, porque la persona baja de peso rápidamente, pero su efectividad es momentánea.
"Tras una dieta muy baja en calorías o muy extrema, el cuerpo pierde muy rápido varios kilos, pero después de acabar la dieta y alcanzar el peso ideal e introducir la ingesta habitual de comida, el cuerpo recupera los kilos perdidos y generalmente sobrepasa el peso que se tenía antes de hacer la dieta”, detalló el especialista.
"Lo primero que se pierde en un plan de adelgazamiento rápido son proteínas, es decir el músculo y después pierde grasa”, aseguró Taboada y afirma que las “dietas rápidas” pueden ser perjudiciales para la salud.
Taboada advirtió que estas dietas extremas suelen ocasionar deficiencias de minerales o vitaminas, por lo que la persona baja de peso, pero no está correctamente alimentada, lo que constituye un riesgo para su salud.
Entre los principales efectos adversos de hacer dietas rápidas son los cambios en el estado de ánimo, menor rendimiento laboral o intelectual, desmayos, mareos y la persona puede presentar mayor susceptibilidad a sufrir enfermedades, incluso la TBC, debido a la mala alimentación.
"Quien usa este tipo de dietas rápidas puede provocar una alteración en su metabolismo, ya que cuando se baja y sube constantemente de peso, el cuerpo se desestabiliza y provoca que cuando uno quiera realizar seriamente una dieta balanceada, ya no logre los resultados deseados”, advirtió Taboada García.
En ese sentido, recomendó a las personas, que desean iniciar una dieta, a acudir a un profesional en nutrición, así como realizarse los chequeos correspondientes, con el fin de determinar su estado de salud y seguir un régimen adecuado de perder kilos que no cause problemas en su organismo.