RUDY JORDÁN ESPEJO
Hace 68 años, la esposa de una de sus hermanas le reveló a la niña Isabel el secreto de cómo hacer un turrón de Doña Pepa perfecto: palitos suaves y muchas frutas para la miel. Hoy, doña Isabel Gutiérrez es considerada por sus clientes la reina de los turrones y tiene la facha de una abuelita dulce, tan dulce como sus postres.
“El secreto es prepararlo con cariño y muchas frutas como membrillo, fresa, naranja y melocotón”, asegura con orgullo Isabel.
En su negocio, ubicado en el jirón Chancay 448, sus clientes pueden degustar y adquirir turrones de distinto peso, pero con el sabor de toda la vida. Instalada en una silla, ella es la amable anfitriona que da la bienvenida a clientes nuevos y asiduos, todos listos para disfrutar del encanto de su turrón.
Quizás no lo sepa, pero ella no solo brinda un postre exquisito sino una tradición que perdura en sus manos.