Siempre hay una persona que ama ver las películas de terror en esta época del año y lo disfruta mucho a pesar de que de mucho miedo. El gusto por el terror nunca es igual: hay quienes lo adoran, y quienes lo aborrecen. Pero realmente ¿sentir terror nos da placer? la psicóloga de la clínica Ricardo Palma, Mary Castro conversó con Bienestar de El Comercio y nos explicó un poco qué nos produce ver esas películas que tanto nos gustan y disfrutamos.
Estar sentado en la comodidad de tu casa con un poco de comida y gaseosa hace que, a pesar de observar episodios fuertes en las películas de terror, nos sintamos seguros, por lo que no causa ninguna consecuencia.
“El sentirnos seguros hace que podamos querer volverlas a ver. Sabemos que cuando termina esta película uno está bien y como no hay una consecuencia conmigo, me da la oportunidad de volver a hacerlo. Ademas como personas ya adultas tenemos marcado el límite de la ficción con la realidad” comenta la Castro.
Aquí están en juego dos hormonas: la serotonina y la adrenalina. Con la segunda se produce el sentimiento de que no sabes lo qué va a pasar, eso nos da placer por lo que se segrega también la serotonina.
¿Afecta nuestra salud mental?
Según la especialista, no causa consecuencias en nuestra salud mental. “Tenemos que delimitar edades, se recomienda que los niños no las vean, porque no diferencian la ficción de la realidad entonces ahí pueden haber consecuencias”, asegura.
Si esto sucede en los adultos, lo cual es más complicado, porque si diferencian la ficción de la realidad, tiene la capacidad de decidir si dejar de verla o no.Si nos causa mucho miedo la película y no nos deja dormir, puede desencadenarse ansiedad.
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