Lorena Salmón: "Léelo en una revista"

Sueño con el día de la revista de moda propia. Sí, lo admito. Y lo hago en voz alta porque dicen que así se atrae la magia. Y vaya que he volado con ese sueño. De todas maneras, he tratado de darle forma y me he estrellado varias veces. Imagino que, como yo, habrá también desde su tribuna quien quiera tener su propia revista.

Sé por experiencia que el camino es más complicado de lo que se piensa, algo así como la disputa por el Trono de los 7 reinos. No es para espantar a los soñadores, pero la verdad es que sí. Y la otra verdad es: ¿qué cosa buena no cuesta?

 La realidad es que si bien la industria de la moda aún está en pleno desarrollo, sería prematuro pensar en productos editoriales por completo dedicados al mundo de la moda.

Pero siempre hay excepciones a la regla y me consta que, por el momento, están las revista «Privée» de Ianka Miranda que, después de seis años, se mantiene con reinvenciones y cambios en la periodicidad de sus publicaciones, y la flamante «Skin Magazine» de los directores de arte Gerardo Larrea y Antonio Choy Kay. Conversé con ellos para preguntarles cómo sobrevive una revista de moda en un mercado donde no existe una cultura de consumo editorial.

La verdad es que ambas se sostienen solo con la pasión, la excelencia del trabajo y muchas horas de esfuerzo. En el caso de «Skin Magazine», Larrea y Choy Kay decidieron dar el salto a su propia producción editorial después de trabajar 10 años para otras editoriales o revistas y de tocar las puertas a posibles interesados. Como uno no puede esperar a que la oportunidad llegue del cielo, decidieron aventurarse por su cuenta. Esta aventura es semestral, porque así pueden entregar un producto especial, con contenido y estética impecables. Además, que salga dos veces al año, es una respuesta a la inmediatez de los nuevos medios (blogs, webs). Su objetivo: que se reconozca como una revista de nicho, una publicación especializada, con un punto de vista y una visión dentro de la industria. Ya la vi, la leí y la tengo en mi mesa de noche. No solo es muy buena en contenido, también es para coleccionarla como objeto de deseo.

En el caso de «Privée», aunque antes era bimensual, ahora solo saldrá tres veces al año. Después de tanto tiempo en el mercado y la locura de las producciones bimensuales, apostaron por la versión digital y este año «Privée» estrenará su nombre par en la web. Según Ianka Miranda, definitivamente hay un incremento en el interés del consumidor por las publicaciones locales de moda. Ajá. Al parecer, el futuro no se ve nada mal.

Negocio o no negocio, tenemos estandartes que nos representan en la aún bebe en pañales que es la industria editorial de moda. Cada uno, con su propio estilo y tinte personal, quiere una sola cosa: disfrutar el proceso de crecimiento y ofrecer un buen producto. Brindemos por ellos y su prosperidad y porque cada vez más existan más valientes que se suban a la montaña rusa de la propia revista de moda.

¿Alguien dijo yo?

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