El pasado 16 de octubre, la industria de la música se vistió de luto, tras la fatídica muerte de Liam Payne, exintegrante de la icónica banda británica One Direction, en un hotel en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Sin duda, la noticia de su prematura partida no pasó desapercibida, ya que ha logrado conmocionar al mundo entero, generando una oleada de dolor, tristeza y nostalgia entre los millones de seguidores y admiradores que crecieron escuchando su música, así como también entre las diferentes personalidades del mundo del entretenimiento que lo vieron como un símbolo de resiliencia y un verdadero talento de la industria.
Por ello, desde aquel trágico día, las redes sociales se han inundado con mensajes de despedida y recuerdos de su paso por el escenario, al igual que, en diversas partes del mundo, sus fans se han reunido para rendirle homenaje y conmemorar su vida a través de sus canciones y una serie de ofrendas, como cartas escritas a mano, fotografías, flores y velas, lo que refleja un sentimiento de pérdida que trasciende fronteras. En definitiva, el deceso del cantante de 31 años, quien ya ha sido repatriado a su natal Inglaterra, pone en evidencia la influencia y el impacto que tienen las celebridades en nosotros, por lo que la muerte de nuestras estrellas favoritas parece resonar de una manera profunda y personal, como si una parte de nuestra historia colectiva desapareciera junto con ellas.
Pero, ¿qué hay detrás de esta tristeza colectiva? ¿Por qué la partida de una figura pública nos afecta tanto, a pesar de no haberla conocido personalmente? Por esta razón, Bienestar conversó con algunos especialistas, quienes nos ayudarán a explorar cómo, más allá de la admiración y del éxito que rodea a los artistas, su fallecimiento puede dejar un vacío que parece imposible de llenar.
¿Qué factores psicológicos explican la tristeza que experimentamos ante la muerte de una celebridad?
La tristeza que experimentamos al enterarnos de la muerte de una celebridad puede ser explicada por factores psicológicos, como la identificación emocional, ya que a menudo nos relacionamos con los logros, luchas, formas de ser, entre otros aspectos vinculados a ciertos famosos. Además, como señaló la doctora Fanny Abanto, psicoterapeuta especializada en terapia de esquemas, su impacto puede deberse a que, la muerte de un artista puede marcar el final de una era, lo que desencadena inevitablemente una serie de emociones y sentimientos de melancolía por la transición y el cambio inminente.
Por su parte, la psicóloga clínica, Ana Ramírez, destacó que esto puede ser comprendido gracias a la teoría del apego, la cual indica que, nosotros al ver constantemente a estas figuras en los medios de comunicación, formamos vínculos emocionales que generan una sensación de cercanía y familiaridad, como si nos acompañaran en nuestro día a día lo largo del tiempo. Asimismo, estas celebridades suelen representar una variedad de valores, ideales y recuerdos que se entrelazan con nuestra historia personal, intensificando así el impacto emocional de su pérdida.
De igual manera, la muerte de una celebridad puede afectar nuestro sentido de identidad, ya que estos personajes suelen formar parte de nuestra construcción personal. Según la teoría de la identidad social, una parte de nuestra identidad se basa en los grupos y figuras con los que nos identificamos, por eso, la pérdida de una celebridad puede desestabilizar estos referentes simbólicos, generando una especie de crisis de identidad.
“Además, su fallecimiento puede llevarnos a reflexionar sobre nuestra propia mortalidad y la fragilidad de la vida, haciendo que el duelo se sienta sorprendentemente personal y real. La nostalgia y los recuerdos asociados a su presencia en momentos significativos de nuestras vidas amplifican estas emociones, intensificando aún más la sensación de pérdida”, expresó la psicóloga clínica.
En conjunto, estos factores explican por qué la muerte de una celebridad puede afectarnos de una manera profunda, incluso es común que las emociones de duelo- tristeza, negación, ira, sensación de vacío y nostalgia- en este caso se asemejen a las de perder a un ser querido debido a la conexión emocional que hemos establecido. En concreto, la intensidad del dolor puede ser comparable porque la pérdida afecta a nuestra rutina emocional y mental de manera significativa.
Sin embargo, la licenciada Liliana Tuñoque, psicoterapeuta de la Clínica Internacional, recalcó que, si bien el proceso de duelo puede ser similar, la diferencia fundamental es que la pérdida de un familiar o amigo implica una relación personal y tangible, mientras que, el vínculo con un famoso es parasocial y simbólico. En otras palabras, esta relación suele ser más unidireccional y basada principalmente, en la admiración o identificación, en cambio, con un ser querido es bidireccional y tiene como eje central el amor, la intimidad y la confianza, sostuvo la doctora Abanto.
¿Quiénes son más propensos a experimentar un duelo intenso por la muerte de una figura pública?
Las personas que son más propensas a experimentar un duelo intenso por la muerte de un artista suelen ser aquellas que han establecido una conexión emocional fuerte con esa celebridad, es decir, que han invertido tiempo y energía emocional en seguirla o que han encontrado en ella un vínculo significativo para su identidad o bienestar emocional. Del mismo modo, personas con altos niveles de empatía, sensibilidad emocional o que han experimentado pérdidas previas también pueden ser más susceptibles a sentir un duelo profundo por el deceso de estas figuras públicas.
Por este motivo, la muerte en general y, en este caso, la de un famoso, puede activar miedos o ansiedades personales sobre la mortalidad y la fragilidad de la vida. Básicamente, esto se debe a que, el fallecimiento de estos personajes puede ser un recordatorio de que la vida es finita y que la muerte es una experiencia universal.
“Mediante el llamado síndrome del impostor, algunas personas pueden ver a las celebridades como seres sobrenaturales o inmunes a los problemas comunes de la vida. Por ello, la muerte de estas personas puede desafiar esas creencias y provocar ansiedad, al revelarnos que todos somos vulnerables y mortales”, aseguró la especialista en terapia de esquemas.
¿Cómo influyen las redes sociales en el duelo colectivo?
Definitivamente, las redes sociales y los medios de comunicación influyen en la intensidad y en la forma en que experimentamos el duelo colectivo por la muerte de una celebridad al facilitar la difusión rápida de la noticia, el intercambio de emociones y pensamientos con una audiencia amplia, y la construcción de narrativas compartidas de duelo. La exposición constante a homenajes, testimonios y recuerdos públicos en plataformas digitales puede amplificar las expresiones de dolor, solidaridad y conexión emocional entre seguidores y admiradores.
Según Fanny Abanto, un duelo colectivo por una celebridad puede brindar beneficios emocionales, como un sentido de comunidad o pertenencia entre personas que comparten el mismo sentimiento de pérdida. La experiencia compartida de recordar, honrar o despedir a una figura pública puede generar un espacio de apoyo mutuo, comprensión emocional y cohesión social que favorece la expresión de afecto, la catarsis emocional y la construcción de significado en torno al legado de la persona fallecida.
¿Qué revela el duelo por una celebridad sobre nuestras necesidades emocionales?
El duelo por una celebridad puede reflejar una insatisfacción o una necesidad de conexión en nuestras vidas cotidianas. Ramírez indicó que, las personas suelen buscar en las figuras públicas el apoyo y la conexión que tal vez falten en sus relaciones personales. Esta identificación puede ser una forma de llenar vacíos emocionales y sentirse parte de algo más grande.
No obstante, dado que el duelo por una celebridad a menudo se percibe como una pérdida “menos legítima o significativa” que la de un ser querido cercano, las personas pueden experimentar sentimientos de vergüenza o culpa al vivir este dolor. Por ello, para manejar estos sentimientos, la psicoterapeuta mencionó que, es importante reconocer y validar nuestras emociones, recordar la importancia personal de esa figura y permitirnos expresar el duelo sin autocrítica. Además, indagar en el origen de estos sentimientos y reflexionar sobre por qué la muerte de esa celebridad nos ha afectado puede ayudar a clarificar nuestras emociones y promover una actitud de autocompasión.
¿Cómo debemos gestionar las emociones durante el proceso de duelo?
En primer lugar, es importante saber que, es natural sentirse triste por la pérdida de alguien famoso, ya que nuestras emociones son válidas y legítimas, independientemente de quién sea la persona que ha fallecido. Por consiguiente, para determinar si nuestras emociones se están manejando adecuadamente, es importante prestar atención a la intensidad y duración de la tristeza, así como a su impacto en nuestro bienestar emocional y en nuestras actividades diarias. Asimismo, es fundamental expresar nuestros sentimientos de manera abierta y sincera, sin minimizar la conexión que manteníamos con esa persona, al igual que es necesario buscar tanto apoyo emocional como ayuda profesional, sobre todo, si sentimos que la tristeza persiste o se vuelve abrumadora.
De igual forma, es fundamental reservar tiempo y espacio para procesar nuestras emociones y vivir el duelo, lo que puede implicar: llorar, llevar un diario o hablar con un terapeuta. Realizar prácticas que nos brinden consuelo, como la meditación o la gratitud, también puede ayudarnos a enfrentar la tristeza de manera constructiva. Priorizar el autocuidado es igualmente importante: procurarse un buen descanso, alimentarse bien y hacer ejercicio contribuye a fortalecer nuestro bienestar. Además, para gestionar mejor nuestras emociones y encontrar un significado en la pérdida, podemos reflexionar sobre lo que la celebridad fallecida aportó a nuestra vida, expresando gratitud por su talento o inspiración.
“No debemos olvidar que, como toda experiencia de vida, este tipo de duelo también puede convertirse en una oportunidad para reflexionar nuestra propia existencia y nuestro crecimiento emocional. De acuerdo a la teoría del crecimiento postraumático, enfrentar la pérdida puede conducir a una mayor apreciación de la vida y a un cambio positivo en nuestra perspectiva. Por lo tanto, estos momentos pueden ayudarnos a reconectar con nuestros valores y objetivos personales, fortaleciendo nuestro bienestar emocional”, afirmó Ana Ramírez.
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