La crisis en Venezuela es, sin duda, uno de los eventos más significativos y devastadores que ha marcado un antes y un después en la historia de América Latina, especialmente, en las dos últimas décadas. Desde la escasez de alimentos y medicinas hasta el colapso económico y la emigración masiva, el país ha enfrentado una serie de desafíos que han transformado radicalmente la vida de sus ciudadanos. En consecuencia, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), más de 7,7 millones de venezolanos se han visto obligados a abandonar la tierra que los vio nacer en busca de protección y mejores condiciones de vida.
Sin embargo, a pesar de la distancia, la situación política de Venezuela sigue siendo una fuente constante de preocupación y tensión para muchos de estos migrantes, sobre todo, tras las elecciones del pasado 28 de julio. Las acusaciones de fraude electoral han generado controversia, alimentando la incertidumbre y el estrés, lo que ha causado un impacto psicológico significativo en gran parte de su población, incluida la comunidad venezolana en el Perú.
¿Cómo puede repercutir una crisis política en la salud mental de una población?
La confusión que genera una crisis política en la población puede desencadenar estados de paranoia, hipervigilancia, ansiedad, estrés, miedo e incertidumbre. Esto se debe a la contradicción entre las expectativas y la realidad. En un sentido más profundo, las necesidades emocionales básicas de los seres humanos, como sentirse protegidos y seguros, así como el sentido de pertenencia, llevan a muchos ciudadanos a ver al gobierno como una entidad que garantizará sus derechos y los protegerá de amenazas externas. No obstante, la realidad a menudo revela que el verdadero enemigo se encuentra dentro del mismo gobierno, o que el gobierno es en sí el enemigo, por lo que las personas pueden sentirse traicionadas por sus propios líderes políticos, señaló Fanny Abanto Casavalente, psicoterapeuta especializada en terapia de esquemas a Bienestar.
“De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en situaciones de crisis política, la tasa de depresión puede aumentar significativamente. Asimismo, un estudio realizado por la Universidad de Harvard, encontró que el 90% de las personas que han vivido en una región afectada por una crisis política y/o guerra civil padecen de síntomas del trastorno de estrés postraumático, al igual que los niveles de adicciones a sustancias pueden incrementar como un mecanismo de afrontamiento ante dicha situación”.
¿Cuáles son los desafíos emocionales y psicológicos más comunes que experimentan los migrantes al llegar a un nuevo país?
Al llegar a un nuevo país, un migrante que huye de una crisis política puede enfrentar diversas dificultades psicológicas, estas pueden incluir sentimientos de pérdida, trauma por eventos pasados, estrés por la adaptación a un entorno desconocido, ansiedad por la incertidumbre del futuro y la separación de sus seres queridos. De igual manera, como mencionó la psicóloga clínica, Ana Ramírez, la falta de apoyo social, las barreras idiomáticas y culturales, así como también la discriminación pueden contribuir a problemas de salud mental.
Desde luego, como recalcó la doctora Laura Villanueva Blas, docente de la carrera de psicología de la Universidad Norbert Wiener, la separación de su país y de sus seres queridos puede impactar gravemente la salud mental de los migrantes venezolanos, pues la distancia y la falta de contacto frecuente con sus familiares y amigos pueden generar sentimientos de soledad y aislamiento. Además, la nostalgia y el duelo por la pérdida de su entorno familiar y cultural pueden desencadenar síntomas depresivos.
“La falta de claridad sobre el futuro político y económico de Venezuela es otra fuente significativa de preocupación y ansiedad para los migrantes, así como también la sensación de estar atrapados entre dos realidades – su vida actual en Perú y la situación de su país de origen- contribuye a una creciente inestabilidad emocional. A esto se suma la preocupación constante por la seguridad y el bienestar de los familiares que permanecen en Venezuela, lo cual puede ser un factor persistente de estrés”.
Como un intento de adaptación, las personas que migran de un país a otro, sobre todo, aquellas que lo hacen de manera forzada e involuntaria, suelen experimentar un proceso psicológico y emocional denominado “duelo migratorio”, el cual se caracteriza por la pérdida y el luto por la separación de la patria, la cultura de origen, los seres queridos, las redes de apoyo, la vida y las experiencias previas. De acuerdo a Diana Castro Tantachuco, psicóloga del Centro Psicológico TINKUY, este fenómeno puede manifestarse mediante: tristeza, melancolía, miedo, ansiedad, sentimientos de vacío y pérdida, dificultad para adaptarse al nuevo entorno, sentimientos de culpa y responsabilidad y problemas para reconstruir la identidad y el sentido de pertenencia.
“Llegué a Perú en el 2008, con tan solo 13 años. Realmente, amaba Venezuela y era muy feliz allí. Aunque me han tratado sumamente bien y estoy muy agradecida con Perú, el cambio a esa edad fue muy brusco, y me sumió en una depresión severa, tanto que llegué a bloquear unos tres años de mi memoria. Con el tiempo, al ver que las elecciones no traían el cambio esperado y que la situación se mantenía igual, desarrollé una especie de escudo emocional. Básicamente, me desconecté y me resigné a la idea de que nada iba a cambiar, ya que solo sentía decepción, rabia, tristeza e impotencia. Es muy duro, especialmente porque mi papá, mis primos y muchas personas que amo siguen allá, sufriendo todas estas consecuencias”, expresó Samantha Faro, joven venezolana que reside en Lima.
Igualmente, muchos migrantes pueden sufrir de problemas de sueño, como insomnio o pesadillas, debido al estrés y la ansiedad provocados por la separación de país y seres queridos. Además, pueden llegar a experimentar recuerdos intrusivos, tipo flashbacks de experiencias traumáticas o incluso, presentar dolor crónico o somatización de diversas emociones.
Sin lugar a duda, son muchos los efectos a nivel psicológico que pueden traer consigo la crisis actual en Venezuela, en especial, en los migrantes, dado que pueden desarrollar un sentimiento de impotencia y frustración, debido a la imposibilidad de influir o hacer algo para cambiar la situación. También pueden experimentar la sensación de haber abandonado a su país y sus compatriotas en momentos de necesidad, lo que desencadena sentimientos de culpa.
¿De qué manera impactan las noticias sobre la situación en Venezuela en la salud mental de los venezolanos en Perú?
La cobertura mediática por parte de los medios de comunicación con respecto al reciente fraude electoral y la crisis política puede tener un impacto significativo en la salud mental de la comunidad venezolana en Perú, puesto que las noticias negativas sobre la situación de su país pueden generar sentimientos de ansiedad y preocupación en los migrantes, así como también pueden sentirse impotentes por no poder ayudar a sus familiares, amigos y compatriotas que siguen en Venezuela. De igual modo, como refirió Abanto Casavalente, la difusión de información puede aumentar el sentimiento de nostalgia y desarraigo, dado que pueden sentirse aún más lejos de su hogar y su comunidad.
“La cobertura sesgada o polarizada puede exacerbar las divisiones políticas y sociales dentro de la comunidad venezolana en Perú. Ciertamente, la desinformación o la información errónea pueden generar confusión y desorientación en los migrantes”, explicó la experta del Centro Psicológico TINKUY.
Sin embargo, como una manera de ejercer el derecho a la libertad de expresión, el cual se está reprimido en su totalidad en Venezuela y, con la finalidad de informar sobre la actual crisis política, Faro enfatizó que, es necesario que los venezolanos alcen sus voces, ante tanta violencia, muerte y violación de los derechos humanos.
“En momentos como estos, parece inapropiado compartir temas que no estén relacionados con lo que está pasando en Venezuela. Admito que había perdido la esperanza de ver mejoras en mi país después de más de 25 años en esta crisis. No obstante, escuchar a María Corina Machado y ver a Edmundo González me ha devuelto un pequeño rayo de esperanza, de que quizás sí podemos superar esto. Tenemos todo para ser un gran país y una nación unida, por ello, es crucial que, especialmente ahora que la libertad de expresión está siendo reprimida en Venezuela, nosotros que estamos fuera compartamos la verdad de lo que está ocurriendo”, compartió Faro.
¿Cómo pueden influir las diferencias políticas entre los venezolanos en Perú y también con sus familias en Venezuela?
Las diferencias políticas pueden influir en las relaciones familiares y sociales de manera significativa. En concreto, como afirmó la psicóloga clínica, las posturas políticas opuestas pueden generar conflictos, tensiones y divisiones en las familias, sobre todo, en un contexto de crisis política y polarización como el de Venezuela. Definitivamente, estas pueden afectar la comunicación, el apoyo emocional y la conexión entre los miembros de la familia, creando barreras en la relación, lo cual puede repercutir negativamente en la salud mental y el bienestar, puesto que puede ser traumático y producir sentimientos de soledad y aislamiento.
“Este tema me toca profundamente porque mi papá es chavista, y recientemente tuvimos un desacuerdo. Mi estrategia para mantener una buena relación, especialmente a la distancia, ya que no lo veo desde 2018, es evitar hablar de política. Sin embargo, justo al día siguiente de las elecciones, rompí esa regla y tuvimos una fuerte discusión. Ese día le dije cosas muy duras, aunque ciertas. Me hubiera gustado expresarlas de una manera más calmada, porque creo que ahora es vital fomentar la unidad. Sé que a veces es difícil contener las ganas de discutir, pero debemos mantener la calma, hablar con hechos y con la cabeza fría para intentar hacerles ver la realidad y que comprendan que lo que está sucediendo también les afecta. Es doloroso tener un familiar a quien admiras y saber que ha apoyado a este gobierno que nos ha llevado a la situación actual. Sin duda, es una situación muy frustrante, sobre todo, cuando ves la cantidad de muertes, secuestros, personas comiendo de la basura o policías apuntando a la gente. Aun así, trato de aferrarme a lo que dice María Corina: la unión es clave, no solo entre los que no estamos de acuerdo, sino para todos, y debemos apoyarnos mutuamente”, manifestó la joven venezolana.
¿Qué síntomas o comportamientos pueden manifestar los venezolanos en Perú ante la incertidumbre de la crisis en su país?
De acuerdo a la psicoterapeuta especializada en terapia de esquemas, los venezolanos en Perú pueden presentar una variedad de síntomas y comportamientos debido a la crisis actual en su país de origen. Entre los más destacados se encuentran:
- Ansiedad y estrés: Pueden ser causados por la incertidumbre sobre el futuro de su país y su propia situación.
- Insomnio: La ansiedad y el estrés pueden afectar el sueño y llevar al insomnio o a un sueño inestable.
- Pérdida de apetito o comer en exceso: Las personas pueden experimentar cambios en el apetito, comiendo más o menos de lo habitual.
- Fatiga crónica: La ansiedad y el estrés pueden generar fatiga crónica, dolor de cabeza o estómago y bajo rendimiento en el trabajo o la escuela.
- Irritabilidad y enojo: Los venezolanos pueden sentirse irritables o enojados por la situación en su país y la impotencia que experimentan al no poder hacer nada al respecto.
- Evitación: Algunos venezolanos pueden evitar pensar o hablar sobre la crisis en Venezuela para protegerse de los sentimientos negativos que genera.
- Dificultad para concentrarse: La ansiedad y el estrés pueden dificultar la concentración en las tareas diarias, como el trabajo o el estudio.
¿Cómo pueden los venezolanos en Perú mantenerse informados y activos con lo que pasa en su país sin que afecte negativamente su salud mental?
Para evitar un impacto significativo en su salud mental, los venezolanos en Perú deben considerar las siguientes pautas:
- Seleccionar las fuentes: Es importante elegir fuentes de noticias confiables y objetivas, evitando aquellas que promueven discursos de odio o desinformación.
- Moderar la exposición: Es recomendable no estar constantemente expuesto a las noticias sobre Venezuela, ya que esto puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad.
- Promover el autocuidado: Practicar actividades de autocuidado, como la meditación, el ejercicio y la relajación, puede ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar la salud mental.
- Formar una comunidad: Formar parte de grupos de apoyo o comunidades venezolanas en Perú puede ayudar a los migrante a sentirse más conectados y apoyados.
- Compartir con tus compatriotas: Hablar de tus experiencias y preocupaciones con otras personas que están pasando por situaciones similares puede ser terapéutico y aliviar la carga emocional.
¿Qué estrategias pueden aplicar para manejar el estrés y la ansiedad derivados de la crisis actual de Venezuela?
Como primeros auxilios psicológicos, como sugirió Diana Castro, podrían crear una narrativa personal de resiliencia, destacando momentos de fortaleza y superación en el pasado. Básicamente, utilizar la creatividad como una forma de terapia, a través de la escritura, el arte, la música o la danza, así como también se puede practicar la gratitud, ya que estas actividades permiten un mayor enfoque en los aspectos positivos de la vida. Es muy importante que puedan cultivar la empatía y la compasión hacia uno mismo y hacia los demás, reconociendo que todos enfrentamos desafíos. Sin embargo, si estas estrategias no son suficientes y la situación es muy agobiante, es fundamental que acudan con un psicoterapeuta, el cual los ayude a lidiar con los efectos emocionales de la crisis política.
De igual manera, para lograr una mejor gestión emocional ante posibles futuras crisis que puedan desarrollarse, hay una serie de estrategias que se trabajan en psicoterapia que podrían ser de gran ayuda:
- “Kit de resiliencia”: Prepara un kit con recursos y herramientas para manejar el estrés y la ansiedad, como meditaciones, ejercicios de respiración y contactos de apoyo.
- Desarrolla una “red de apoyo transnacional”: Conecta con otros expatriados y amigos en el país de origen y en el país de residencia para crear una red de apoyo que pueda brindar ayuda emocional y práctica.
- Mantén una “caja de memorias”: Crea un archivo digital o físico con recuerdos y documentos importantes, como fotos, cartas y certificados, para mantener una conexión con tu identidad y tú historia.
- Crea un “ritual de conexión”: Establece un ritual regular para conectarte con tu cultura y tu identidad, como cocinar platos tradicionales o practicar rituales culturales.