En el vasto y complejo universo del amor y las relaciones humanas, uno de los conceptos que ha trascendido y se ha arraigado profundamente en la cultura occidental, es el mito de la “media naranja”, pues durante siglos lo hemos visto representado en incontables obras literarias, canciones y películas. Básicamente, esta idea sugiere la existencia de una única persona, la cual está destinada a ser nuestra pareja ideal y complementarnos, por lo que nos invita a creer que, en algún lugar del mundo hay alguien especial para cada uno de nosotros, cuya unión nos proporcionará una felicidad y plenitud incomparable.
Cabe señalar que, esta creencia tiene sus raíces en la mitología griega y la literatura antigua, ya que Platón en su obra “El Banquete” describió la teoría de los andróginos, los cuales eran humanos que estaban unidos por la espalda y tenían cuatro brazos, cuatro piernas y una cabeza con dos caras. Sin embargo, Zeus, temeroso del poder de estos seres, decidió dividirlos en dos, condenándolos así a pasar el resto de sus vidas buscando a su otra mitad.
Sin duda, esta narrativa ha sido reinterpretada y adaptada a lo largo del tiempo, generando así una influencia significativa en cómo las personas perciben el amor y la relaciones. Si bien puede parecer una concepción bastante romántica; no obstante, desde una perspectiva psicológica, esta creencia puede perpetuar la dependencia emocional y la idealización de la pareja, cuestión que trae consigo una serie de efectos adversos en la salud mental.
¿De qué manera el mito de la media naranja afecta la forma en que las personas buscan pareja?
El mito de la media naranja puede llevar a las personas a buscar a alguien que cumpla con un concepto idealizado de una relación “perfecta”. En concreto, se enfocan en encontrar a una pareja que sientan que “complementa” todas sus necesidades y deseos, lo que puede resultar en una gran desilusión cuando la realidad no coincide con esa expectativa inicial. Asimismo, esta creencia puede provocar que se descarten relaciones potencialmente saludables, puesto que estas no se alinean perfectamente con el ideal preconcebido, destacó Madeli Santos, psicóloga clínica y experta en relaciones conscientes y gestión emocional a Bienestar.
“En definitiva, este mito crea una variedad de expectativas poco realistas sobre la perfección y la facilidad de las relaciones, puesto que las personas pueden esperar que su pareja cumpla con todas sus demandas sin ningún tipo de esfuerzo, lo cual no es sostenible ni realista. Por esta razón, esta idealización puede causar problemas cuando las imperfecciones naturales de la pareja se hacen evidentes, lo que puede generar decepción y resentimiento, así como también impedir que los individuos vean y solucionen conflictos reales en la relación, puesto que están esperando que todo se resuelva por sí solo porque son “almas gemelas”.
¿Cuál es el impacto del mito de la media naranja en la salud mental?
De acuerdo con Pedro Rondón Navas, psicólogo y doctor en consejería y sexología, una fusión como la media naranja impediría el desarrollo individual de los miembros de la relación amorosa. Asimismo, se estaría hablando únicamente de un “nosotros”, en vez de dos seres libres e independientes, unidos por un proyecto común, lo cual podría desencadenar una dependencia emocional. Definitivamente, esta situación a la larga puede ocasionar resentimiento, cansancio, fastidio y una falta de independencia y autonomía, siendo estos dos pilares fundamentales para mantener una relación saludable.
“De igual modo, esta creencia puede estar relacionada con una baja autoestima y el miedo a la soledad, ya que la persona siente que no es suficiente por sí misma, motivo por el cual, necesita de alguien más para ser feliz y estar completa. Desde luego, esto puede hacer que las personas busquen validación externa, en lugar de desarrollar una autoestima saludable e independiente, lo que, a su vez puede resultar en relaciones poco saludables donde se dependa exclusivamente del otro individuo para lograr un bienestar emocional. La realidad es que, esta idea fomenta pensamientos irreales, como: “si tú no estás yo me muero”, “qué haría yo sin ti”, “no podría continuar si no estoy a tu lado”, entre muchos otros”, señaló la psicóloga.
¿En qué difiere una relación saludable de las expectativas creadas por el mito de la media naranja?
Una pareja saludable resuelve sus problemas conjuntamente, mantiene una comunicación abierta y permanente, además de que, ambos individuos están comprometidos con la relación y a brindar un apoyo mutuo para el crecimiento personal. Igualmente, como expresó el especialista en consejería, se basa en una independencia emocional, es decir, son conscientes de que la pareja está conformada por un “yo”, un “tu” y un “nosotros”, por lo que cada uno tiene sus propias metas individuales y también comunes.
Mientras que, una pareja creada bajo el mito de la media naranja es una relación disfuncional, donde no existe la individualidad, en otras palabras, no hay lugar para el espacio personal vital, al igual que todos los elementos básicos de una relación saludable, razón por la cual, es muy difícil de que este tipo de parejas puedan mantenerse en el tiempo.
“También esta creencia puede llevar a las personas a conformarse con la idea de que no necesitan mejorar o cambiar porque su “media naranja” los complementará. Sin lugar a dudas, esto impide la autorreflexión y obstaculiza el proceso de mejora continua como ser individual. Por lo tanto, un factor que es determinante y crucial para poder establecer una relación saludable es la autocompletitud o el sentir que uno está completo y es valioso por sí mismo. Esta les permite a las personas entrar a una relación desde la plenitud y no desde la necesidad, fomentando así relaciones basadas en el apoyo mutuo y el crecimiento, en lugar de la dependencia”, refirió Santos.
¿Cómo una persona puede reformular su visión del amor y las relaciones románticas?
En primer lugar, para que una persona pueda reformular su visión sobre el amor, es necesario que trabaje en su autoconocimiento, ya que si uno no sabe quién es, qué piensa o siente, es muy difícil poder crecer y madurar, por ende, estar listo para una relación saludable. Otro eje central en esta fase inicial, es la autoestima y la autoaceptación, mencionó el psicólogo.
“En segundo lugar, es sustancial tener expectativas realistas de lo que es una relación de pareja, pues no podemos esperar encontrar a alguien que nos haga feliz, dado que esta es una tarea que únicamente nos corresponde a nosotros, por lo que es necesario que asumamos que somos los responsables de nuestra propia vida. También es crucial que aprendamos a establecer relaciones honestas y una comunicación abierta con los demás. Por último, debemos desarrollar y practicar el pensamiento crítico, el cual nos permitirá tener claro el para qué queremos estar en una relación de pareja: ¿por miedo a la soledad?, ¿por qué es lo que la sociedad espera de mí?, ¿por mi familia?, ¿por el estatus social?, etc. Es importante tener en cuenta que, amar no es dependencia, es libertad”.
Por su parte, la especialista en relaciones conscientes y gestión emocional recalcó que, para este cambio de perspectiva, es importante entender que las relaciones requieren de esfuerzo y trabajo continuo, así como también es fundamental aceptar las diferencias y los conflictos como parte natural de cualquier dinámica de pareja. Además, es primordial aprender a valorar la independencia y la autocompletitud.
¿Qué pueden hacer las parejas para construir una relación basada en la realidad y no en mitos?
Según Madeli Santos para poder establecer una relación saludable y libre de creencias irracionales, deben considerarse las siguientes estrategias:
- Comunicarse abierta y honestamente.
- Establecer expectativas realistas sobre la relación.
- Trabajar juntos para desarrollar una visión compartida de una relación saludable.
- Fomentar la independencia y el sentido de autocompletitud.
- Crear un plan de desarrollo personal y de pareja
- Promover un ambiente de apoyo y crecimiento.
- Incentivar la igualdad en la relación.
- Aprender a manejar los conflictos de manera constructiva.
- Aceptar y celebrar las diferencias.
- Enfocarse en el respeto mutuo y la confianza.
- Estar dispuestos a trabajar continuamente en la relación y adaptarse a los cambios.
“En caso nos resulte complicado desprendernos de estas creencias limitantes, la terapia psicológica puede ayudarnos a desarrollar habilidades sociales para mantener relaciones equilibradas, honestas y basadas en la realidad. Básicamente, esta nos proporciona herramientas para poder modificar pensamientos irracionales como el mito de la media naranja. Igualmente, nos permite identificar aquello que buscamos en una pareja y lo que nosotros podemos ofrecer en una relación, además de ayudarnos a trazar nuestras metas y planes de vida”, aseguró Rondón Navas.
TE PUEDE INTERESAR
- Inseguridad en la pareja: ¿Cómo darme cuenta si tengo un vínculo inseguro?
- ¿Cuál es la mejor forma de enamorar a una mujer? Esto dicen psicólogos expertos
- Estoy saliendo con alguien: ¿cómo sé si es sano para mí?
- Autovaloración: ¿Cuáles son las señales de que no te estás valorando lo suficiente?
- Amor propio: La autoaceptación como herramienta para un crecimiento personal más auténtico y significativo
- Construyendo una mente sana: La autorreflexión como clave para la salud cerebral
- El poder del autoconocimiento: ¿Cómo comprendernos a nosotros mismos puede cambiar nuestra vida?