Guargüero: descubre su apetitosa carta con platos de costa, sierra y selva

Una de las características que algunos buscan al visitar un restaurante es que cuenten con una carta variada. Existen propuestas especializadas o con cartas temáticas, pero si se trata de compartir un almuerzo o cena, a veces es mejor optar por restaurantes que ofrezcan algo para todos. Guargüero, una propuesta gastronómica nueva, precisamente apuesta por esto y por brindar un espacio amplio, cómodo y moderno para sus comensales. Provecho visitó el local ubicado en la Av. La Paz de Miraflores y degustamos algunos de sus platos.

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Este espacio fue inaugurado en julio de este año, según nos cuenta el dueño Justo Carbajal. “La motivación es que queríamos aprovechar un poco las Fiestas Patrias para que las personas puedan conocer nuestra propuesta”, agrega. La idea de crear este restaurante surge como una oportunidad de negocio tras el golpe que recibió la industria gastronómica tras la pandemia.

“Guargüero es un restaurante que recoge los mejores platos de la costa, sierra y selva de Perú, pero también ofrece una selección de platos de la cocina internacional y busca crear un ambiente grato para los comensales”, explica Carbajal. El nombre que utilizan es el de un postre peruano, representando un homenaje a la cocina local que buscan celebrar.

La experiencia

Iniciamos la degustación con el Piqueo del puerto, que incluye tres platos clásicos de la cocina marina peruana: ceviche con pesca del día, pulpo parrillero en salsa anticuchera sobre papas doradas y causa rellena de pulpa de cangrejo y palta, coronada con chicharrón de pescado. El ceviche estaba fresco, con el punto de acidez preciso y los cortes de pescado eran de buen tamaño. El pulpo estaba cocido a la perfección y resultó suave y muy sabroso gracias a la salsa. Finalmente, la causa tenía un relleno considerable y delicioso y el chicharrón era crocante y suave por dentro.

También degustamos el Maki Guargüero, que consta de un relleno de langostinos al panko y palta, cubierto con láminas de salmón y salsa de ajos picantes. Incluso si no es fan de los sabores picantes, esta salsa es lo suficientemente sabrosa como para probarla y disfrutar la experiencia.

Como el frío todavía está presente, apostamos por disfrutar un Concentrado de Cordero. Revitalizante, confortante y contundente, este plato consta de un caldo suculento servido con papa, mote y, por supuesto, carne de cordero que era tan suave que se podía cortar con la cuchara.

De inspiración oriental, la Panceta Crocante es un plato que todos deben probar si visitan Guargüero. En el plato se sirven cortes de panceta de cerdo con una piel realmente crocante, sin ser dura en exceso. Se sirve sobre un chaufa blanco con verduras chinas y se acompaña con una salsa a base de tamarindo.

Si se trata de bebidas, este restaurante cuenta con una carta de cocteles de autor que vale la pena probar. Si disfruta de los sabores dulces y frescos el Moana, que se sirve en un vistoso vaso tiki, es para usted. Se prepara con gin Tanqueray, mango, vermouth, curry y cerveza. Nuestro favorito fue el Akira, un coctel fresco y perfecto para cualquier ocasión. Se trata de una combinación de vodka, frutos rojos, lychee y kion.

En la carta de postres no podían faltar los guargüeros, y el restaurante ofrece una trilogía de los mismos con diferentes sabores. Se trata de una suave y delicada masa rellena con manjar a la olla, crema de limón y merengado de chirimoya. Con el dulzor perfecto, la textura precisa y los sabores equilibrados, este es un postre que cumple.

Siguiendo con la celebración de nuestra gastronomía, degustamos una Bandeja de Postres de Antaño, que ofrece pequeñas pero perfectas porciones de guargüeros, picarones, turrón de la casa, arroz con leche, arroz zambito, mazamorra morada y ranfañote. Cada componente resultó delicioso y la variedad elegida es una paseo perfecto y representativo por los dulces peruanos.

Dando un salto a sabores internacionales, terminamos la experiencia con una Fantasía de Pistacho. Se trata de una masa crocante aromatizada con naranja, rellena de crema de pistachos de la casa y coronada con salsa de chocolate y una bola de helado de la misma fruta seca. Decadente, con texturas que contrastan y dulce, esta preparación se volvió otra de nuestras favoritas.