No será un proceso inmediato que las generaciones mayores de cocineros den un paso al costado y cedan el protagonismo a jóvenes actores con ideas innovadoras. Tomará su tiempo, sin duda. Lo confirmamos hace unos días, cuando en una asamblea con decenas de afiliados, la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) renovó a tres integrantes de su consejo directivo.
Salieron de la plana de nueve directivos los cocineros Marilú Madueño, Adolfo Perret y Álvaro Raffo, e ingresaron Jean Edouard Tromme (director del cancelado congreso Qaray 2015), Angélica Obregón (microempresaria de Cremoladas Angélica) y Heinrich Harold, cocinero dueño del restaurante Catalina 555. Con ello, Harold es el único miembro de la Generación con Causa en la directiva de Apega. Su joven movimiento aspira a tomar la posta de los pioneros, cuya presencia aún muchos extrañan en eventos fundamentales como Mistura.
El primer paso de esta transformación llega cuando Apega prepara la celebración de sus 10 años, y la gran feria gastronómica del Perú organiza su décima edición. Es el momento más propicio para la renovación.
Y aunque en la dirección de Apega deberían entrar más miembros jóvenes (para fomentar la identificación con el sector), lo más seguro es que a través de Harold –y de Palmiro Ocampo, ratificado como director de Mistura 2017– este movimiento haga sentir su presencia. Ellos serán los agentes del cambio.
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