En varios momentos de nuestras vidas, muchos deseamos tener más tiempo para nosotros mismos, para ejercitarnos, leer, pasear, entre otras muchas cosas. ¿Qué sucedería si pudiéramos organizar nuestra vida de tal manera que nuestros órganos digestivos también tengan un merecido descanso? ¿Cómo logramos esto? La idea es dejar de darles trabajo, tal como lo haríamos con un día laboral, por ejemplo, hasta las 3 de la tarde.
Similarmente, podríamos hacerlo con nuestros órganos digestivos: estómago, colon, esófago, yeyuno e íleon, duodeno, vesícula, hígado. Los ponemos en “vacaciones parciales” desde las 3 de la tarde hasta la mañana siguiente. ¿Cuáles serían los resultados en nuestro organismo? Aquí los detallo:
- Tendríamos una mejor calidad de sueño, lo que haría nuestro día más productivo.
- Evitaríamos la producción excesiva de jugo gástrico. Esto significaría que al descansar en posición horizontal en la noche, no habría posibilidad de dañar el esófago como ocurre en muchos casos de pacientes con reflujo gastroesofágico asociado a la gastritis.
- Detendríamos la producción de hormonas como la insulina, que al estar activa, impide la quema calórica y la quema de grasas.
- Facilitaríamos la movilización de la grasa periférica hacia el torrente sanguíneo, lo que resultaría en una reducción más rápida de medidas corporales.
- Ayudaríamos a reducir y educar al estómago, facilitando así la sensación de saciedad y el achicamiento del estómago de manera natural.
- Desarrollaríamos la fortaleza mental al practicar la Fuerza de Voluntad, mejorando nuestra habilidad para decir no a postres, pastas, arroz, pan, cenas copiosas y otros.
- Lograríamos una pérdida de peso más rápida.
Esta técnica, denominada “Descanso Digestivo”, es especialmente efectiva para personas con sobrepeso significativo y que desean dar un respiro a sus órganos digestivos. También es útil para quienes toman medicamentos para controlar el pH estomacal y reducir la acidez, aliviando síntomas como dolor abdominal en la zona del epigastrio, donde se proyecta el estómago.
La pirosis, una sensación de ardor o molestia detrás del esternón causada por la inflamación del esófago debido al jugo gástrico, también puede aliviarse. Es crucial recordar que este jugo gástrico tiene un pH de 2, capaz de dañar y irritar el revestimiento digestivo y llegar incluso a la laringe, causando tos seca y carraspeo. A menudo, estos síntomas llevan a pacientes a buscar ayuda de médicos otorrinolaringólogos o neumólogos, cuando en realidad el problema proviene de una alimentación desordenada y la acidez que daña los tejidos mencionados.
Como verán, pueden recomendar o aplicar esta técnica fácil pero desafiante, ya que dejar de comer en horarios a los que estamos acostumbrados no es sencillo. Recordemos que los alimentos, sobre todo los ricos en carbohidratos, generan placer. Esta técnica requiere mucha voluntad y también la planificación de comidas anteriores. Empezar el día con un desayuno temprano proporcionará los nutrientes necesarios. No olvidemos que la actividad física regular es de gran ayuda para obtener mejores resultados y combatir la ansiedad al final de la tarde y por la noche.