Más de una vez debes haber estado cargado de cosas y necesitas botarlo todo, pero te da mucha vergüenza hacerlo. La técnica de la ventilación emocional es muy útil en estos casos. Para que aprendas a aplicarla, el psicoterapeuta humanista y especialista en salud intercultural, Humberto Briceño, en diálogo con Bienestar de El Comercio, nos brinda algunos ‘tips’ para aprender a usarla en nuestro beneficio.
La ventilación emocional es una técnica que se usa de manera personal, es decir, no involucra a otras personas en este proceso. Consiste en poder expresar nuestros estados de ánimo de diferentes maneras para poder sacar lo que tenemos dentro.
“Es la necesidad orgánica que tiene la persona de poder vivir sus emociones. Se debe aplicar para evitar que una experiencia desagradable se convierta en un trauma y por ende pueda llegar a enfermar de manera grave. Todas las emociones son saludables. Lo que no es saludable es no saber cómo atravesarla o guardártela para ti mismo haciendo que te afecte”, asegura el experto.
Un ejemplo de ello es cuando una persona descubre una infidelidad. Lo traumático en esta situación es asimilar la separación de la otra persona. El vínculo amoroso que tengo con esa persona me impide aceptar que mi pareja podría hacerme algo así, ya que choca con mis creencias del amor.
Pasos para aplicar la ventilación emocional
Reprimir nuestras emociones no siempre es la decisión más correcta. Lo importante es darte un espacio para que puedas manejarlas de manera saludable, sacándolas de alguna manera. Si bien es cierto, cada paciente responde de diferente manera y no hay una ciencia exacta para aplicar esta técnica, estos son los dos pasos que puedes seguir para aplicar la ventilación emocional, según Humberto Briceño:
- Hacer una pausa para respirar: El experto recomienda en primer lugar, reconocer e intentar entrar en contacto con esa emoción que estás sintiendo, es decir, saber cuál es (enojo, tristeza, miedo, etc.) y reflexionar por ese lado. Cierra los ojos y respira profundamente, presta atención a tus sensaciones corporales y una vez que te encuentres en tu mundo interior, ahí vas a poder aplicarla.
- Aplicarla: Una vez canalizadas y reconocidas tus emociones, procede a escribir, dibujar, cantar, hablar o lo que te guste hacer para intentar botar esa emoción que te está reprimiendo.
¿Qué pasa si no expreso mis emociones?
Según Briceño, el no expresar las emociones tiene varias consecuencias y entre ellas están las psicológicas y las físicas.
Las psicológicas
- Estancamiento creativo
- Sufrimiento
- Depresión y ansiedad
- Colapso emocional
Las físicas
- Los síntomas psicológicos pueden volverse funcionales, por ejemplo presentar dolor de cabeza, dolores corporales y hasta una parálisis.
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