En la actualidad, vivimos en un mundo sumamente competitivo que nos impulsa a seguir un ritmo de vida bastante agitado. La inmediates está a la orden del día y quien no se adapta a las continuas exigencias de la sociedad, definitivamente, no logra sobrevivir. El nivel de estrés que sufren millones de personas en el mundo, es un claro reflejo de este estilo de vida tan frenético que hemos ido adoptando con el paso del tiempo; sobre todo, podemos observarlo más en ciertos ámbitos como el laboral, en donde los colaboradores empiezan a presentar un desgaste profesional.
Evidentemente, los riesgos psicosociales en el trabajo tienen un impacto significativo en este tipo de panoramas, puesto que al ser condiciones que guardan relación con la organización del trabajo, el contenido del puesto, las diversas funciones y tareas o incluso el propio clima laboral, pueden afectar el desarrollo del trabajo y perjudicar la salud de los colaboradores. No cabe dudas de que, son peligros latentes, ya que generan daño en la salud física y mental de los individuos. Asimismo, afectan directamente a la empresa, convirtiéndose así en un daño silencioso y colectivo.
¿Qué es el síndrome de desgaste profesional?
Según se indica en el artículo científico “Factores de riesgo psicosocial y burnout en poblaciones económicamente activa de Lima, Perú” de la Universidad de Guadalajara, el síndrome de desgaste profesional o también conocido como burnout surge por la exposición crónica a factores de riesgo de tipo psicosociales, los cuales se presentan como una manifestación o respuesta al estrés crónico laboral y se caracteriza por tres dimensiones: agotamiento emocional (agotamiento de los recursos emocionales propios), despersonalización (actitudes negativas) y falta de realización persona en el trabajo (valoración negativa del propio rol profesional).
A pesar de que, desde comienzos de este siglo ya había sido identificado como ese factor de riesgo laboral que afecta la calidad de vida y salud mental de las personas, no es hasta enero del 2022, que la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incluye en la 11ª edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), declarándolo como una enfermedad causada por el estrés severo del trabajo que presenta síntomas físicos y emocionales.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de desgaste profesional?
En definitiva, el poder conocer los síntomas de este síndrome les permitirá a los líderes de las organizaciones y a los propios individuos determinar si efectivamente, están atravesando por un estrés crónico. Por un lado, a nivel psicológico tal y como señala Julia Martins en el paper “Sindrome de burnout: cómo identificarlo y prevenir el desgaste profesional”, a nivel psicológico se puede observar en la persona una irritabilidad excesiva en el trabajo, sentimientos de desesperanza, sensación de tener que aislarse de los demás, desmotivación y baja autoestima. Mientras que, a nivel físico se caracteriza por un agotamiento y pérdida de la energía, dificultad para conciliar el suelo, dolores de cabeza, taquicardia, falta de aire, temblores y sudoración.
¿Cómo prevenir el síndrome de desgaste profesional?
Desde mi punto de vista como psicóloga, y quisiera ser muy realista con mi opinión, ya que creo que es bastante difícil deshacernos por completo del estrés. Lamentablemente como mencione líneas arriba, el día a día muchas veces nos puede superar y generar un desgaste significativo; sin embargo, con esto no quiero decir que sea necesario y “natural” el tener que llegar a un estado emocional y físico en cual, uno entre en un círculo vicioso en el que ya no sabe cuál es el sentido de su existencia en el trabajo y en su vida en general. Por esta razón, justamente para evitar entrar en este espiral de angustia, desinterés y fatiga excesiva, es fundamental que uno identifique cómo se está sintiendo en este plano laboral, puntualmente realizar una autorreflexión. Luego de que soy consciente por lo que estoy atravesando, es muy importante marcar mis propios límites y determinar qué me hace sentir bien.
En efecto, las personas que sufren del síndrome de burnout, suelen dedicar demasiado tiempo al trabajo, por este motivo, es primordial que uno se de la oportunidad de conocerse, disfrutar de actividades que nos apasionen, durante las jornadas laborales buscar pausas activas que nos permitan reequilibrar nuestra mente y tratar de desarrollar relaciones en el entorno de trabajo, para así lograr un sistema de apoyo más sólido.
También es clave tratar de encontrar el equilibrio entre la vida personal y la laboral, porque al final por más que queramos divorciarnos de una de ellas, somos seres biopsicosociales, quienes necesitamos sostener diversos ámbitos en nuestra vida para lograr un bienestar integral.
Recuerda que si estas atravesando por un cuadro de estrés excesivo y has notado un cambio en tu percepción con respecto a tu trabajo y tu vida, es importante que busques la ayuda de un profesional que pueda orientarte y brindarte las herramientas que necesitas para superar esta situación.