“Cocinamos, viajamos y te recomendamos dónde comer en Perú y el mundo”, esta es la descripción de Wariqueando, el sitio de Pancho y Miguel que se ha hecho popular en redes sociales y que los ha convertido en foodies. Pero antes de hacer sus famosas recetas o tener tres emprendimientos, solo eran dos amigos que recorrían el Perú en sus tiempos libres. Provecho conversó con ambos de cómo empezaron, los momentos más duros y lo que viene para Wariqueando.
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El hobby de Pancho y Miguel
“Todo comenzó como un hobby y luego de cuatro años y medio, ahora es nuestro trabajo”, dice Miguel, quien antes de convertirse en foodie, era un odontólogo y que poco sabía de redes sociales, pero que tenía muchas ganas de recorrer huariques y de contárselo a sus amigos.
Pancho es el otro miembro de Wariqueando, él siempre estuvo muy cerca de los fogones. Su primer recuerdo con la comida es cuando a penas tenía ocho años y era el encargado de cocinar para la familia. Su primer plato fue un estofado de pollo y luego fue probando nuevas recetas, hasta que a los 18 se aventuró por su primer emprendimiento, una fuente de Soda en el mercado de Pucallpa mientras estudiaba Ingeniería de Sistemas. Sin embargo, cerró al poco tiempo, pero a los 21 lo volvió a intentar con un restaurante temático, pero tuvo que viajar a Lima a perseguir otros sueños.
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Cuando cada uno vivía su vida trabajando en lo que estudió, sus caminos se cruzaron. “Éramos un grupo de amigos, viajábamos un montón al interior del país, pero siempre en nuestros tiempos y éramos de las personas que buscaban sitios donde ir a comer económico, pero sentíamos que en ese momento no había blog de recomendaciones”, cuenta Miguel.
Es así que un día recuerdan haber leído una nota en El Comercio sobre los mejores mercados para comer cebiche y ese sería el primer paso para empezar con su blog. “Yo le digo a Pancho por qué no empezamos a recorrer lugares como esos, y así fue, fuimos al mercado y lo primero que hice fue tomarle foto y publicarlos, y la gente empezó a preguntar”, detalla Miguel.
Después de algunos días, pensaron en el nombre, “Rico pe causa” era la primera opción, pero para Pancho no era comercial, así que Wariqueando fue la segunda opción y crearon las redes: Facebook, Instagram y YouTube. Pero un gran inconveniente para visitar lugares eran sus horarios de trabajo. Miguel trabajaba ocho horas y Pancho tenía horario de entrada, pero no de salida, la opción de dedicarle más tiempo era casi imposible, pero como ambos creyeron en el proyecto, tomaron la decisión de renunciar.
Los emprendimientos de Wariqueando
Primero fue Miguel el que dejó su trabajo, luego siguió Pancho a los días, su sustento era W Store, el primer emprendimiento de los Wariqueando. “Yo dije con esto podemos solventar los gastos, podemos viajar y todo eso y me emocioné”, dice Pancho, quien además lo cuenta con mucho entusiasmo. Tras la página en la que vendían regalos personalizados, llegó un buscador de huariques por distritos, con el mismo nombre, y funcionó.
Pero durante este transcurso un hecho los hizo cuestionarse si iban por el camino correcto, el departamento del hermano de Miguel se incendió y con él W Store. “Esto nos hizo sacudir como emprendedores, pero siempre agradecemos a nuestros seguidores que compraron libretas en pre-venta para poder volver a comprar las máquinas”, revela Miguel.
Cuando empezaron con este proceso, llegó la pandemia. “No sabíamos qué hacer porque ya no podíamos visitar restaurantes, además, los restaurantes que estaban suscritos al buscador terminaron los contratos, las libretas ya no salían, pero me resistía a desempolvar mi CV, así que se nos ocurrió hacer recetas”, cuenta Pancho.
La primera receta fueron las cachangas de Miguel y su mamá, un éxito rotundo. Este sería el nuevo giro que tomaría la cuenta, hasta que la vida volviera a ser la que se conocía. “Pancho cocinaba con su mamá y así empezamos a subir contenido de recetas hasta que llegó la primera marca fuerte que confió en nosotros”.
Cinco meses después volvieron a salir y empezaron los recorridos y la diversificación de contenido, pero también la de los negocios. Luego de tantos años en el online, saltaron al offline con una heladería ‘I Scream’, una marca que ya existía, pero que la renovaron totalmente. Su primer local fue en Surquillo y hoy ya cuentan con otro, mucho más grande, en San Miguel.
Y como los negocios de cocina son lo suyo, llegó un nuevo emprendimiento: ‘El Warique de la patada’, un negocio que inicia con la familia de Pancho, pero que al tener potencial, decidieron sumarse al equipo con Wariqueando.
“Es un huarique pequeño en el que la chanfainita es la estrella. Además, cuando fuimos a Huánuco vimos la papa rellena con cebiche y también lo incluimos en la carta. Ahora tenemos la causa acebichada y ahora hemos sacado el ‘7 colores’”, detalla Pancho. Están próximos a abrir un segundo local.
El futuro de los nuevos foodies
Pancho y Miguel han decidido salir del país para seguir buscando huariques y otro tipo de restaurantes, este año pretenden recorrer cuatro países. Además, se van a seguir preparando, tan es así que Pancho iniciará un curso de cocina para ser más preciso con las recetas que le ofrecen a sus seguidores.
“Queremos seguir viajando fuera del país y que la comunidad siga creciendo. Y lo más importante es que se difunda a nivel mundial nuestra gastronomía. Con respecto a los emprendimientos, queremos un par de heladerías más y dos Wariques de la patada”, finaliza Pancho.
Recuerda que puedes encontrar todos los viernes una nueva receta de Wariqueando en la cuenta de Instagram de Provecho.