RUDY JORDÁN ESPEJO (@jordanrudy)
Para Martín Verano, chef peruano de 27 años radicado en Estados Unidos, fue una visita inolvidable en la noche más ajetreada del 2013. Era uno de los últimos sábados de julio, y al caer la tarde luego de una calurosa jornada, Barack Obama llegó con su esposa Michelle y sus dos hijas al exclusivo restaurante del club Boathouse, en Massachusetts. Al igual que muchos connotados políticos y artistas, el presidente de Estados Unidos vacacionaba con su familia y amigos en Martha’s Vineyard, una lujosa isla en las afueras de Boston que se hizo famosa debido a las constantes visitas de la familia Kennedy.
“El servicio secreto nos avisó a mí y al gerente del restaurante que el presidente quería entrar a comer, pues se trata de un club privado”, cuenta Verano. De inmediato, el personal de inteligencia realizó un milimétrico chequeo de las instalaciones y pidió al personal del local que guardara silencio sobre la presencia de Obama.
Además del mandatario y su familia, la mesa estaba conformada por otros doce acompañantes. La cena en Boathouse –un restaurante cinco tenedores de estilo mediterráneo y cuyos platos cuestan entre 35 y 65 dólares– incluyó ensalada caprese, camarones en salsa BBQ, tartare de atún y salmón, spaghetti de langostas, conchas gigantes con fregola al pesto genovés; entre otras exquisiteces.
Deslumbrado con la cena, Obama pidió hablar con el chef. “Él y su esposa me felicitaron por la comida, me agradecieron mucho y nos tomamos una foto”, cuenta el cocinero. Antes de despedirse, los Obama dijeron que, de contar con espacio disponible, les reservarán una mesa para el 2014.
Martín confiesa que, si regresa este año, sorprenderá al actual presidente de Estados Unidos con un cebiche mixto fusionado con pescados y mariscos de la isla. “Para que pruebe el producto local, con la técnica internacional”, agrega.