En la vida de nuestros gatos, el tiempo transcurre a una velocidad diferente a la nuestra, pues un día estamos disfrutando de las travesuras y ocurrencias de nuestro pequeño y al siguiente, nos encontramos frente a un felino cuya energía se va desvaneciendo progresivamente. Básicamente, como todos los seres vivos, los gatos también experimentan un proceso de envejecimiento, motivo por el cual, con el paso de los años, sus necesidades cambian y requieren de cuidados específicos para esta etapa de sus vidas.
En definitiva, el envejecimiento en los gatos no es solo una cuestión de años acumulados, sino de cómo estos afectan en su cuerpo y mente, ya que de por sí, la vejez puede traer consigo una serie de desafíos significativos en la salud. Sin embargo, con la atención adecuada y siempre teniendo como eje central su bienestar integral, es posible no solo prolongar su vida, sino también mejorar su calidad de vida, garantizando así que sus años dorados estén llenos de amor incondicional, comodidad y felicidad.
“Los gatos pueden vivir hasta los 25 años; no obstante, la esperanza de vida promedio ha disminuido en las últimos tiempos, a pesar de los avances en tecnología y herramientas para la prevención y diagnóstico precoz de enfermedades. Actualmente, se está observando que problemas de salud típicos que podrían desarrollarse en gatos adultos mayores, como la insuficiencia renal, están apareciendo en felinos más jóvenes. Esta tendencia se debe a menudo a una falta de cuidados adecuados y preventivos, lo cual impacta significativamente en su calidad de vida y complica aún más el proceso de envejecimiento”, expresó Consuelo Rojas Melgar, médico veterinaria de Aristocat a Hogar y Familia.
¿A qué edad se considera que un gato es mayor?
De acuerdo con la médico veterinaria y líder de desarrollo técnico de Gabrica, Erika Quintana Maravi, la clasificación veterinaria de la edad de un gato es la siguiente:
- De 7 a 10 años, se considera gato en edad madura.
- De 11 a 14 años, es un gato adulto mayor.
- De 15 años en adelante, se clasifica como gato geronte.
¿Cuáles son los signos comunes de envejecimiento en los gatos?
Hay diferentes signos que pueden aparecer en mayor o menor medida conforme avanza la edad de los gatos maduros a geriátricos. Por lo general, estos suelen estar relacionados a sus sentidos, es decir, a nivel visual, olfativo, gustativo y auditivo, los cuales se vuelven menos agudos, lo que repercute en cambios importantes en sus hábitos, apetito e incluso su peso. Asimismo, pueden presentarse algunas deficiencias y enfermedades que alteran la piel y el pelaje, al igual que su motilidad, dado que se vuelven menos ágiles y flexibles, por lo que pueden tornarse más torpes, perder estabilidad o tener problemas para subir y bajar de sus lugares favoritos.
“Los gatos senior pueden sufrir cambios de comportamiento, como una disminución de la interacción o emitir sonidos en momentos de insociabilidad. Además, tienden a dormir más, pero no tan profundamente, lo que puede alterar sus hábitos y provocar problemas de conducta”, señaló Quintana.
De igual modo, pueden presentar cambios en el pelaje, el cual se vuelve más fino, áspero o más opaco, así como también pueden aparecer canas. Igualmente, como mencionó la experta de Aristocat, los gatos empiezan a desarrollar un abdomen pendulante o colgante, pues a medida que van envejeciendo, pueden experimentar una reducción en la elasticidad de la piel y los músculos abdominales.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes en los gatos mayores?
Con el paso de los años, los gatos pierden flexibilidad articular, especialmente, si sufren de osteoartritis, la cual puede ocasionarles mucho dolor y problemas de movilidad. Asimismo, como refirió Erika Quintana, esta pérdida de flexibilidad también disminuye su capacidad de asearse correctamente, lo que a su vez afecta al pelaje y a la piel.
“El pelaje puede volverse más blanco y perder calidad a medida que disminuye la producción de las glándulas sebáceas que son las que generan las grasas que nutren a la piel. De igual forma, la respuesta inmune tiende a disminuir con la edad, con lo cual los gatos mayores son más vulnerables a las infecciones y las enfermedades. También se ven alterados varios procesos metabólicos, como la digestión, puesto que la capacidad de procesar grasas y proteínas se reduce producto del envejecimiento. Además, los gatos mayores suelen sufrir de problemas dentales, como desgaste de los dientes o enfermedades gingivales que pueden afectar su apetito y causarles dolor al comer”.
No obstante, como enfatizó la doctora Rojas, el problema más común en gatos mayores suele ser la enfermedad renal crónica, caracterizada por la pérdida gradual de la función de los riñones. Igualmente, la insuficiencia hepática y las obstrucciones de la vesícula biliar son condiciones bastante latentes en los felinos adultos, así como también la diabetes, los problemas hormonales, el hipertiroidismo, el cáncer, el deterioro cognitivo y la pérdida de visión y audición.
“Las alteraciones en su rutina de alimentación, micción o defecación suelen ser signos de problemas de salud, al igual que la disminución de motilidad, variaciones en el pelaje, disminución de peso o cambios en el comportamiento, como aislarse, esconderse o resistirse al movimiento”.
¿Qué cuidados ayudan a mejor la calidad de vida de los gatos adultos mayores?
Alimentación
Los gatos son carnívoros por naturaleza, por lo que en su alimentación el nivel de proteína de origen animal debe ser hasta en un 90%. En concreto, como precisó Consuelo Rojas, el alimento debe ser de alta calidad nutritiva, con el objetivo de que su organismo no tenga que trabajar en exceso para degradar los componentes de la proteína, de manera que, sus órganos internos tanto su hígado como los riñones no se sobrecarguen y posteriormente desarrollen problemas de insuficiencia.
Por su parte, la doctora Quintana destacó que, como los sentidos del gusto y el olfato de los gatos disminuyen con la edad y, si adicionalmente presentan problemas dentales que generan molestias al comer, estas dificultades pueden conducir a una baja ingesta de alimentos y en una pérdida significativa de peso. Por lo tanto, para prevenirlo, es necesario brindarles alimentos palatables y según el estado de su salud bucodental, podrían optarse por aquellos que tiene una textura más blanda.
Es importante tener en cuenta que, la alimentación de los gatos de edad avanzada debe aportar determinados nutrientes para mitigar los signos del envejecimiento y prevenir el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad. Por ello, se debe apostar por alimentos que contengan en su formulación los siguientes nutrientes, de lo contrario, se tienen que suplementar:
- Glucosamina y sulfato de condroitina: Estos componentes ayudan a mejorar la movilidad de los gatos de edad avanzada y favorecen una función articular saludable.
- Antioxidantes: Neutralizan el efecto de los radicales libres retrasando el envejecimiento celular.
- Fósforo: Debe suministrarse en niveles reducidos para favorecer la salud renal.
- Proteína de alta digestibilidad: Esta facilita el proceso digestivo en los gatos de edad avanzada.
- Omegas-3 y omega-6: Estos ácidos grasos favorecen al fortalecimiento del sistema inmune, el corazón, la piel y el pelaje.
“A parte de brindarles un alimento de muy buena calidad nutritiva, es vital asegurarnos que tomen suficiente agua. Por naturaleza, los gatos no suelen ingerir mucho líquido; sin embargo, una forma de incentivar su consumo es mediante los bebederos que recirculan el agua, colocarle platos en diversos puntos de la casa con agua fresca y limpia. Asimismo, se le puede ofrecer alimentos húmedos de lata, los cuales favorecen a una mejor hidratación”, explicó Rojas Melgar.
Chequeos médicos
Cuando un gato ha cumplido los 10 años de edad, es recomendable llevarlo al veterinario cada seis meses a modo preventivo o para el diagnóstico precoz de patologías que puedan desarrollar. Según la especialista de Gabrica, si en caso el gato presenta alteraciones en su ingesta de agua, micción o problemas relacionados con la digestión, respiración, problemas de movilidad o cambios de comportamiento, debe ser llevado al médico de inmediato, ya que pueden ser indicadores de dolor y enfermedades.
“El control veterinario periódico es esencial para la salud preventiva del gato adulto mayor, por lo que debe someterse a un chequeo completo, el cual debe consistir en: la revisión física por parte del médico, exámenes de sangre, una ecografía para ver cómo están los órganos internos, una radiografía para observar el tórax, así como también que se les realicen los descartes correspondientes a las enfermedades virales mortales, como el sida y la leucemia felina. Igualmente, es importante saber que, como la respuesta del sistema inmune puede verse afectada con el paso de los años, es necesario que los gatos mayores estén con sus vacunas al día. Principalmente, se recomienda la vacuna tripe felina (rinotraqueítis, la calicivirosis y la panleucopenia), la de la rabia y la leucemia felina, las cuales deben ser aplicadas anualmente durante toda la vida de los gatos”, afirmó la doctora Rojas.
Rutina de aseo
La disminución de la flexibilidad puede hacer que a los gatos de edad avanzada les cueste más asearse correctamente, por lo que es indispensable que se les cepille con regularidad para eliminar el pelo muerto y mantengan su piel saludable. En este proceso como sugirió Quintana Maveri, puede emplearse un cepillo adecuado para el tamaño del gato, así como productos neutros que permitan un baño en seco. Con respecto a la limpieza dental, se debe visitar periódicamente al odontólogo veterinario, quien establecerá una rutina de limpieza y cuidado personalizado, mientras que, en el hogar, se debe realizar un cepillado con pasta, geles de limpieza dental aptos para gatos o aditivos de protección dental para el agua, con la finalidad de mantener la salud oral.
Ejercicio físico
Es fundamental que los felinos adultos o geriátricos hagan ejercicio regularmente para mantener un peso saludable. Por eso, hay que animarlos a jugar con cuidado durante el día con sus juguetes favoritos o aquellos que estimulan el movimiento como las varitas con plumas. También es necesario tener en cuenta que, como los gatos mayores pueden tener problemas de movilidad, los juguetes o los espacios de juego no deben ser difíciles de alcanzar. Por consiguiente, se pueden instalar rascadores verticales o escaleras que puedan ayudar a mantener la flexibilidad y la movilidad.
Mayor comodidad
Una forma de asegurar el cuidado de un gato adulto mayor es facilitándole el acceso a sus lugares favoritos, colocando rampas o escalones para que pueda llegar a las zonas más altas, así como también acondicionarle una cama cómoda y cercana a sus juguetes favoritos para que descanse bien. Adicionalmente, puede ser muy útil colocarle más de un arenero por diferentes espacios de la casa y, de preferencia, que sean bandejas de menor profundidad para que no tenga que hacer tanto esfuerzo al entrar y salir. Además, para brindar un mejor acceso a la comida y el agua, estos pueden distribuirse en diversas áreas del hogar, sobre todo, si la casa cuenta con varios pisos.
“Para mejorar la movilidad y el dolor producido por los problemas articulares en gatos adultos o ancianos, la fisioterapia y la rehabilitación ejercen un papel importante en este aspecto. Por ejemplo, los tratamientos con magnetos, ayudan a desinflamar, minimizan el dolor y brindan una sensación más confortable en la mascota. También puede proporcionársele, bajo receta o indicación médica, algunos protectores articulares o productos a base de cúrcuma, espirulina u omega-3, ya que tienen propiedades antinflamatorias y no ocasionan efectos secundarios que puedan dañar los órganos internos”, refirió la médico veterinaria de Aristocat.
Bienestar emocional
Una correcta rutina de ejercicio y de sueño en los gatos mayores o geriátricos puede ayudar a disminuir significativamente el estrés y la ansiedad causados por el deterioro cognitivo o los diversos cambios que pueden experimentar en su vida. Actualmente, existen productos naturales, tales como las esencias florales de Bach, las feromonas (Felliway) o los snacks relajantes, los cuales ayudan a mantener la salud emocional del gato.
“Como bien sabemos, el final de vida de nuestros gatos es inevitable, ya sea por la edad o una enfermedad terminal; sin embargo, el mejor homenaje que podemos hacerle a nuestros engreídos es brindarle una buena salud física y mental con sus chequeos completos anuales, una muy buena alimentación y un ambiente tranquilo y lleno de amor que favorezca positivamente a su estado emocional. Sin lugar a duda, si nosotros como tutores tomamos en cuenta estos puntos, estamos contribuyendo a una buena calidad de vida para nuestro compañero peludo, por lo que en el momento que este tenga que partir, podremos tener la certeza de que hemos hecho todo lo que estaba a nuestro alcance para darle la mejor vida posible”, sostuvo Rojas.
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