En octubre de 2023, la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) —que reúne a empresas de extracción de recursos pesqueros, principalmente anchovetas para la producción de harina y aceite de pescado— solicitó formalmente al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) que se le permita desarrollar actividades pesqueras industriales al interior de la Reserva Nacional de Paracas, una de las áreas protegidas más emblemáticas de Perú.
La SNP asegura que tiene derechos de pesca que fueron otorgados antes de la creación de la reserva, en 1975, y que, por lo tanto, el plan maestro del área protegida excluyó “sin sustento” a las actividades pesqueras industriales.
El Sernanp rechazó la solicitud argumentando que en el área donde se estableció la reserva “sólo existen registros de actividad pesquera artesanal”, y que el desarrollo de actividades pesqueras industriales afectaría el mantenimiento de los ciclos biológicos que garantizan la conservación de las especies que habitan en Paracas. “Se generaría una disminución en la disponibilidad de alimento para las aves y mamíferos, perjudicando sus procesos reproductivos y recuperación de sus niveles poblacionales”, advirtió la dependencia.
La pesca industrial o de mayor escala, sentenció el Sernanp, “es una actividad que se contrapone a los objetivos y fines para los cuales la Reserva Nacional de Paracas fue creada”.
Ante la negativa, la SNP demandó judicialmente al Sernanp a inicios de enero pasado y, en menos de una semana, la Segunda Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima admitió a trámite la demanda.
Entre científicos y especialistas de la conservación reina la “indignación” ante el pedido de la SNP, pero también el miedo a que las presiones de la industria logren socavar la determinación del Sernanp. “Lo que está solicitando la SNP representa uno de los casos más grotescos de codicia corporativa de las últimas décadas”, sostuvo Manuel Bartra, director legal de la asociación por el rescate y bienestar de los animales (ARBA).
El propósito de la demanda
La demanda de la SNP se realizó a través de una Acción Popular, una medida que se interpone contra normas de menor jerarquía, como un reglamento, cuando éstas contravienen la constitución o una ley.
Según se lee en el edicto de la Acción Popular, publicado en el diario oficial El Peruano, lo que busca la SNP es declarar la nulidad de un artículo establecido en una directiva del Sernanp que fue aprobada en 2021 por resolución presidencial. Dicha directiva, establece pautas y criterios para el aprovechamiento de los recursos forestales, flora y fauna silvestre, que se encuentran al interior de las áreas naturales protegidas. El artículo en particular que la SNP pretende anular precisa que “está prohibida la extracción de mayor escala de recursos hidrobiológicos, ya sea marina o continental dentro de las Áreas Naturales Protegidas, cualquiera sea su nivel”.
La abogada Carmen Heck, directora de Políticas de Oceana en Perú, aclara que el Reglamento de Ley de Áreas Naturales Protegidas aprobado en el año 2001 ya establece que no se pueden realizar actividades de alto impacto que afecten la biodiversidad, entre ellas la pesca de mayor escala o industrial. En ese sentido, asegura Heck, la directiva de Sernanp de 2021 no creó una nueva regulación, sino que “simplemente recogió la prohibición que ya está en el Reglamento”.
La Segunda Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, tras admitir la demanda, le solicitó el pasado 6 de marzo al Sernanp remitir en un plazo de 10 días los informes técnicos y documentos que dieron origen a la norma que están siendo cuestionadas por la SNP.
¿Por qué la Sociedad Nacional de Pesquería está pidiendo justo ahora entrar a la reserva de Paracas si nunca antes, en los casi 50 años que han pasado desde la creación del área protegida, fue ésta una demanda del sector?
Expertos aseguran que son varias las razones que estarían detrás, sin embargo, destacan que las condiciones en las que fue creada la Reserva Nacional Dorsal de Nazca en 2021, habría sentado un precedente que ahora está queriendo ser utilizado por la SNP para ingresar a Paracas.
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“Un mal precedente”
Antes de la creación de la Reserva Nacional Dorsal de Nazca, en 2021, Perú solo tenía protegido el 0.5 % de su mar. Con el nacimiento de esta área marina protegida, la más grande del país y la única 100 % marina, Perú pasó a proteger casi el 8 % de su territorio marítimo.
Aunque la noticia fue celebrada por el gobierno, la creación de la Reserva Nacional Dorsal de Nazca surgió en medio de una fuerte controversia, debido a que quedó establecido que la pesca industrial está autorizada en la zona. Por lo mismo, algunos expertos aseguran no solo que se trata de “un área protegida de papel”, sino que contradice el Reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas que tiene una prohibición expresa a la pesca industrial.
¿Por qué se llegó a esa decisión? La razón fue que se respetarían los derechos de pesca preexistente, es decir, los adquiridos antes del establecimiento de la reserva.
Sucede que si bien el reglamento de la ley prohíbe la pesca a gran escala dentro de las áreas protegidas, el marco legal peruano sobre áreas protegidas respeta derechos preexistentes. Ese fue el argumento para permitir la pesca industrial al interior de la Reserva Nacional Dorsal Nazca. Sin embargo, el abogado ambiental César Ipenza repara en que la interpretación de la norma fue errada, puesto que “el marco legal peruano sobre áreas protegidas respeta derechos preexistentes siempre y cuando sean compatibles con los objetivos del área”.
En ese sentido, asegura Heck, permitir la pesca industrial en la Reserva Nacional Dorsal de Nazca fue una decisión “equivocada”, y lo que es peor, “sentó un mal precedente” que actualmente estaría utilizando la SNP para intentar entrar a la Reserva Nacional de Paracas.
Si las intenciones de la industria llegaran a concretarse, sostiene la experta, “sería no solamente una amenaza a los objetivos de conservación de Paracas, sino también algo ilegal”.
Ipenza, por su parte, recuerda que existe una diferencia crucial a considerar entre Dorsal de Nazca y Paracas. Y es contrario a lo que asegura la SNP, el Sernanp sostiene que no existen registros de actividad pesquera industrial previo a la creación de la reserva, por lo que ni siquiera hay derechos preexistentes que pudieran ser eventualmente considerados. Además, cambiar las reglas en Paracas iría en contra del principio de no regresión ambiental que busca que el sistema no tenga retrocesos de los avances ya alcanzados por cada Estado.
Por otra parte, Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana en Perú, agrega que posiblemente el sector pesquero industrial “ha visto que hay un debilitamiento en general de los sistemas de conservación, de recursos y derechos (…) El agro tiene ventajas tributarias, la minería tiene acceso a lugares que antes no tenía, hay un registro para los informales, etcétera. Ese tipo de cosas dan señales de un Estado débil, sin objetivos claros en el tema ambiental o de derechos”, explica.
Además, en 2023 la pesca industrial “tuvo un mal año”, señala Riveros. “Han sacado apenas una cuarta parte de lo que normalmente sacan (de anchovetas) y eso obviamente es una pérdida millonaria”.
Para Carlos Zavalaga, director de la unidad de investigación de ecosistemas marinos del grupo de aves marinas de la Universidad Científica del Sur, esa sería la razón de fondo de la inesperada solicitud de la SNP. “¿Por qué ahora quieren entrar a Paracas? La respuesta es muy sencilla: porque cada vez hay menos anchoveta. Por eso quieren explorar más áreas, áreas donde no les está permitido pescar, áreas que justamente pueden refugiar cardúmenes de anchovetas que hacen posible que exista la biodiversidad marina presente en Paracas”.
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Los riesgos de la pesca industrial en Paracas
“La Reserva Nacional de Paracas es nuestra primera área natural protegida de carácter marino que se creó ante la necesidad de conservar justamente su ecosistema marino privilegiado, dada la enorme concentración de peces, aves, mamíferos y algas que existen”, dice Bartra, el director legal de ARBA.
Además, “tiene un microclima óptimo para la floración de microorganismos como plancton, fitoplancton, que convierten su mar en uno de los más ricos del mundo. De hecho internacionalmente está considerada como un área marina ecológica o biológicamente significativa”. Por eso, asegura, “la solicitud de la SNP constituye una amenaza no solo para uno de los tesoros ecológicos del Perú, sino del mundo entero”.
La intención de la SNP “es descabellada, fuera de lugar, en contra de la biodiversidad, en contra del respeto de las Áreas Naturales Marinas Protegidas”, concuerda Zavalaga, quien junto al equipo que dirige centra sus investigaciones científicas principalmente en la Reserva Nacional de Paracas.
“Nosotros venimos desarrollando investigaciones en relación a las aves marinas y su medio ambiente desde hace muchos años atrás. Entonces nosotros estamos en posición de opinar con base”, dice Zavalaga. Los resultados de los estudios son tajantes, asegura. “La pesca industrial iría en desmedro de muchas poblaciones de aves marinas en particular y, seguramente, de otras especies animales”.
En 2022 el experto publicó los resultados de una investigación que buscó, justamente, analizar las interacciones entre las aves marinas que se alimentan de anchovetas con las actividades pesqueras. Para hacerlo, equiparon con pequeñas videocámaras a piqueros peruanos (Sula variegata), una de las especies de ave que habita en Paracas. Las imágenes proporcionaron información contundente que permitieron a los científicos llevar a una inequívoca conclusión: “Hay encuentros, interacciones con las embarcaciones”, puesto que las aves se acercan a alimentarse de las anchovetas que están siendo capturadas por las redes y al hacerlo quedan atrapadas en ellas. Pero eso no es todo, “la competencia por el mismo stock de alimento es perjudicial para las aves en el sentido de que hay menos comida para ellas, lo hace que las poblaciones se mantengan limitadas, no crezcan”, explica el experto.
Además, “ese solamente es el caso de las aves marinas. Hay otros animales como los lobos marinos, cetáceos y otras especies de peces que también dependen de la anchoveta”, dice Zavalaga. “Esa es la razón por la que a mí particularmente me indigna, me preocupa, me provoca malestar que un grupo económico particular quiera prevalecer su punto de vista por sobre los objetivos de un espacio protegido”.
La SNP, en la carta que le hizo llegar al Sernanp, expone entre sus razones para acceder a Paracas que “la pesquería industrial de anchoveta es reconocida internacionalmente por sus altos estándares de sostenibilidad” y que “está sujeta a un ordenamiento y control sumamente riguroso”. Sin embargo, Zavalaga destaca que todos esos argumentos responden asuntos de vigilancia y control, “pero en ningún momento se menciona la interacción que tiene la pesquería de forma directa e indirecta con la biodiversidad marina”, que es justamente lo que los expertos aseguran generaría serios daños en esta importante área protegida.
Proyectos de ley en curso
Actualmente existen tres proyectos de ley en el Congreso de la República que buscan mejorar la protección legal de las áreas naturales protegidas. En concreto, explica Heck, “se busca darle rango legal a lo establecido por el Reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas y así corregir el gran error cometido en la norma de creación de la Reserva Nacional Dorsal de Nazca”. Para la abogada, “ante la inminencia de crear una nueva área, con el mismo precedente o de ceder ante los reclamos del sector industrial, resulta vital poder aprobar estas iniciativas y así consolidar la protección de nuestras áreas marinas protegidas”.
Hasta el momento, el Ministerio del Ambiente (Minam) no se ha pronunciado sobre la solicitud de la SNP que tiene angustiados a científicos y conservacionistas. En opinión de Riveros ese pronunciamiento no llegará. “El Minam no va a defender al Sernanp. El Sernanp se está defendiendo porque hay gente que cree realmente en la conservación de la biodiversidad y el manejo de recursos”. Por lo mismo, agregó, es fundamental “una opinión pública fuerte que ponga en evidencia la angurria de este sector pesquero”.
“El Sernanp no debe dar su brazo a torcer”, dice Zavalaga. “Crearía un pésimo precedente sinceramente. Ya con la dorsal de Nazca se tiene un mal precedente y para las futuras reservas naturales y marinas sería terrible”, asegura.
Mongabay Latam contactó a la Sociedad Nacional de Pesquerías, sin embargo, hasta la publicación de esta nota envió respuestas a nuestras preguntas.
*Imagen Principal: Reserva Nacional Paracas. Foto: Gabriel Herrera
El artículo original fue publicado por Michelle Carrere en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.
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