Alguna vez te has preguntado ¿por qué te comportas, sientes y piensas de una manera determinada? Básicamente, ello se debe a la personalidad, la cual es un conjunto de rasgos y características que todo ser humano desarrolla desde la niñez temprana hasta la edad adulta. Si bien es cierto, la parte genética es importante para consolidar la personalidad, también es fundamental la influencia del contexto familiar y el medio social en el que la persona se desenvuelve. Definitivamente, hay algunos rasgos que pueden destacar más que otros en un individuo, como es el caso de aquellos que poseen una alta sensibilidad.
¿Qué hace que una persona sea altamente sensible?
Hace referencia a aquellas personas que tienen un sistema nervioso más fino y desarrollado, lo que genera que tengan la capacidad de percibir mucha más información sensorial a la vez, es decir, que experimentan las emociones de un modo más intenso que el resto y perciben cualquier cambio por más mínimo que sea, además de que buscan la perfección en todo momento.
En definitiva, este es un tema que despierta gran interés en la comunidad científica, puesto que se estima que 2 de cada 10 personas presentan este rasgo de personalidad. No obstante, el aporte más relevante a lo largo de los años fue el de la psicóloga americana, Elaine Aron, con sus estudios en la Universidad Stony Brook de Nueva York, en donde determinó que existen cuatro pilares básicos que permiten identificar a una persona con esta característica.
Como refiere la Asociación de Profesionales y Psicólogos de Alta Sensibilidad de España, el primer pilar es la profundidad de procesamiento de la información, motivo por el cual tienden a realizar un análisis exhaustivo de los estímulos percibidos, lo que deriva en una respuesta más intensa. Seguido de la gran emocionalidad y capacidad de empatía, que se muestra con reacciones algo más extremas debido a que viven y sienten de manera intensa. Por otro lado, está la sensibilidad ante las sutilezas del ambiente, ya sea relacionado a los olores, sabores, texturas o la estimulación visual. Por último, la saturación mental y sobreestimulación sensorial, esto se debe al exceso de información y sobrecarga de estímulos que la persona percibe.
¿Cómo suele sentirse una persona altamente sensible?
Claramente, lo propuesto por Aron es un punto de partida para entender con mayor claridad cómo es una persona altamente sensible; sin embargo, existen algunas otras actitudes y comportamientos que ayudan a identificar a los individuos con este tipo de personalidad.
Por lo general, estas personas suelen sentirse más afectada por las luces brillantes, olores fuertes y ruidos, así como suelen abrumarse por el exceso de trabajo y las masas de gente. Además, tienden a ser inseguras y tímidas, por lo que se les dificulta mantener sus límites personales y saber decir que no.
Igualmente, no toleran la violencia, por lo que rechazan cualquier forma de abuso, tanto en la vida real como en la ficticia. También les afectan muchos los cambios, motivo por el que suelen tener dificultades para aceptarlos y adaptarse, ya que constantemente se están cuestionando sobre la situación, con el objetivo de entender y justificar esos cambios.
¿Qué puedo hacer si soy una persona altamente sensible?
Como bien señala la psicóloga Beatriz González al portal web Alimente, es positivo tener esta capacidad enorme de disfrutar, de emocionarse, de ser creativos, captar detalles y ser empáticos. No obstante, es importante considerar que estas personas con alta sensibilidad tienen que trabajar mucho en sí mismas, con el fin de aceptarse, quererse y saber identificar qué les ocurre, de lo contrario, pueden llegar a aislarse de los demás o inclusive, sufrir de ansiedad o depresión.
Por esta razón, Norma Conde del medio virtual Psicología y Mente, destaca la importancia de tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Desarrolla un mayor autoconocimiento: céntrate en ti y aprende a reconocer qué cosas son las que te alteran, para que así sepas lo que necesitas hacer para gestionarlo y superarlo.
- Atiéndete: procura evitar lo que te afecte y recurre a aquello que te hace sentir bien.
- Aprende a decir que no: no esta mal ser servicial con los demás; sin embargo, es fundamental que comprendas que muchas veces la situación te puede sobrepasar y por el bien de tu salud emocional, es importante saber decir que no.
- Entrena la autoconsciencia de tus emociones: trata de mantener una visión objetiva sobre las situaciones, ya que el experimentar las emociones de manera intensa pueden desencadenar reacciones desbordantes. No tengas miedo en preguntarte lo siguiente: ¿Es necesario que sufra de esta manera? ¿De qué me sirve pensar así?
- Primero pregunta: presuponer es una de las cosas que más te pueden hacer sufrir, porque se generan ideas en torno a algo que no sabes si es verdad o no.
- Cuida tu cuerpo y mente: para ello debes tener una alimentación balanceada y respetar las horas de sueño. Además, incorpora el ejercicio físico, ya que este ayuda a estimular la generación de hormonas que causan una sensación de bienestar.