Todos hemos tenido miedos, de niños a la oscuridad o a los insectos, pero cuando crecemos estos se transforman en acontecimientos mucho más reales y profundos. Nadie elige cuál miedo quiere tener y cuál no. Podríamos decir que ellos nos eligen a nosotros y somos los encargados de vencerlos para que no condicionen nuestra vida. Los miedos son un conjunto de reacciones fisiológicas y cognitivas que sirven como mecanismo de defensa ante un posible peligro real o imaginario.
Macarena del Cojo, psicóloga general sanitaria de Instituto Cláritas, asegura al Diario ABC, que podemos considerar el miedo como “necesario para podernos defender”, y también puede ayudarnos a la supervivencia. Sin embargo, este miedo se puede volver patológico cuando produce un malestar de manera significativa a nivel físico, laboral y social.
Los 6 miedos más comunes en la edad adulta
Algunos de los más comunes son:
- Miedo al rechazo o al abandono: Cuando se alcanza la madurez podemos observar que los miedos se asocian más con el abandono. Esto se refleja en las parejas que no quieren distanciarse así sea lo más sano, porque tienen miedo de tener que empezar de cero, por lo tanto, admiten comportamientos disfuncionales con tal de no sentirse abandonamos. Además, los hijos crecen y se van yendo a la casa y so también los hace sentir solos.
- Ansiedad por cuestiones laborales/económicas: Debido a las constantes crisis que se viven en el país, los productos siguen subiendo y bajando su precio, y se vuelve más complicado acceder a estos. Además, tienen miedo a perder su trabajo o su poder adquisitivo que se ha instaurado en la sociedad. Esto, traer como consecuencia mucha ansiedad, estrés y estar irritables, suelen tener mucho miedo por gastar y comienzan a ahorrar.
- Agorafobia: Las fobias se vienen desarrollando conforme pasan los años. Cuando las personas tienen que enfrentar un problema, ellos sienten miedo de hacerlo y prefieren seguir en su zona de confort.
- Miedo a no formar una familia: Este miedo afecta más a las mujeres mayores de 30 años, ya que la incorporación al mercado laboral y las nuevas oportunidades, junto con las dificultades económicas, la edad de reproducción se ha ido retrasando con el tiempo y con ello han aumentado las dificultades a la hora de concebir. Sienten miedo de no poder tener hijos, porque no tienen una pareja estable o porque han tenido intentos fallidos y presentan pensamientos muy negativos acerca de ello.
- Miedo a equivocarse y cometer errores: Cuando existe la verbalización negativa se tiende a ser más perfeccionista y por ende, más errores se comenterán. Entender y aceptar nuestras limitaciones, así como saber usar nuestros errores como algo a nuestro favor, las habilidades y de madurez, nos ayudará a liberarnos de la autoexigencia.
TE PUEDE INTERESAR
- ¿Cómo afrontar la soledad después de un divorcio?
- ¿Cómo prevenir el síndrome de desgaste profesional?
- Test de personalidad: elige una imagen y descubre los puntos positivos y negativos de tu vida
- Ventilación emocional: ¿qué es y cómo puede ayudarme?
- Dependencia emocional: una adicción disfrazada de amor
Contenido sugerido
Contenido GEC