La tiroides es una glándula situada en la parte anterior del cuello, la cual tiene forma de mariposa y tiene una función esencial para el cuerpo: producir hormonas encargadas de controlar la forma en la que el organismo utiliza la energía y controlan casi todos los órganos del cuerpo. Esta pequeña glándula puede tener diferentes alteraciones y puede desarrollar algunas enfermedades, entre las cuales se encuentra el hipotiroidismo, una enfermedad que afecta física y emocionalmente a las personas.
“El hipotiroidismo es una enfermedad en la cual la glándula tiroides, que la tenemos todos, no es capaz de producir suficiente cantidad de la hormona tiroidea para cubrir las demandas metabólicas del cuerpo humano. Entonces, cuando esta glándula no puede, ya sea por su falta de producción o porque no recibe el estímulo necesario de producir estas hormonas tiroideas, va a condicionar un estadio que se llama hipotiroidismo”, comentó el Dr. Victor Hugo Noriega Ruiz, endocrinólogo y experto en patologías tiroideas de la Clínica Anglo Americana en diálogo con Bienestar del Diario El Comercio.
Síntomas físicos y mentales del hipotiroidismo
El doctor Noriega, junto a Mary Castro, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, nos mencionan los principales síntomas físicos y mentales de esta enfermedad.
Físicos:
- Fatiga
- Aumento de peso
- Rostro hinchado
- Problemas para tolerar el frío
- Dolor articular y muscular
- Estreñimiento
- Piel seca
- Caída del cabello
- Uñas frágiles.
- Disminución de la sudoración
- Períodos menstruales intensos o irregulares
- Problemas de fertilidad en mujeres
- Baja frecuencia cardíaca
Mentales:
- Sentimiento de desalentación
- Depresión
- Sentimientos de minusvalía
- Frustración por tener la enfermedad, ya que el tratamiento físico que debe realizar puede alterar su rutina
Factores de riesgo
- Ser mujer
- Ser mayor de 60 años
- Haber tenido un problema de tiroides anteriormente
- Haber recibido radioterapia o cirugía en la tiroides, el cuello o el tórax
- Tener antecedentes familiares de enfermedad de la tiroides
- Estar embarazada o haber tenido un bebé en los últimos 6 meses
- Tener anemia perniciosa
- Tener diabetes tipo 1
- Tener artritis reumatoide
- Tener lupus
Antecedentes del hipotiroidismo
Desde el lado físico, según el doctor Noriega, tenemos que separar dos tipos de hipotiroidismo:
- Hipotiroidismo congénito: Aquel bebé que nace y por diferentes motivos no ha desarrollado la tiroides y la madre no le suplementa hormonas tiroideas, por lo que este va a desarrollar hipotiroidismo. “En estas condiciones es muy importante porque las hormonas tiroideas en etapas tempranas de la vida se encargan del desarrollo neuronal. Entonces, este puede condicionar un retardo mental que es absolutamente prevenible”, explicó.
- Hipotiroidismo adquirido: Es el más común, aquí destaca la falta de función tiroidea. A lo largo del tiempo, es una enfermedad autoinmune, es decir, el mismo cuerpo, por determinados factores, va a inflamar la tiroides y va a condicionar a que deje de funcionar, por lo que puede producirse hipotiroidismo.
Por otro lado, desde el lado mental, Castro menciona que el hipotiroidismo puede desarrollar trastornos de la salud mental, entre los cuales destaca:
- Depresión.
- Ansiedad y estrés.
- Apatía.
- Desgano.
“Con glándula tiroidea, el organismo se ve alterado a nivel hormonal, haciendo que la persona empiece a presentar inestabilidad emocional”, acota.
Diversos estudios han mencionado que, en algunas ocasiones, la depresión se trataba con hormonas tiroideas, porque como estaban tan relacionadas, se pensaba que podía ser la causa principal. Sin embargo, actualmente, ya no es así.
¿Cómo afecta a la salud mental de los pacientes con hipotiroidismo?
Entre los síntomas, el aumento de peso, el que más preocupa a las personas y el que más afecta a su salud mental. Este puede traer consigo cambios fisiológicos y emocionales, generando cambios de humor, sueño, ansiedad y sobre todo, alteraciones en los hábitos alimenticios.
Este aumento de peso, según Noriega, se produce debido a que las hormonas tiroideas se encargan de limpiar nuestro cuerpo de determinadas sustancias. Cuando estas sustancias, llamadas mucopolisacáridos, no son procesadas de una manera adecuada, tienden a acumularse y actúan como esponja y absorben agua. Es por ello que se produce la retención de líquido y produce el aumento de peso.
“Se piensa que es por acumulación de grasa, que no es 100% verdad en el hipotiroidismo. Más el incremento de peso es por la retención del líquido, por estas sustancias que no son procesadas adecuadamente”, agrega el experto en patologías tiroideas.
Autocuidado mental y físico para las personas que tienen hipotiroidismo
Ambos especialistas nos explican desde su ámbito cómo realizar un autocuidado adecuado cuando se tiene esta enfermedad.
Físico:
Noriega nos brinda recomendaciones para tener un autocuidado desde el lado de la salud física:
- Tomar la medicación que receta el especialista de manera constante: Esto para disminuir o eliminar las molestias que produce el hipotiroidismo. Entonces, si yo soy regular con mi tratamiento, las molestias que pueda presentar por el hipotiroidismo van a disminuir de una manera importante.
- Fijarse cómo tomar la pastilla: El momento preciso de tomar la pastilla es importante, esta se debe consumir una hora antes del desayuno, debido a que nos podemos asegurar con ella por completo.
- No suspender la medicación por priorizar otra enfermedad: Cuando hay una enfermedad a parte, a veces puede haber algún tipo de condiciones que puedan venir en paralelo, pero ambas medicaciones, se tienen que llevar en paralelo, porque las respuestas a otros tratamientos también puede verse beneficiado por el correcto, o sea, el correcto tratamiento de las hormonas tiroides.
- Acudir al endocrinólogo: Si alguna molesta persiste, a pesar de que se tiene un tratamiento, se debe acudir a un endocrinólogo para que pueda dar seguimiento al tema y descartar otras posibles causas de esas molestias.
Mental:
Por su parte, Castro nos brinda recomendaciones para dar el autocuidado desde el lado de la salud mental:
- Entender que los cambios son parte de la enfermedad: Algunos piensan que esos cambios se producen por algún rasgo de su personalidad o características de ella, sin embargo, son parte de la enfermedad. El saber eso y tener conciencia de ello les va a ayudar a no etiquetarse de manera negativa.
- Incluir actividades que generen placer a su estilo de vida: Que sean actividades novedosas que le generen curiosidad o interés. Pueden ser actividades deportivas, artísticas, que le permita explorar otras áreas y habilidades que se encuentran en esta persona.
- Buscar ayuda profesional: Si es que la persona es consiente que no puede regular sus emociones, lo que le genera frustración o lo que le impide su continuo desarrollo, puede buscar ayuda de un psicólogo que pueda ayudar a reconocer eso. Tengamos en cuenta que nosotros nos tenemos que seguir desarrollando de manera profesional, personal y social a pesar de tener la enfermedad.
- Comunicarlo con otras personas: La adaptación a cambios siempre nos va a tomar un tiempo, pero lo que se espera es que podamos continuar. Si la persona se está dando cuenta que no puede continuar sola, que de repente no tiene las herramientas, los recursos necesarios para poder seguir avanzando, debe apoyarse en aquellos que lo quieren, ya sea amigos o familiares, quienes siempre estarán dispuestos a escucharlos.
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