Más de 105 mil casos de violencia contra la mujer fueron registrados entre enero y agosto de este año, según cifras del Centro de Emergencia Mujer (CEM). Además, se registraron 7,816 casos de violación sexual, de los cuales 69% de casos tuvieron como víctima a un niño, niña o adolescente hasta los 17 años.
En el mes de la lucha por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Bienestar del Diario El Comercio conversó con la psicóloga del programa “Escuchándonos nos hacemos más fuertes”, Andrea González, quien nos comentó sobre la importancia de buscar asistencia psicológica ante un caso de violencia.
“La asistencia psicológica sirve para la reinserción de las mujeres luego de haber vivido violencia de género. El efecto que tiene es un estrés postraumático, donde uno de los altos síntomas son la depresion y la ansiedad, por ello la asistencia psicológica es necesaria para tener las herramientas que las ayuden a sobrellevar esto y logren retomar su vida”, comenta Gonzales.
En el caso de las niñas y adolescentes, la especialista menciona que este acompañamiento se adecua a las necesidades de cada una. “Si es una menor de edad, evidentemente las problemáticas pueden ser distintas. Hay que buscar activar sus redes de apoyo, darle la posibilidad de denunciar. Hay que analizar también quiénes son sus cuidadores primarios y dónde están para que así se les facilite denunciar”, explica.
Beneficios de recibir ayuda psicológica ante un caso de violencia
Cuando una mujer se encuentra dentro de un círculo de violencia, lo más probable es que esté aislada de su familia, amigos o trabajo. Andrea Gonzales nos brinda algunos beneficios de la ayuda psicológica a mujeres que han sido violentadas:
- Ayuda a dejar de normalizar la violencia: Esto ayuda a que la mujer se dé cuenta si se enfrente ante un posible agresor.
- Ayuda a mejorar la autoestima: Cuando ocurre la violencia de género, la autoestima se ve devaluada.
- Ayuda a reconocer que el abordaje terapéutico no es de pareja: Muchas mujeres creen que el abordaje es en la pareja, pero esto no existe si ya hubo violencia física, verbal o emocional. La terapia ayuda a quien fue víctima de violencia.
¿Qué hacer para que esa mujer no sienta miedo de pedir ayuda?
Según Gonzales, las mujeres que pasan por casos de violencia no lo ven dentro de su “mapa”, porque creen que es normal, algo que tienen que “aguantar”. Hay que estar atentos si es que una amiga, una vecina o alguien cercano pasa por una situación violenta para ayudarla a reconocer su realidad y acompañarla a pedir ayuda.
“Es difícil hacerlo. A veces se juzga a una mujer diciendo ¿por qué no pediste ayuda antes?, pero la realidad es que la mujer va a pedir ayuda cuando ella pueda hacerlo, cuando esté más estable físicamente o cuando le comentan que la violencia no es normal. Por eso es importante la intervención del responsable, para no revictimizarlas y no hacerlas sentir que es su culpa”, finaliza.
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