Las frutas y verduras son las más importantes fuentes de vitaminas y minerales, nutrientes fundamentales para fortalecer nuestro sistema inmunológico. Pero, ¿cuál es el consumo recomendado? “Cinco porciones al día sería lo ideal”, indica Jhoan Valle, director en GIAN, Grupo de Investigación en Antropometría y Nutrición.
¿Imaginas todo lo que podrías ahorrar si tuvieses tu propio biohuerto? Y eso sin contar los beneficios que implicaría para tu salud. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), los huertos domésticos son una fuente importante de seguridad alimentaria e ingresos para las familias, principalmente porque “proporcionan un acceso directo a una variedad de alimentos nutritivos y generan un ahorro con relación a su adquisición en el mercado”.
Tener un biohuerto no es una tarea imposible pero sí requiere de ciertos cuidados. En esta nota te contamos qué puedes plantar fácilmente.
De acuerdo a la revista Medical News Today, el tomate no solo es nutritivo, sino que ayuda a prevenir problemas al corazón y enfermedades como diabetes o cáncer.
Las raíces de los tomates son largas y abundantes, por lo que requieren ser plantadas profundamente y en un lugar con abundante luz. Debe regarse con poca agua, dos veces por semana. Sus hojas más cercanas al suelo son propensas a enfermedades, por lo que debes eliminarlas regularmente.
Sus beneficios para la salud son múltiples, aunque destacan sus propiedades para mantener una buena visión, fortalecer los dientes y las encías, y vigorizar la mente.
La zanahoria es rica en vitamina A, antioxidantes y fibra dietética.
Cualquier temporada es buena para sembrar esta verdura. Durante su siembra, la tierra debe permanecer siempre húmeda, hasta notar que las zanahorias están creciendo. A partir de entonces, los riegos pueden ser más espaciados.
El pimiento (principalmente el verde, el rojo y el amarillo) es rico en nutrientes como folato, tiamina, manganeso, vitamina C y vitamina B6. Además, contiene mucha fibra, por lo que genera sensación de saciedad y previene el estreñimiento.
Para su siembra es necesario un ambiente soleado y establecer una distancia de 40 a 50 centímetros entre semilla y semilla. El riego debe ser constante.
La mejor época para sembrar pimiento es la primavera, pues es sensible al frío.
Son un potente antiinflamatorio, por lo que su consumo es ideal en runners. Además, se le conoce por sus propiedades neurológicas y su gran contribución para regular la presión arterial y mejorar el metabolismo.
La espinaca puede cultivarse en pequeños huertos, dejando 30 centímetros libres entre cada semilla, o en maceteros. Eso sí, siempre en un espacio donde reciba poco calor y sol. Aunque puede crecer en cualquier tipo de suelo, la espinaca prefiere los terrenos húmedos y ricos en materia orgánica.
Gracias a sus hidratos de carbono y proteínas, dan energía al runner y alimentan sus músculos. Tienen efectos tranquilizantes, por lo que ayudan a conciliar el sueño, y son muy beneficiosas para el sistema nervioso.
Cuando cultivamos guisantes, contribuimos a mejorar la estructura del suelo, pues fijan nitrógeno a la tierra, esto significa una mejor base para nuestro huerto casero.
“Su contenido de nitratos es muy beneficioso en deportistas de alto rendimiento”, destaca Valle. La betarraga aumenta la resistencia al correr, es dietética, favorece el funcionamiento del cerebro y nos protege de problemas al corazón y del cáncer.
Se recomienda cultivar la arverja en otoño, cuando el clima sea fresco y no haya mucho calor.
También conocida como remolacha, su cultivo requiere de luz solar directa y un suelo drenado, ligero, profundo y libre de piedras y otros restos. Es vital realizar un trabajo de labrado previo al cultivo y, una vez arada la tierra, debe añadirse algo de tierra vegetal y humus de lombriz.
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