Lecciones para el futuro, por Mariano Valderrama
Lecciones para el futuro, por Mariano Valderrama
Mariano Valderrama

La ausencia del Perú en la feria , la feria alimentaria más importante del mundo, nos ha hecho perder una gran oportunidad para consolidar el liderazgo de nuestra gastronomía y promover nuestros productos agropecuarios emblemáticos y nuestra cultura e imagen país ante los ojos del orbe. Mientras que la gastronomía peruana gana reconocimiento internacional y nuestro país es considerado en el 2014 por tercera vez consecutiva mejor destino culinario del mundo, el Estado no logra articular a sus instituciones en un objetivo común de promoción de nuestra gastronomía.

Nuestros vecinos sí han sabido aprovechar la Expo Milán. Chile montó un hermoso pabellón que promocionó el pisco y la quinua; Bolivia mostró su diversidad natural y cultural con la quinua como su producto estrella. Colombia exhibió su biodiversidad y se postuló como despensa del mundo. Ellos aprovecharon la Expo Milán para realizar transacciones comerciales.

Detrás de este error, que el propio jefe del Gabinete, Pedro Cateriano, hidalgamente reconoce, subyace un problema grave, que es quizá la madre del cordero. Es la ausencia de una política de Estado coherente, de promoción de nuestra gastronomía y de la cadena agroalimentaria. Expo Milán era una ocasión para desarrollar una propuesta en que Agricultura promoviese nuestros productos agropecuarios emblemáticos; Produce, nuestro pisco y productos procesados; , nuestra gastronomía; Cultura, nuestro acervo cultural y Relaciones Exteriores, el enlace con el mundo. Era ocasión también de un trabajo de la mano con el sector privado y con entidades como Apega.

Veamos como ejemplo a Chile, donde se creó en el 2006 el Comité Agro Gastronómico, entidad público-privada que promociona la gastronomía y sus productos, y vincula a productores agrícolas, empresarios gastronómicos e instituciones públicas. 

Para organizar la presencia chilena en la Expo Milán, se convocó con años de anticipación a una plataforma público-privada. El presidente Sebastián Piñera designó como comisionado encargado de liderar el proceso a un conspicuo representante del sector privado. 

No es hora de llorar sobre leche derramada ni de lanzar incriminaciones entre sectores sobre la responsabilidad de nuestra ausencia en Milán. Más bien urge plantear la institucionalidad necesaria para una mejor promoción de nuestra gastronomía, nuestros productos emblemáticos y nuestra cultura.

Si bien en el Perú hay iniciativas sectoriales de Prom-Perú o la Cancillería para promover nuestra gastronomía, falta una estrategia multisectorial y mayor coordinación con los actores privados. Cabe recordar que el liderazgo gastronómico peruano y de la agroexportación se deben fundamentalmente al accionar privado, que ha demostrado capacidad de organizar muy importantes eventos como Expoalimentaria, , el Salón del Café y del Chocolate.

Por otro lado, el decidido apoyo estatal a la cocina y a la cadena agroalimentaria no solo es requerido para eventos como la Expo Milán, pero también en el frente interno en áreas como la innovación tecnológica, la promoción de cadenas agropecuarias, la formación pública de técnicos de cocina, el fortalecimiento de las pymes gastronómicas, el apoyo a la pequeña agricultura o facilitando el acceso en el exterior de los insumos peruanos requeridos para la preparación de nuestros potajes.