Balancea el trabajo y el ejercicio con estos tips
Balancea el trabajo y el ejercicio con estos tips
Redacción EC

Pamela Díaz

Desde niña le tuve miedo a la pelota. Esa reacción tardía de no poder responder tan rápido como mis compañeros me hizo ajena a los deportes; sin embargo, a medida que pasa el tiempo y las responsabilidades aumentan, mi cuerpo y mente me piden desfogar toda la energía que llevo dentro. Así fue como, por recomendación de un familiar muy cercano, intenté romper la rutina y me inscribí en clases de tenis. Al principio era como un reto, pero luego me di cuenta de que más allá de un aprendizaje era una forma de quitarme el estrés acumulado en el día a día.

¿A cuántas nos ha pasado? Decimos ‘Estoy muy cansada, hoy me voy a dormir temprano’, y te levantas más cansada que el día anterior. Sucede que tu cuerpo y mente no te piden horas de sueño, te piden equilibrio. Este balance puede llegar de muchas maneras y uno de ellas es distribuyendo tu tiempo en un deporte que te haga sentir alineada con tus emociones y tareas por cumplir.

Al principio, levantarme a las 5:30 a.m. era impensable. Yo misma, años atrás, veía a mucha gente correr a esas horas y pensaba que estaban locos. ¿Era posible que no sintieran sueño a esa hora? Hoy yo formo parte de ese grupo. Mejorar mi figura nunca fue la motivación principal. Quería sentirme en armonía conmigo misma. Por eso aprendí a jugar tenis, pudiendo emocionarme al ver que avanzaba, de pronto empecé a tener ropa de tenis, zapatillas para arcilla, dos raquetas y hasta un portarraquetas.

No quiero decir que me volví una jugadora profesional, pero sí una fan de mi cuerpo y alma. Me di tiempo solo para mí. Trabajar para una empresa o tu propio negocio es agotador porque, aparte de tener responsabilidades, funciones y objetivos por cumplir, estás entregando algo muy valioso: tu tiempo.

Un estudio de la Universidad de Georgia de 2008 encontró que las personas que sufrían de cansancio crónico sentían más energías después de empezar a ejercitarse de forma moderada.

Así que no es solo una cuestión recreativa. Sirve para ser mucho más productiva, evitar estrés acumulado, dolores de cabeza y ansiedad que se traducen en un ataque de hambre a las 11 a.m., cuando se acerca la señora de los postres y sánguches a tu oficina.

Con solo 30 minutos diarios en la mañana antes de ir a trabajar tu cuerpo se oxigenará. Los neurotransmisores de tu cerebro generarán una sensación de bienestar. Es ganar-ganar

Te sugiero tener un plan de arranque inmediato. Identifica qué te gusta hacer: correr, bailar, jugar tenis, yoga, pilates. Si el gimnasio se vuelve algo complicado, la web ofrece miles de aplicativos, desde videos en youtube hasta algo más intensivo como un personal trainer. Está claro que todo depende de ti.

ALGO MÁS

1. Programa tu alarma 30 minutos antes de lo normal, amárrate el pelo y sal a correr, trotar, ponte a bailar o haz una rutina básica de aerobic.

2. Busca un espacio adecuado donde ejercitarte: gimnasio, parque cercano, ¡la sala de casa! Entre más fácil sea llegar, menos excusas.

3. Utiliza aplicativos como: Zumba dance, VirtuaGym Fitness Home & Gym, y Entrenamientos diarios

4. Haz un cronograma de acuerdo con tu tiempo (mínimo 3 veces por semana). Practícalo estrictamente y no te dejes atrapar por las sábanas en este tiempo de invierno.

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