La Navidad siempre es vista como una etapa de unión, amor y felicidad, pero también es una de las épocas del año en la que más aumenta la tristeza, y en algunos casos, la depresión. El estrés de las compras y de tener todo listo pueden ser algunos factores por los cuales vemos como negativas estas fechas. Ante ello, Bienestar del Diario El Comercio conversó con Karina Otoya, docente de la carrera de Psicología de la UPC, quien explicó en detalle en qué consiste esta tristeza y cómo podemos manejarla.
“Más que una depresión como tal, es un estado de ánimo negativo que se caracteriza por tener mucha tristeza, nostalgia, apatía o podemos sentir que no disfrutamos la celebración de ese día”, comentó la especialista.
¿Qué hace que nos sintamos tristes en Navidad?
La depresión navideña se caracteriza principalmente por tener sentimientos de pena, no querer participar y aislarse; algunas personas pueden tener alteraciones de sueño como insomnio o hasta somnolencia, pueden sentirse fatigadas y con sueño todo el día; y finalmente puede haber alteraciones en el apetito, enojo o irritabilidad. Hay diversos factores, según Otoya, por los que una persona puede presentar estas características en Navidad:
- Se vende como una época de ilusión, unión, felicidad y amor: En Navidad, se pueden estar viviendo momentos personales que expresen todo lo contrario. Hay un conflicto entre toda la propaganda y todo lo mediático y solemos compararnos con eso, haciendo que aparezcan frases como: “Debería estar feliz y no lo estoy” o “Debería ser un momento de unión familiar, pero todos estamos peleados”.
- Es un momento de estrés: Hay reuniones, compras, preparativos, etc. A algunas personas les estresa tener que cumplir con todo lo que la Navidad requiere.
- El tema económico: La Navidad tiene un peso comercial y de un consumismo muy alto. Hay una presión por hacer compras y si no tienen los recursos económicos para cumplir lo que se “debería cumplir” puede sentirse mal o puede sentir que no se encuentra a la altura de los demás.
- Recuerdos: Los adultos suelen recordar su infancia y hay un sentimiento de pena por algo que ya no está, como su infancia o la pérdida de un familiar.
- Autorreflexión: Nos comenzamos a preguntar qué se ha hecho o qué se ha logrado en el año. Puede haber un sentimiento de satisfacción, pero también puede haber una mirada crítica negativa sobre ello.
¿Cómo manejar la depresión navideña?
Otoya resalta que esta tristeza es manejable y hay maneras para prepararse para estas fechas complicadas:
- Tomar distancia de las redes sociales: Esto no quiere decir salirse de ellas, pero mirarlas de manera crítica. No todo lo que se postea en redes es lo que realmente le está pasando a cada uno.
- Disfrutar dentro de lo que se tiene: Trata de disfrutar el diseño de Navidad que hemos construido y estamos teniendo con nuestra familia. Puede que sea poco, porque no estamos pasando un buen momento, pero hay que aprender a valorar lo que tenemos.
- Enfocarse en el presente: Es inevitable que en estas fechas aparezcan recuerdos, pero enfocarse en lo que ya no hay o lo que ya pasó hará que nos sintamos realmente tristes.
- Poner límites: Si no te sientes bien yendo a reuniones este mes, no es necesario asistir a todas, cada uno es libre de poder decidir que hacer en estas fechas, sobre todo si se trata de salud mental y emocional. Hay que tomarlo de manera más calmada, sin sobrecargarse con las reuniones ni compras ni deudas.
Cabe resaltar que los adultos mayores son los que más pueden caer en la tristeza en estas épocas, por ello, si hay algún adulto mayor, ya sean abuelos, padres, tíos, que la estén pasando solos, lo ideal sería incluirlos para que no se sientan de esa manera.
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